Con la detención –fortuita por una deuda de cantina- del “subcomandante” Mateo de la organización criminal de los Zetas registrada el 15 de julio del año 2006 en el municipio de Cunduacán pese a un impresionante intento de rescate fallido de la cárcel municipal en el que se emplearon bazucas y armamento de alto calibre, como consecuencia principal de ese hecho se develó un patrón que hasta ese momento se había mantenido oculto: la presencia del crimen organizado.
Una incipiente penetración de bandas dedicadas al trasiego de drogas pero con participación en trata de blancas, tráfico de indocumentados, secuestros y como último recurso la extorsión desde un humilde vende dulces hasta grupos empresariales importantes.
La estrategia de Felipe Calderón (2006-2012) de sacar el ejército a las calles para combatir al narcotráfico y que no terminó con el tráfico de drogas sí complicó la operación de las bandas dedicadas a la distribución y transportación de drogas por todo el país y que tenían como principal destino Estados Unidos y otros países, por lo que gran parte de esa droga se quedó en el país y aumentó el número de adictos en territorio mexicano.
Ese debilitamiento para –mover drogas- hasta la frontera norte también provocó que dichas organizaciones criminales incursionaran en otros sectores como el tráfico de indocumentados pero también en el secuestro y particularmente en la extorsión por menor que fuera el negocio.
Con el inicio del gobierno de Andrés Granier se disparó el cobro de derecho de piso y extorsiones a los negocios particularmente en la zona de la chontalpa, así inició por ejemplo el cierre y migración –de los que pudieron- del Municipio de Cárdenas ante la incontenible delincuencia que asoló a esa demarcación.
Tampoco se salvó Huimanguillo, Comalcalco, Paraíso y por supuesto Cunduacán que funcionó o funciona como “un centro logístico para grupos delictivos- por su relativa conectividad por carreteras.
La semana pasada, en el moderno y bien conservado Parque Industrial de Cunduacán el gobernador Adán Augusto López Hernández asistió como invitado a la colocación de la primera piedra de la Planta de la Embotelladora Pascual (Boing) que realizará una inversión millonaria en ese sitio para abrir una cadena de producción en la región y en el que se dará participación a productores de frutas y proveedores locales además de la generación de empleos, ahí en el lugar y frente a los empresarios y cooperativistas de esa importante empresa mexicana, la alcaldesa de Cunduacán, Nidia Naranjo Cobián resaltó:
“…la extorsión de algunas personas que se creen dueños del municipio y le cobran a las empresas cifras multimillonarias, ya nos tocó hace algunos días que traían unos aparatos (sic) de un consorcio, tener que intervenir la policía para que pudieran entrar porque un grupo de gentes que se creen dueños de aquí le impedían el paso, eso en Cunduacán no va a pasar, es una instrucción del gobernador, la he escuchado yo que en el estado nunca más se va a permitir la extorsión a las empresas…”.
Algo similar –en cuanto a operativos y estrategias- se está realizando en Paraíso y en el Centro.
La llegada de la Guardia Nacional reforzará el esquema que paulatinamente parece –ahora sí- está dando resultados.
Eso sí, el problema es tan grande que aún quedan algunos resquicios para controlarlo.
CONTORNO
La primera mañanera de AMLO…en Tabasco
En un momento crucial para el país tras las medidas arancelarias adoptadas por el Presidente Donald Trump a nombre de su país, Estados Unidos, que es el principal socio comercial de México.
Y con un viernes negro con el que cerraron las principales operaciones en México y con una caída histórica del peso mexicano.
¿Quién preguntará y qué?
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