/ sábado 10 de noviembre de 2018

Núñez y su circunstancia

Llegó el último informe del gobernador Arturo Núñez Jiménez. Sólo el tiempo dirá si cumplió o no. Al inicio del sexenio, declaró: “Gobernar Tabasco nunca fue para mí simple ambición personal, accidente en mi trayectoria, tropiezo ocasional o una ocurrencia frívola; tampoco empecinamiento y mucho menos obsesión enfermiza…” (Discurso Toma de Protesta diciembre 2012).

En la misma intervención sostuvo: “He integrado un equipo de colaboradores en el cual se entreveran hombres y mujeres de distintas generaciones, formaciones profesionales, experiencias y capacidades personales y técnicas, así como militancia partidista y los hay aún sin ella. La primera consideración para incluirlos tiene que ver con el cumplimiento de dos requisitos esenciales para el desempeño de sus respectivos cargos: idoneidad para dar resultados a la sociedad tabasqueña y honorabilidad; en el momento en el que alguno de ellos deje de satisfacerlos, dejará de formar parte del equipo. Sé que honrarán la encomienda que les hago porque por su trayectoria y su visión están aquí. Y también sé que mi único y superior compromiso en estas decisiones y en todas las que tome es sólo con Tabasco y con los tabasqueños”.

En su Primer Informe detalló: “El Gobierno… se recibió en situación financiera muy complicada. La hacienda pública se encontró con problemas de liquidez, pasivos a proveedores y otros acreedores por más de 2 mil 300 millones de pesos y otros adeudos a acreedores institucionales de corto plazo no reportados en la entrega-recepción, ni respaldados con presupuesto en 2013. En total se contabilizaron pasivos por 12 mil 157 millones 500 mil pesos, muchos con organismos y programas federales, lo que ha significado que en repetidas ocasiones el Gobierno Federal haya realizado descuentos directos a nuestras participaciones”.

“Adicionalmente recibimos una deuda bancaria de largo plazo contratada por la administración anterior por 6 mil 287 millones 400 mil pesos. En los próximos días enviaré al Congreso del Estado una solicitud de autorización para reestructurar vía Banobras, en mejores condiciones, uno de los empréstitos más gravosos”.

“Al revisar la programación y la presupuestación para el 2013 se detectaron problemas en las asignaciones del gasto de prácticamente todas las dependencias y entidades. Varias de las secretarías únicamente traían previstas su nómina y su gasto operativo y no tenían asignaciones para sus tareas sustantivas”.

Ya en el segundo informe retomó lo que antes había diseñado y expuesto: propuse la estructuración de mi gestión gubernamental en tres etapas, a concretarse cada una de ellas durante dos años: 1) la de enfrentamiento de la crisis heredada; 2) la de la consolidación de avances; y 3) la de impulso al desarrollo económico sostenido para superar pobreza y desigualdad social.

Fue enfático al hablar de los funcionarios que los acompañarían: “…Me dolerá perder un colaborador o amigo, pero más el hecho de perder la confianza y esperanza de los tabasqueños…yo podré aceptar que mis colaboradores, al igual que yo, por ser seres humanos, se equivoquen, pero en el manejo de los recursos no hay equivocación”.

“… quienes traen esas intenciones mejor que ni se acerquen, porque si cometen ilícitos, van a terminar –dependiendo de la gravedad– con faltas administrativas, inhabilitación para no trabajar en el gobierno por muchos años, multados e incluso en la cárcel…”.

En una gira de agradecimiento, en septiembre del 2012 afirmó: “…quienes piensan que los recursos públicos son para destino privado, con todo el dolor de su alma tendrán que irse y habrán perdido la oportunidad de servir a Tabasco, aquellos que supongan que desde las filas del equipo que integrarán, que ahora será su oportunidad para robarle a los tabasqueños. Prácticamente desde ahora se confunden, pues para eso no se luchó por más de 24 años, no es el turno de saquear a Tabasco, sino la oportunidad de servirle”.

“..Para los saqueadores de Tabasco no habrá amnistía ni amnesia. También dijo que no es su postura la revancha ni cobro de facturas, pero para los que le han hecho daño al estado no habrá indulto...”.

¿Déja Vu? Depende del cristal con que se mire y del agravio o del favor recibido.


