/ lunes 25 de marzo de 2019

Morir en el “Paraíso”

El lunes se anunció oficialmente el esquema para la construcción de la Refinería de Dos Bocas, Paraíso, cinco días después en ese municipio murió asesinado el hijo de la primera autoridad del lugar, Antonio Alejandro Almeida, apenas horas antes el gobernador Adán Augusto López Hernández realizó una gira en la que entregó obras en ese municipio de la zona costera.

Hay quien asegura que el vástago del edil de esa municipalidad en realidad se metió en un “pleito de antro” y en el que se llevó la peor parte.

Como sea, algo muy siniestro ocurre en ese municipio al que le apuestan convertir en una ciudad pujante con la instalación de la refinería.

Pero, el Paraíso no tiene nada de eso.

Si al hijo de la autoridad le ocurre algo así que no podría sucederle a un ciudadano común o a un empresario que pretenda radicar una inversión en el lugar.

Hace algunos meses fueron asesinados un par de hermanos que trabajaban en Petróleos Mexicanos y a quienes “presuntamente” se les relacionó con actividades de delincuencia organizada y como para mandar un mensaje al estilo criminal, sus cuerpos fueron retratados desnudos y compartidos en las redes sociales en las planchas del Servicio Médico Forense, al igual que el de sus compañeras sentimentales y otros más que murieron esa noche. El recado pudo haber sido:

“No importa el poder que tengas, que acumules o que llegues a tener al final eres simplemente mortal”.

El mensaje de lo ocurrido el fin de semana es aflictivo.

Y la semana inicia con la visita del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador a su tierra Tabasco y a un municipio vecino de Paraíso; Centla.

¿Y?

CONTORNO

UJAT: Acoso

Una atípica protesta se registró la mañana del pasado 20 de marzo -durante la celebración de la tradicional ceremonia a Juárez (Benito) en la que autoridades universitarias realizan una caminata desde el histórico Instituto Juárez hasta la sede del Poder Ejecutivo- un colectivo de estudiantes, mujeres, elevó el grito de justicia y de poner un alto al acoso sexual que se vive en las aulas universitarias.

La acusación –sumamente grave- aunque el rector, José Manuel Piña Gutiérrez la desestimó con el argumento de la ley:

“nos encontramos con las puertas abiertas para recibir las denuncias y, en su caso, que también sean turnadas a las autoridades correspondientes, pero hasta el momento no existe ninguna denuncia formal contra algún profesor o miembro administrativo” aclaró.

Contra esa argumentación difícilmente podrá procederse en contra de alguno de los supuestos involucrados, sin embargo, el acoso y sobre todo el “abuso de poder” desde posiciones de “dominio” aunque suene absurdo “terminan por facilitar la consumación de un acto ilícito”.

Casi en todas las divisiones desde muchos años atrás es del dominio público la -conducta anormal- de ciertos profesores sobre sus alumnos, (con la aclaración personal sobre muchos académicos que son ejemplo de docencia y de servicio a la comunidad universitaria) lo que podría terminarse con la denuncia correspondiente ante la propia institución educativa o ante la autoridad legal competente.

Desafortunadamente, muchos de los que son acosados, por distintas razones y motivos son completamente vulnerables.

Mientras el debate está abierto sobre ese controversial tema, las autoridades universitarias, comenzando por el rector más que reclamar demandas, debería de atender de manera personalizada a los grupos de inconformes.


El lunes se anunció oficialmente el esquema para la construcción de la Refinería de Dos Bocas, Paraíso, cinco días después en ese municipio murió asesinado el hijo de la primera autoridad del lugar, Antonio Alejandro Almeida, apenas horas antes el gobernador Adán Augusto López Hernández realizó una gira en la que entregó obras en ese municipio de la zona costera.

Hay quien asegura que el vástago del edil de esa municipalidad en realidad se metió en un “pleito de antro” y en el que se llevó la peor parte.

Como sea, algo muy siniestro ocurre en ese municipio al que le apuestan convertir en una ciudad pujante con la instalación de la refinería.

Pero, el Paraíso no tiene nada de eso.

Si al hijo de la autoridad le ocurre algo así que no podría sucederle a un ciudadano común o a un empresario que pretenda radicar una inversión en el lugar.

Hace algunos meses fueron asesinados un par de hermanos que trabajaban en Petróleos Mexicanos y a quienes “presuntamente” se les relacionó con actividades de delincuencia organizada y como para mandar un mensaje al estilo criminal, sus cuerpos fueron retratados desnudos y compartidos en las redes sociales en las planchas del Servicio Médico Forense, al igual que el de sus compañeras sentimentales y otros más que murieron esa noche. El recado pudo haber sido:

“No importa el poder que tengas, que acumules o que llegues a tener al final eres simplemente mortal”.

El mensaje de lo ocurrido el fin de semana es aflictivo.

Y la semana inicia con la visita del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador a su tierra Tabasco y a un municipio vecino de Paraíso; Centla.

¿Y?

CONTORNO

UJAT: Acoso

Una atípica protesta se registró la mañana del pasado 20 de marzo -durante la celebración de la tradicional ceremonia a Juárez (Benito) en la que autoridades universitarias realizan una caminata desde el histórico Instituto Juárez hasta la sede del Poder Ejecutivo- un colectivo de estudiantes, mujeres, elevó el grito de justicia y de poner un alto al acoso sexual que se vive en las aulas universitarias.

La acusación –sumamente grave- aunque el rector, José Manuel Piña Gutiérrez la desestimó con el argumento de la ley:

“nos encontramos con las puertas abiertas para recibir las denuncias y, en su caso, que también sean turnadas a las autoridades correspondientes, pero hasta el momento no existe ninguna denuncia formal contra algún profesor o miembro administrativo” aclaró.

Contra esa argumentación difícilmente podrá procederse en contra de alguno de los supuestos involucrados, sin embargo, el acoso y sobre todo el “abuso de poder” desde posiciones de “dominio” aunque suene absurdo “terminan por facilitar la consumación de un acto ilícito”.

Casi en todas las divisiones desde muchos años atrás es del dominio público la -conducta anormal- de ciertos profesores sobre sus alumnos, (con la aclaración personal sobre muchos académicos que son ejemplo de docencia y de servicio a la comunidad universitaria) lo que podría terminarse con la denuncia correspondiente ante la propia institución educativa o ante la autoridad legal competente.

Desafortunadamente, muchos de los que son acosados, por distintas razones y motivos son completamente vulnerables.

Mientras el debate está abierto sobre ese controversial tema, las autoridades universitarias, comenzando por el rector más que reclamar demandas, debería de atender de manera personalizada a los grupos de inconformes.