/ miércoles 12 de diciembre de 2018

Les llegó la austeridad

Bajo la justificación de garantizar procesos democráticos con certidumbre para los participantes y para la sociedad en cada paso hasta desembocar en los resultados, se dio paso al crecimiento constante de los aparatos organizadores hasta llegar a estructuras obesas.

Con cargo al erario se llegó por ejemplo a despilfarros como comprar un inmueble para sede del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco en 32 millones de pesos que sigue sin ser utilizado y, siete años después, seguir pagando decenas de miles en renta de oficinas.

La cara del dispendio la muestran los consejeros electorales por ser los responsables de operar el IEPCT y auto asignarse sueldos excesivos que rondan los 100 mil pesos mensuales, más prestaciones y bonos que se asignan.

Los consejeros electorales, desde su aparición, han devengado salarios altos, acorde a las costumbres que el pasado 1 de julio colapsaron vía el voto ciudadano que implicó un ya basta al dispendio generalizado de la alta burocracia.

Quienes leyeron antes esa inconformidad y actuaron en consecuencia fueron los dos consejeros electorales que asumieron sus cargos en octubre de 2017, al regresar de forma voluntaria unos 20 mil pesos mensuales.

Una vez aprobado ayer el Presupuesto de Egresos 2019 en el Congreso del Estado, por 51 mil millones de pesos, el IEPCT y otros organismos como el Instituto de Transparencia, estarán obligados a un programa de austeridad interna sin precedentes, pues en los próximos dos años no habrá procesos electorales.

Habrá que esperar el calado de la austeridad que aplicará el próximo gobierno, desde el pago de salarios, compensaciones y prestaciones, hasta el gasto corriente en las dependencias, para redirigir el recurso a programas sociales y productivos, así como a infraestructura.

Sobre todo porque iniciará con un saldo negativo en participaciones federales que serán adelantas en estos días para que el gobierno saliente pueda cumplir con los pagos a los trabajadores.

Veremos hasta dónde apretarán el cinturón de la austeridad que, de entrada, resentirán más el instituto electoral, el de transparencia y el Tribunal Electoral de Tabasco.

El gobernador electo, Adán Augusto López Hernández, ya dijo que propondrá la creación de las secretarías de Turismo y de Cultura vía una reforma, lo cual hará los primeros días de su gobierno, que contemplará también la fusión de algunas áreas administrativas.

Se espera que el obeso aparato burocrático se adelgace desde los mandos medios hacia arriba, tal como lo hizo el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en la administración federal, cuya medida más vistosa es en las delegaciones federales y la reducción en las remuneraciones.

Por lo pronto, al próximo gobernador se le puso como tope máximo de ingresos 104 mil pesos mensuales, en la tónica de no percibir más que el presidente de la República.

El propósito es que, además de la austeridad, se logre un gobierno eficaz, abierto y de buenos resultados que no repita errores del gobierno actual o de los anteriores.

HOJAS SUELTAS…

Los pochimovilistas aplicaron ya un incremento de 1.50 pesos que les autorizaron en 2016. Pasó de 7 a 8.50 pesos. Los taxistas comienzan ya a presionar para que este gobierno que se va les apruebe al menos 5 pesos cada servicio. Veremos si toma esa medida la SCT actual o le deja el paquete al gobierno entrante.

Bajo la justificación de garantizar procesos democráticos con certidumbre para los participantes y para la sociedad en cada paso hasta desembocar en los resultados, se dio paso al crecimiento constante de los aparatos organizadores hasta llegar a estructuras obesas.

Con cargo al erario se llegó por ejemplo a despilfarros como comprar un inmueble para sede del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco en 32 millones de pesos que sigue sin ser utilizado y, siete años después, seguir pagando decenas de miles en renta de oficinas.

La cara del dispendio la muestran los consejeros electorales por ser los responsables de operar el IEPCT y auto asignarse sueldos excesivos que rondan los 100 mil pesos mensuales, más prestaciones y bonos que se asignan.

Los consejeros electorales, desde su aparición, han devengado salarios altos, acorde a las costumbres que el pasado 1 de julio colapsaron vía el voto ciudadano que implicó un ya basta al dispendio generalizado de la alta burocracia.

Quienes leyeron antes esa inconformidad y actuaron en consecuencia fueron los dos consejeros electorales que asumieron sus cargos en octubre de 2017, al regresar de forma voluntaria unos 20 mil pesos mensuales.

Una vez aprobado ayer el Presupuesto de Egresos 2019 en el Congreso del Estado, por 51 mil millones de pesos, el IEPCT y otros organismos como el Instituto de Transparencia, estarán obligados a un programa de austeridad interna sin precedentes, pues en los próximos dos años no habrá procesos electorales.

Habrá que esperar el calado de la austeridad que aplicará el próximo gobierno, desde el pago de salarios, compensaciones y prestaciones, hasta el gasto corriente en las dependencias, para redirigir el recurso a programas sociales y productivos, así como a infraestructura.

Sobre todo porque iniciará con un saldo negativo en participaciones federales que serán adelantas en estos días para que el gobierno saliente pueda cumplir con los pagos a los trabajadores.

Veremos hasta dónde apretarán el cinturón de la austeridad que, de entrada, resentirán más el instituto electoral, el de transparencia y el Tribunal Electoral de Tabasco.

El gobernador electo, Adán Augusto López Hernández, ya dijo que propondrá la creación de las secretarías de Turismo y de Cultura vía una reforma, lo cual hará los primeros días de su gobierno, que contemplará también la fusión de algunas áreas administrativas.

Se espera que el obeso aparato burocrático se adelgace desde los mandos medios hacia arriba, tal como lo hizo el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en la administración federal, cuya medida más vistosa es en las delegaciones federales y la reducción en las remuneraciones.

Por lo pronto, al próximo gobernador se le puso como tope máximo de ingresos 104 mil pesos mensuales, en la tónica de no percibir más que el presidente de la República.

El propósito es que, además de la austeridad, se logre un gobierno eficaz, abierto y de buenos resultados que no repita errores del gobierno actual o de los anteriores.

HOJAS SUELTAS…

Los pochimovilistas aplicaron ya un incremento de 1.50 pesos que les autorizaron en 2016. Pasó de 7 a 8.50 pesos. Los taxistas comienzan ya a presionar para que este gobierno que se va les apruebe al menos 5 pesos cada servicio. Veremos si toma esa medida la SCT actual o le deja el paquete al gobierno entrante.