/ sábado 21 de octubre de 2023

La aventura de cambiarte a ti mismo | Día Internacional de la Biblioteca

Confieso que hace apenas unos días me enteré de la existencia del Día Internacional de la Biblioteca, y la razón por la cual se conmemora me pareció más interesante.

Su conmemoración es el 24 de Octubre, ya que ese día, pero en el año 1992, el profesor de Literatura de la Universidad de Sarajevo Nikola Koljevic ordenó la quema de la Biblioteca Nacional de Sarajevo con bombas incendiarias, quedando totalmente en ruinas debido al conflicto bélico de Los Balcanes.

Él era amigo de Radovan Karadzic, nacionalistas radicales que seducidos por la idea de la Gran Serbia, que básicamente se refería a la pureza de la raza y una grandeza francamente imposible. Sarajevo, en esta ciudad los Bosnios musulmanes y Croatas católicos eran la mayoría de la población.

Lo más triste es que la arquitectura de esa bellísima biblioteca incorporaba elementos de tradición árabe y oriental, y eso para los nacionalistas radicales resultaban ser un insulto a sus creencias y una mancha en su proyecto; por esta razón decidieron destruirlo completamente.

Muchos tiranos de los que han existido a lo largo de la historia vieron en los libros una fuente de franca oposición para sus terribles fines e ideas de nación.

La lectura es una de las actividades más enriquecedoras y poderosas que podemos realizar. A través de los libros, revistas y artículos adquirimos conocimientos, perspectivas y experiencias que amplían nuestra comprensión del mundo. La lectura nos transporta a diferentes épocas, lugares y realidades, y nos proporciona la oportunidad de experimentar la vida desde la perspectiva de los demás.

«Soy una persona anticuada que cree que leer libros es el pasatiempo más hermoso que la humanidad ha creado.» — Wisława Szymborska

Maria Wisława Anna Szymborska fue una poetisa, ensayista y traductora polaca, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1996.

Hermosa frase, con la cual me identifico plenamente… Pero volviendo al tema, “las bibliotecas se deben aprovechar como un santuario del saber, del conocimiento y de la diversión. Aquí podemos hacer de todo”, comenta Enrique González Núñez, licenciado en biblioteconomía y también trabajador de la Biblioteca Othón de la Ciudad de México. Otra opinión muy interesante es la de la directora de la Biblioteca Nacional de Costa Rica, Laura Rodríguez Amador, piensa que éstas (las bibliotecas) han sido, son y serán siempre un pilar democrático de construcción de identidad y de memoria; para la especialista en bibliotecas nacionales y patrimoniales, las bibliotecas son mucho más que un lugar para el préstamo de libros; son un punto de encuentro y de desarrollo social, cultural, económico.

He ahí, la palabra clave que me gusta, y que compete a esta humilde columna: Desarrollo.

Leer es una habilidad que nos ayuda en muchos aspectos. Uno de ellos es el de desarrollar el pensamiento crítico.

La cuestión aquí es que las estadísticas en nuestro país y en nuestro querido Tabasco, están para llorar. No pongo en duda los esfuerzos que durante años, los gobiernos federales y estatales han hecho por fomentar la lectura; la situación es que a las personas, verdaderamente no les interesa leer.

Para poder seguir, entendiendo esta columna, Ud lector y yo, vayamos aclarando los siguientes conceptos:

La lectura nos brinda acceso a una riqueza de conocimientos y experiencias, mientras que el pensamiento crítico nos permite evaluar y analizar esta información de manera reflexiva y objetiva. Es un círculo virtuoso que nos lleva a un mayor crecimiento intelectual y personal.

(Ay, me encanta las palabras círculo virtuoso, hasta rara se oye después de escuchar tantas veces y por todos lados las palabras círculo vicioso).

Entiendo que dos de las muchas razones es la falta de lectura y del desarrollo del pensamiento crítico que se adquiere leyendo es que estamos como estamos. Ya cada quién podrá decir lo que esa frase significa.

