/ jueves 2 de mayo de 2019

No cumplen ni un año, y ya brota pus

Lo sucedido en Macuspana, Balancán y Cárdenas, respecto, al rotundo revés que sufrieron la mayoría de los candidatos de Morena a las delegaciones municipales, es un escenario político-electoral que puede repetirse en las elecciones intermedias de 2021.

Si la inseguridad pública y el desempleo continúan creciendo exponencialmente como hasta ahora, como otros tantos problemas, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) corre el inminente riesgo de perder el grueso de las 17 alcaldías y de las 21 diputaciones de mayoría relativa y las propias curules federales.

El descontento manifestado en las urnas o, mejor dicho, en contra de los alcaldes Roberto Villalpando Arias, Saúl Plancarte Torres y Armando Beltrán Tenorio, realmente a nadie sorprende.

La incongruencia de esta tríada, es proverbial.

En los municipios que dicen gobernar sus ciudadanos están descontentos. En serio, que da tristeza ver cómo estás demarcaciones están abandonadas, olvidadas. Literalmente: involucionando.

Y no es que las anteriores administraciones hayan sido mejores, simple y sencillamente, las que llegaron, gracias al “tsunami” andresmanuelista, dejan mucho que desear.

Comienzan a convertirse en pueblos fantasma, principalmente, Cárdenas.

Fraccionamientos vacíos dan testimonio de ello, desde hace años.

Vivir allí como en otras demarcaciones de la región de La Chontalpa es como estarse jugando la vida todos los días.

Por supuesto, que no son los únicos gobernados que están sufriendo las de Caín. Los restantes municipios también se la están viendo negra.

La inseguridad pública, el desempleo y la falta de capacidad, habilidad, talento y experiencia de sus autoridades, ha agravado y profundizado los problemas políticos, sociales y económicos que tenían hace algunos meses.

La pérdida de las delegaciones municipales por parte de Morena, es una seria advertencia de lo que puede ocurrir en el 2021, si los escenarios no cambian radicalmente.

Salvo uno, dos o tres alcaldes, si no es que menos, los demás dan pena ajena.

A siete meses de haber asumido constitucionalmente sus mandatos municipales, los hechos de corrupción empiezan a brotar por todos lados.

Roberto Villalpando Arias es el ejemplo emblemático de la corrupción, de la voracidad y rapacidad desmedida.

Y eso que no llevan ni un año en el poder.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Lástima, que el imaginario colectivo no coincida con el coordinador del Comité Organizador de la Feria Tabasco 2019, Miguel Wabi Yabur, ya que mientras él y sus subordinados, aseguran que todo va viento en popa, el pueblo afirma exactamente todo lo contrario.

En el propio gobierno se comenta, que la mayoría de los eventos han sido un fracaso, como lo fue el desfile de carros alegóricos, imposición de bandas, etcétera, etcétera.

Muy lejos de los que anteriormente se organizaban.

Es más, algunos están apostando, que por lo que se aprecia: La Feria no va a ser ni la sombra de lo que ha sido, casi siempre, la fiesta de los tabasqueños.

Bien dice el dicho: lo que mal empieza mal termina.

Lo sucedido en Macuspana, Balancán y Cárdenas, respecto, al rotundo revés que sufrieron la mayoría de los candidatos de Morena a las delegaciones municipales, es un escenario político-electoral que puede repetirse en las elecciones intermedias de 2021.

Si la inseguridad pública y el desempleo continúan creciendo exponencialmente como hasta ahora, como otros tantos problemas, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) corre el inminente riesgo de perder el grueso de las 17 alcaldías y de las 21 diputaciones de mayoría relativa y las propias curules federales.

El descontento manifestado en las urnas o, mejor dicho, en contra de los alcaldes Roberto Villalpando Arias, Saúl Plancarte Torres y Armando Beltrán Tenorio, realmente a nadie sorprende.

La incongruencia de esta tríada, es proverbial.

En los municipios que dicen gobernar sus ciudadanos están descontentos. En serio, que da tristeza ver cómo estás demarcaciones están abandonadas, olvidadas. Literalmente: involucionando.

Y no es que las anteriores administraciones hayan sido mejores, simple y sencillamente, las que llegaron, gracias al “tsunami” andresmanuelista, dejan mucho que desear.

Comienzan a convertirse en pueblos fantasma, principalmente, Cárdenas.

Fraccionamientos vacíos dan testimonio de ello, desde hace años.

Vivir allí como en otras demarcaciones de la región de La Chontalpa es como estarse jugando la vida todos los días.

Por supuesto, que no son los únicos gobernados que están sufriendo las de Caín. Los restantes municipios también se la están viendo negra.

La inseguridad pública, el desempleo y la falta de capacidad, habilidad, talento y experiencia de sus autoridades, ha agravado y profundizado los problemas políticos, sociales y económicos que tenían hace algunos meses.

La pérdida de las delegaciones municipales por parte de Morena, es una seria advertencia de lo que puede ocurrir en el 2021, si los escenarios no cambian radicalmente.

Salvo uno, dos o tres alcaldes, si no es que menos, los demás dan pena ajena.

A siete meses de haber asumido constitucionalmente sus mandatos municipales, los hechos de corrupción empiezan a brotar por todos lados.

Roberto Villalpando Arias es el ejemplo emblemático de la corrupción, de la voracidad y rapacidad desmedida.

Y eso que no llevan ni un año en el poder.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Lástima, que el imaginario colectivo no coincida con el coordinador del Comité Organizador de la Feria Tabasco 2019, Miguel Wabi Yabur, ya que mientras él y sus subordinados, aseguran que todo va viento en popa, el pueblo afirma exactamente todo lo contrario.

En el propio gobierno se comenta, que la mayoría de los eventos han sido un fracaso, como lo fue el desfile de carros alegóricos, imposición de bandas, etcétera, etcétera.

Muy lejos de los que anteriormente se organizaban.

Es más, algunos están apostando, que por lo que se aprecia: La Feria no va a ser ni la sombra de lo que ha sido, casi siempre, la fiesta de los tabasqueños.

Bien dice el dicho: lo que mal empieza mal termina.