/ miércoles 26 de junio de 2019

Ni a quien irle, “tan malo el pinto...”

En ese asunto que se trae el ex secretario General del ayuntamiento de Centro, Roberto Romero del Valle, y el ex secretario de Comunicaciones y Transportes “núñistas”, Agustín Silva Vidal, ni a quien irle, “tan malo el pinto como el colorado”

Por ninguno de los dos meto las manos al fuego. ¿Usted? No creo que lo haga.

Los dos tienen cola que le pisen. Desde luego que el ex coordinador de Asesores la tiene más larga. Lo que de ninguna manera significa que el ex dirigente estatal del PRD tenga las uñas más cortas, lo que sucede es que su acérrimo adversario ha estado en cargos públicos en donde se ha servido con la cuchara grande, pero de que le gusta a Romero del Valle el trinquete ni duda cabe.

Ambos son desleales, prepotentes, soberbios, engreídos, soeces y perniciosos. Por lo mismo, no se pueden ver ni en pintura, se odian a muerte. Son de esos políticos con cualidades innatas para dividir, restar, destruir; menos, para sumar y multiplicar.

Ayer se sacaron vergonzosamente los trapitos al sol. Pero qué le va usted a hacer, eso son los actorcillos que desde hace años están actuando en el escabroso escenario político tabasqueño.

Uno trata de hacer todo lo que se tenga que hacer, así tenga que arrastrarse y hincarse, para que la justicia no alcance al sátrapa ex mandatario Arturo Núñez Jiménez y a su rapaz cónyuge Martha Lilia López Aguilera, y de paso blindarse de las corruptelas que cometió en la desaparecida SCT.

El dizque operador de Gerardo Gaudiano Rovirosa trata a toda costa de excluir o, mejor dicho, desterrar definitivamente a la corriente núñista del PRD. Y si es posible desaparecerla, que es lo más seguro que ocurra, pues el senador Juan Manuel Fócil Pérez no quiere saber nada del núñismo.

Y para acabarla de amolar, las alianzas que tejió en la bancada del perredé ya se deshicieron. Hasta la propia ex coordinadora de Comunicación Social, Dolores Gutiérrez Zurita, ya se deslindó de Silva Vidal. Pintó su raya.

Lo más seguro es que el diputado plurinominal del partido negro y amarillo se quedó chiflando solo en la loma de los disparos, como se dice en la jerga beisbolera.

Ya que actualmente no vale ni un cacahuate. Políticamente se convirtió en un estorbo. Nadie da ni tan siquiera dos pesos por él. Ya no representa nada.

Que le dé gracias a Dios, si el gobierno de Adán Augusto López Hernández no lo sienta en el banquillo de los acusados, ya que al igual que otros ex colaboradores del pasado gobierno hicieron negocios a costillas de los contribuyentes federal y estatal y municipal.

Roberto Romero del Valle lo que debe de hacer es ponerse a chambear en serio, si es que su patrón quiere quedarse con lo que queda del PRD, pues Juan Manuel Fócil Pérez va reafiliando a marcha forzada.

Dicen los que saben, que lleva la delantera en este proceso de reafiliación.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

La legisladora federal, Soraya Pérez Munguía, resultó una brillante esgrimista.

Ayer durante una entrevista se lució. Demostró conocimientos, experiencia, capacidad, habilidad, audacia y sagacidad.

No cayó en el juego inteligente del comunicador.

En ese asunto que se trae el ex secretario General del ayuntamiento de Centro, Roberto Romero del Valle, y el ex secretario de Comunicaciones y Transportes “núñistas”, Agustín Silva Vidal, ni a quien irle, “tan malo el pinto como el colorado”

Por ninguno de los dos meto las manos al fuego. ¿Usted? No creo que lo haga.

Los dos tienen cola que le pisen. Desde luego que el ex coordinador de Asesores la tiene más larga. Lo que de ninguna manera significa que el ex dirigente estatal del PRD tenga las uñas más cortas, lo que sucede es que su acérrimo adversario ha estado en cargos públicos en donde se ha servido con la cuchara grande, pero de que le gusta a Romero del Valle el trinquete ni duda cabe.

Ambos son desleales, prepotentes, soberbios, engreídos, soeces y perniciosos. Por lo mismo, no se pueden ver ni en pintura, se odian a muerte. Son de esos políticos con cualidades innatas para dividir, restar, destruir; menos, para sumar y multiplicar.

Ayer se sacaron vergonzosamente los trapitos al sol. Pero qué le va usted a hacer, eso son los actorcillos que desde hace años están actuando en el escabroso escenario político tabasqueño.

Uno trata de hacer todo lo que se tenga que hacer, así tenga que arrastrarse y hincarse, para que la justicia no alcance al sátrapa ex mandatario Arturo Núñez Jiménez y a su rapaz cónyuge Martha Lilia López Aguilera, y de paso blindarse de las corruptelas que cometió en la desaparecida SCT.

El dizque operador de Gerardo Gaudiano Rovirosa trata a toda costa de excluir o, mejor dicho, desterrar definitivamente a la corriente núñista del PRD. Y si es posible desaparecerla, que es lo más seguro que ocurra, pues el senador Juan Manuel Fócil Pérez no quiere saber nada del núñismo.

Y para acabarla de amolar, las alianzas que tejió en la bancada del perredé ya se deshicieron. Hasta la propia ex coordinadora de Comunicación Social, Dolores Gutiérrez Zurita, ya se deslindó de Silva Vidal. Pintó su raya.

Lo más seguro es que el diputado plurinominal del partido negro y amarillo se quedó chiflando solo en la loma de los disparos, como se dice en la jerga beisbolera.

Ya que actualmente no vale ni un cacahuate. Políticamente se convirtió en un estorbo. Nadie da ni tan siquiera dos pesos por él. Ya no representa nada.

Que le dé gracias a Dios, si el gobierno de Adán Augusto López Hernández no lo sienta en el banquillo de los acusados, ya que al igual que otros ex colaboradores del pasado gobierno hicieron negocios a costillas de los contribuyentes federal y estatal y municipal.

Roberto Romero del Valle lo que debe de hacer es ponerse a chambear en serio, si es que su patrón quiere quedarse con lo que queda del PRD, pues Juan Manuel Fócil Pérez va reafiliando a marcha forzada.

Dicen los que saben, que lleva la delantera en este proceso de reafiliación.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

La legisladora federal, Soraya Pérez Munguía, resultó una brillante esgrimista.

Ayer durante una entrevista se lució. Demostró conocimientos, experiencia, capacidad, habilidad, audacia y sagacidad.

No cayó en el juego inteligente del comunicador.