/ lunes 18 de febrero de 2019

No podíamos estar más peor de lo…

No podría estar el panorama más desolador en Tabasco de lo que está en estos momentos.

La inseguridad pública fuera de control. El desempleo sigue creciendo a ritmo acelerado. La inversión privada no se ve por ningún lado, y para acabarla, el gobierno en bancarrota.

Políticamente, también muy mal. Un Congreso que da pena ajena. Y una oposición empequeñecida.

La gente comienza a ponerse nerviosa y en algunos casos a desesperarse y exasperarse. La solución a sus problemas, no llega por ningún lado.

Si esto no arranca en unas semanas más, la situación va a complicarse aún más de lo que muchos se imaginan.

Las expectativas en torno al mandato de Adán Augusto López Hernández son más grandes que las generó en julio del 2012 el triunfo del entonces candidato de las izquierdas Arturo Núñez Jiménez.

En gran parte se debe al socavón financiero que dejaron las huestes de Núñez Jiménez, pero también al hoyo que en su momento dejo el ex gobernador Andrés Rafael Granier Melo, menor desde luego, en muchos miles de millones de pesos, que el heredado por el que salió por la puerta de atrás a hurtadillas.

Si se suman ambos boquetes el desfalco de la hacienda pública estatal debe de andar fácilmente por arriba de los 18 mil millones de pesos. Del desgobierno de Núñez Jiménez -se afirma en círculos cercanos a Adán Augusto López Hernández- que son más de 12 mil millones de pesos, los que no aparecen por ninguna parte.

Así qué imagínense, los problemas a los que se están enfrentado.

Y, por si fuera poco, los recursos de la Federación están llegando a cuentas gotas, y no como se esperaba.

Estas y otras causas son las que ha dificultado el arranque de la presente administración.

Aunado a esto, los evidentes errores que han cometido a un mes y 18 días de haber asumido constitucionalmente el nuevo gobierno, como fue el despido injustificado de cientos de burócratas -ilegal en muchísimos casos-.

Propiciado y alimentado por la proverbial y manifiesta miopía de algunos funcionarios que resultaron más papista que el Papa.

De que los escenarios están verdaderamente complicadísimos, nadie lo pone en duda.

El meollo del asunto, es que si la población no ve y siente en el corto y mediano plazo mejora alguna en sus bolsillos, la situación en todos los aspectos va volverse angustiante, compleja, dificilísima.

Más de lo que de por sí ya está.

En el propio gobierno va a ocurrir lo mismo. Internamente, ya hay voces disonantes, descontentas.

Dios quiera que todo se resuelva de la mejor manera.

En serio, otro sexenio como el de Arturo Núñez Jiménez y colaboradores, ya no la aguanta nadie.

2 años de desmedido saqueo son más que suficiente.

¿No cree usted?

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Ya son muy pocos los espacios públicos de los que dispone el gobernador para cumplir los compromisos políticos de campaña.

Si no ha sido llamado, es hora de empezarse a preocupar, y en serio. Muy en serio.

La saca aceite por los cargos disponibles está a todo lo que da, ya que, si bien es cierto, que los más importantes ya se repartieron, todavía quedan algunos valiosos, relevantes.

Esta semana va a ser crucial, para los que no han sido considerados para alguna encomienda.

Les deseo: ¡Muchísima suerte!, sobre todo a los que trabajaron de sol a sol, y hasta la fecha no han sido injustamente tomados en cuentas.

No podría estar el panorama más desolador en Tabasco de lo que está en estos momentos.

La inseguridad pública fuera de control. El desempleo sigue creciendo a ritmo acelerado. La inversión privada no se ve por ningún lado, y para acabarla, el gobierno en bancarrota.

Políticamente, también muy mal. Un Congreso que da pena ajena. Y una oposición empequeñecida.

La gente comienza a ponerse nerviosa y en algunos casos a desesperarse y exasperarse. La solución a sus problemas, no llega por ningún lado.

Si esto no arranca en unas semanas más, la situación va a complicarse aún más de lo que muchos se imaginan.

Las expectativas en torno al mandato de Adán Augusto López Hernández son más grandes que las generó en julio del 2012 el triunfo del entonces candidato de las izquierdas Arturo Núñez Jiménez.

En gran parte se debe al socavón financiero que dejaron las huestes de Núñez Jiménez, pero también al hoyo que en su momento dejo el ex gobernador Andrés Rafael Granier Melo, menor desde luego, en muchos miles de millones de pesos, que el heredado por el que salió por la puerta de atrás a hurtadillas.

Si se suman ambos boquetes el desfalco de la hacienda pública estatal debe de andar fácilmente por arriba de los 18 mil millones de pesos. Del desgobierno de Núñez Jiménez -se afirma en círculos cercanos a Adán Augusto López Hernández- que son más de 12 mil millones de pesos, los que no aparecen por ninguna parte.

Así qué imagínense, los problemas a los que se están enfrentado.

Y, por si fuera poco, los recursos de la Federación están llegando a cuentas gotas, y no como se esperaba.

Estas y otras causas son las que ha dificultado el arranque de la presente administración.

Aunado a esto, los evidentes errores que han cometido a un mes y 18 días de haber asumido constitucionalmente el nuevo gobierno, como fue el despido injustificado de cientos de burócratas -ilegal en muchísimos casos-.

Propiciado y alimentado por la proverbial y manifiesta miopía de algunos funcionarios que resultaron más papista que el Papa.

De que los escenarios están verdaderamente complicadísimos, nadie lo pone en duda.

El meollo del asunto, es que si la población no ve y siente en el corto y mediano plazo mejora alguna en sus bolsillos, la situación en todos los aspectos va volverse angustiante, compleja, dificilísima.

Más de lo que de por sí ya está.

En el propio gobierno va a ocurrir lo mismo. Internamente, ya hay voces disonantes, descontentas.

Dios quiera que todo se resuelva de la mejor manera.

En serio, otro sexenio como el de Arturo Núñez Jiménez y colaboradores, ya no la aguanta nadie.

2 años de desmedido saqueo son más que suficiente.

¿No cree usted?

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Ya son muy pocos los espacios públicos de los que dispone el gobernador para cumplir los compromisos políticos de campaña.

Si no ha sido llamado, es hora de empezarse a preocupar, y en serio. Muy en serio.

La saca aceite por los cargos disponibles está a todo lo que da, ya que, si bien es cierto, que los más importantes ya se repartieron, todavía quedan algunos valiosos, relevantes.

Esta semana va a ser crucial, para los que no han sido considerados para alguna encomienda.

Les deseo: ¡Muchísima suerte!, sobre todo a los que trabajaron de sol a sol, y hasta la fecha no han sido injustamente tomados en cuentas.