Aquí les van las cifras alegres

En México se leen en promedio 3.8 libros al año por persona, pero sólo 2 de cada 10 lectores comprende totalmente el contenido que leyó, estamos reprobados en comprensión lectora, oops.

Cada mexicano lee en promedio un libro cada tres meses. Los materiales de lectura consultados con mayor frecuencia son 1. libros de texto o escolares, 2. periódicos y 3. páginas, foros o blogs digitales.

La mitad de la población aseguró que sus padres o tutores no tenían el hábito de leer, por lo cual no se estimuló su interés por la lectura. En México 7 de cada 10 personas dijo que sus padres o tutores no tenían la costumbre de leerles algún texto en la infancia y 3 de cada 10 no fue incentivado a leer porque su familia no solía llevarlo a bibliotecas o librerías.

Y las razones por las cuales no leen son: la mitad de los habitantes aseguró que no tiene tiempo suficiente para dedicarlo a leer. Al menos 1 de cada 4 dijo que no lee por falta de interés y porque no les gusta la lectura, y 1 de cada 10 afirmó que no lee porque prefiere realizar otras actividades.

Estas cifras son de acuerdo con el Módulo sobre Lectura (Molec) del Inegi para el 2018.

Lo importante, es que muchas veces no sabemos en verdad cómo se refleja en nuestra vida cotidiana el simple hecho de leer y aplicar el pensamiento crítico: nos ayuda a tomar decisiones conscientes y bien fundamentadas, a mantener una mente abierta y a adoptar un enfoque más analítico en nuestras relaciones, trabajos y proyectos personales.

Lo más increíble es que veo tanta necesidad de tener buenos ejemplos o modelos de vida, que podamos palpar el impacto positivo que podemos crear en nuestra vida y en la comunidad.

Les confieso que muchas veces la desesperanza y la frustración hace estragos en mi mente y en mi corazón. Pero sé que hay muchas maneras para poder realmente crear ese impacto positivo que tanto necesitamos. Por mencionar algunas, fortaleciendo mi relaciones personales, encontrando de nuevo un sentido de propósito y satisfacción en mi vida, y que al mismo tiempo benefician mi salud y bienestar.

Estoy convencida que a través de pequeñas pero significativas acciones, como son ayudar a alguien en necesidad, ser amables, comprensivos y compasivos, ayudan un buen. También las grandes acciones ayudan a transformar nuestro entorno, como lo son trabajar en proyectos comunitarios, abogar por causas sociales o contribuir a la solución de problemas globales, por mencionar algunas.

Es importante destacar que muchas personas y organizaciones de la sociedad civil, activistas, periodistas y ciudadanos trabajan activamente para abordar los desafíos y promover un cambio positivo. Es urgente crear un sentido de comunidad. Estoy segura que todo esto se puede superar a través de la educación, promoción de una ciudadanía informada y crítica.

Los mexicanos vivimos en constante contradicción; en términos de valores, valoramos la familia y la comunidad, pero también existe una mentalidad individualista y competitiva en algunos aspectos de nuestra sociedad.

En el Día de la Biblioteca es fundamental recordar la importancia del pensamiento crítico en la sociedad actual. Cultivar esta habilidad nos permite ser ciudadanos informados y activos, capaces de enfrentar los desafíos y las decisiones que se nos presentan. Te invito a ti, lector, lectora, a abrazar esta destreza y utilizarla como una herramienta para la transformación personal y social.

¿Cómo celebrar el Día Internacional de la Biblioteca? La respuesta es sencillísima: Simplemente visita una biblioteca ese día, en donde seguro tendrán varias actividades pensadas para celebrar. Otra manera es compartiendo una reseña sobre alguno de tus libros favoritos e inspirando a otros a que abran su mente para visitar nuevos mundos en papel. Así que toma un libro y adéntrate en el poder de la lectura y el pensamiento crítico.