Llegó el último informe del gobernador Arturo Núñez Jiménez. Sólo el tiempo dirá si cumplió o no. Al inicio del sexenio, declaró: “Gobernar Tabasco nunca fue para mí simple ambición personal, accidente en mi trayectoria, tropiezo ocasional o una ocurrencia frívola; tampoco empecinamiento y mucho menos obsesión enfermiza…” (Discurso Toma de Protesta diciembre 2012).

En la misma intervención sostuvo: “He integrado un equipo de colaboradores en el cual se entreveran hombres y mujeres de distintas generaciones, formaciones profesionales, experiencias y capacidades personales y técnicas, así como militancia partidista y los hay aún sin ella. La primera consideración para incluirlos tiene que ver con el cumplimiento de dos requisitos esenciales para el desempeño de sus respectivos cargos: idoneidad para dar resultados a la sociedad tabasqueña y honorabilidad; en el momento en el que alguno de ellos deje de satisfacerlos, dejará de formar parte del equipo. Sé que honrarán la encomienda que les hago porque por su trayectoria y su visión están aquí. Y también sé que mi único y superior compromiso en estas decisiones y en todas las que tome es sólo con Tabasco y con los tabasqueños”.

En su Primer Informe detalló: “El Gobierno… se recibió en situación financiera muy complicada. La hacienda pública se encontró con problemas de liquidez, pasivos a proveedores y otros acreedores por más de 2 mil 300 millones de pesos y otros adeudos a acreedores institucionales de corto plazo no reportados en la entrega-recepción, ni respaldados con presupuesto en 2013. En total se contabilizaron pasivos por 12 mil 157 millones 500 mil pesos, muchos con organismos y programas federales, lo que ha significado que en repetidas ocasiones el Gobierno Federal haya realizado descuentos directos a nuestras participaciones”.

“Adicionalmente recibimos una deuda bancaria de largo plazo contratada por la administración anterior por 6 mil 287 millones 400 mil pesos. En los próximos días enviaré al Congreso del Estado una solicitud de autorización para reestructurar vía Banobras, en mejores condiciones, uno de los empréstitos más gravosos”.

“Al revisar la programación y la presupuestación para el 2013 se detectaron problemas en las asignaciones del gasto de prácticamente todas las dependencias y entidades. Varias de las secretarías únicamente traían previstas su nómina y su gasto operativo y no tenían asignaciones para sus tareas sustantivas”.

Ya en el segundo informe retomó lo que antes había diseñado y expuesto: propuse la estructuración de mi gestión gubernamental en tres etapas, a concretarse cada una de ellas durante dos años: 1) la de enfrentamiento de la crisis heredada; 2) la de la consolidación de avances; y 3) la de impulso al desarrollo económico sostenido para superar pobreza y desigualdad social.

Fue enfático al hablar de los funcionarios que los acompañarían: “…Me dolerá perder un colaborador o amigo, pero más el hecho de perder la confianza y esperanza de los tabasqueños…yo podré aceptar que mis colaboradores, al igual que yo, por ser seres humanos, se equivoquen, pero en el manejo de los recursos no hay equivocación”.

“… quienes traen esas intenciones mejor que ni se acerquen, porque si cometen ilícitos, van a terminar –dependiendo de la gravedad– con faltas administrativas, inhabilitación para no trabajar en el gobierno por muchos años, multados e incluso en la cárcel…”.

En una gira de agradecimiento, en septiembre del 2012 afirmó: “…quienes piensan que los recursos públicos son para destino privado, con todo el dolor de su alma tendrán que irse y habrán perdido la oportunidad de servir a Tabasco, aquellos que supongan que desde las filas del equipo que integrarán, que ahora será su oportunidad para robarle a los tabasqueños. Prácticamente desde ahora se confunden, pues para eso no se luchó por más de 24 años, no es el turno de saquear a Tabasco, sino la oportunidad de servirle”.

“..Para los saqueadores de Tabasco no habrá amnistía ni amnesia. También dijo que no es su postura la revancha ni cobro de facturas, pero para los que le han hecho daño al estado no habrá indulto...”.

¿Déja Vu? Depende del cristal con que se mire y del agravio o del favor recibido.