Gracias por leerme.

Confieso que hace apenas unos días me enteré de la existencia del Día Internacional de la Biblioteca, y la razón por la cual se conmemora me pareció más interesante.

Su conmemoración es el 24 de Octubre, ya que ese día, pero en el año 1992, el profesor de Literatura de la Universidad de Sarajevo Nikola Koljevic ordenó la quema de la Biblioteca Nacional de Sarajevo con bombas incendiarias, quedando totalmente en ruinas debido al conflicto bélico de Los Balcanes.

Él era amigo de Radovan Karadzic, nacionalistas radicales que seducidos por la idea de la Gran Serbia, que básicamente se refería a la pureza de la raza y una grandeza francamente imposible. Sarajevo, en esta ciudad los Bosnios musulmanes y Croatas católicos eran la mayoría de la población.

Lo más triste es que la arquitectura de esa bellísima biblioteca incorporaba elementos de tradición árabe y oriental, y eso para los nacionalistas radicales resultaban ser un insulto a sus creencias y una mancha en su proyecto; por esta razón decidieron destruirlo completamente.

Muchos tiranos de los que han existido a lo largo de la historia vieron en los libros una fuente de franca oposición para sus terribles fines e ideas de nación.

La lectura es una de las actividades más enriquecedoras y poderosas que podemos realizar. A través de los libros, revistas y artículos adquirimos conocimientos, perspectivas y experiencias que amplían nuestra comprensión del mundo. La lectura nos transporta a diferentes épocas, lugares y realidades, y nos proporciona la oportunidad de experimentar la vida desde la perspectiva de los demás.

«Soy una persona anticuada que cree que leer libros es el pasatiempo más hermoso que la humanidad ha creado.» — Wisława Szymborska

Maria Wisława Anna Szymborska fue una poetisa, ensayista y traductora polaca, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1996.

Hermosa frase, con la cual me identifico plenamente… Pero volviendo al tema, “las bibliotecas se deben aprovechar como un santuario del saber, del conocimiento y de la diversión. Aquí podemos hacer de todo”, comenta Enrique González Núñez, licenciado en biblioteconomía y también trabajador de la Biblioteca Othón de la Ciudad de México. Otra opinión muy interesante es la de la directora de la Biblioteca Nacional de Costa Rica, Laura Rodríguez Amador, piensa que éstas (las bibliotecas) han sido, son y serán siempre un pilar democrático de construcción de identidad y de memoria; para la especialista en bibliotecas nacionales y patrimoniales, las bibliotecas son mucho más que un lugar para el préstamo de libros; son un punto de encuentro y de desarrollo social, cultural, económico.

He ahí, la palabra clave que me gusta, y que compete a esta humilde columna: Desarrollo.

Leer es una habilidad que nos ayuda en muchos aspectos. Uno de ellos es el de desarrollar el pensamiento crítico.

La cuestión aquí es que las estadísticas en nuestro país y en nuestro querido Tabasco, están para llorar. No pongo en duda los esfuerzos que durante años, los gobiernos federales y estatales han hecho por fomentar la lectura; la situación es que a las personas, verdaderamente no les interesa leer.

Para poder seguir, entendiendo esta columna, Ud lector y yo, vayamos aclarando los siguientes conceptos:

La lectura nos brinda acceso a una riqueza de conocimientos y experiencias, mientras que el pensamiento crítico nos permite evaluar y analizar esta información de manera reflexiva y objetiva. Es un círculo virtuoso que nos lleva a un mayor crecimiento intelectual y personal.

(Ay, me encanta las palabras círculo virtuoso, hasta rara se oye después de escuchar tantas veces y por todos lados las palabras círculo vicioso).

Entiendo que dos de las muchas razones es la falta de lectura y del desarrollo del pensamiento crítico que se adquiere leyendo es que estamos como estamos. Ya cada quién podrá decir lo que esa frase significa.

Aquí les van las cifras alegres

En México se leen en promedio 3.8 libros al año por persona, pero sólo 2 de cada 10 lectores comprende totalmente el contenido que leyó, estamos reprobados en comprensión lectora, oops.

Cada mexicano lee en promedio un libro cada tres meses. Los materiales de lectura consultados con mayor frecuencia son 1. libros de texto o escolares, 2. periódicos y 3. páginas, foros o blogs digitales.

La mitad de la población aseguró que sus padres o tutores no tenían el hábito de leer, por lo cual no se estimuló su interés por la lectura. En México 7 de cada 10 personas dijo que sus padres o tutores no tenían la costumbre de leerles algún texto en la infancia y 3 de cada 10 no fue incentivado a leer porque su familia no solía llevarlo a bibliotecas o librerías.

Y las razones por las cuales no leen son: la mitad de los habitantes aseguró que no tiene tiempo suficiente para dedicarlo a leer. Al menos 1 de cada 4 dijo que no lee por falta de interés y porque no les gusta la lectura, y 1 de cada 10 afirmó que no lee porque prefiere realizar otras actividades.

Estas cifras son de acuerdo con el Módulo sobre Lectura (Molec) del Inegi para el 2018.

Lo importante, es que muchas veces no sabemos en verdad cómo se refleja en nuestra vida cotidiana el simple hecho de leer y aplicar el pensamiento crítico: nos ayuda a tomar decisiones conscientes y bien fundamentadas, a mantener una mente abierta y a adoptar un enfoque más analítico en nuestras relaciones, trabajos y proyectos personales.

Lo más increíble es que veo tanta necesidad de tener buenos ejemplos o modelos de vida, que podamos palpar el impacto positivo que podemos crear en nuestra vida y en la comunidad.

Les confieso que muchas veces la desesperanza y la frustración hace estragos en mi mente y en mi corazón. Pero sé que hay muchas maneras para poder realmente crear ese impacto positivo que tanto necesitamos. Por mencionar algunas, fortaleciendo mi relaciones personales, encontrando de nuevo un sentido de propósito y satisfacción en mi vida, y que al mismo tiempo benefician mi salud y bienestar.

Estoy convencida que a través de pequeñas pero significativas acciones, como son ayudar a alguien en necesidad, ser amables, comprensivos y compasivos, ayudan un buen. También las grandes acciones ayudan a transformar nuestro entorno, como lo son trabajar en proyectos comunitarios, abogar por causas sociales o contribuir a la solución de problemas globales, por mencionar algunas.

Es importante destacar que muchas personas y organizaciones de la sociedad civil, activistas, periodistas y ciudadanos trabajan activamente para abordar los desafíos y promover un cambio positivo. Es urgente crear un sentido de comunidad. Estoy segura que todo esto se puede superar a través de la educación, promoción de una ciudadanía informada y crítica.

Los mexicanos vivimos en constante contradicción; en términos de valores, valoramos la familia y la comunidad, pero también existe una mentalidad individualista y competitiva en algunos aspectos de nuestra sociedad.

En el Día de la Biblioteca es fundamental recordar la importancia del pensamiento crítico en la sociedad actual. Cultivar esta habilidad nos permite ser ciudadanos informados y activos, capaces de enfrentar los desafíos y las decisiones que se nos presentan. Te invito a ti, lector, lectora, a abrazar esta destreza y utilizarla como una herramienta para la transformación personal y social.

¿Cómo celebrar el Día Internacional de la Biblioteca? La respuesta es sencillísima: Simplemente visita una biblioteca ese día, en donde seguro tendrán varias actividades pensadas para celebrar. Otra manera es compartiendo una reseña sobre alguno de tus libros favoritos e inspirando a otros a que abran su mente para visitar nuevos mundos en papel. Así que toma un libro y adéntrate en el poder de la lectura y el pensamiento crítico.

Gracias por leerme.