/ viernes 3 de mayo de 2019

Insolventes

La queja es extendida y comienza a generar inconformidades.

Funcionarios de los tres niveles de gobierno con presencia en Tabasco ven con preocupación el limitado margen de operación que tienen para poder desarrollar los proyectos contemplados para ejecutarse en el presente año que vale decir ya consumió una tercera parte de tiempo sin alguna obra importante a la vista.

Anuncios espectaculares por todas partes pero sin que ninguna de ellas aterrice en lo inmediato.

Aquella esperanza colectiva de miles de tabasqueños que confiaron y creyeron en las promesas de campaña en las que se esperaba –probablemente de manera equivocada- que a partir del primer día de la nueva administración federal y de la estatal llegarían los recursos de manera importante para enfrentar la terrible crisis que agobiaba a la entidad lo que se recibió a cambio fue la posibilidad de más endeudamiento público y no la derrama esperada de la Federación que es tan importante y asfixiante como el 95 por ciento del Presupuesto de Tabasco que se integra precisamente a partir única y exclusivamente de recursos federales.

Los datos del INEGI sobre el retroceso en la economía de Tabasco al primer trimestre del 2019 no dejan lugar a dudas y resulta hasta ocioso repetirlos cuando la realidad cotidiana es tangible.

De acuerdo a lo que se sabe, de parte del gobierno estatal existe la gestión pertinente, el problema es que en los hechos ese compromiso con la entidad aún no se ve. Salvo algunas excepciones como las aportaciones de Petróleos Mexicanos que además, enfrentan sus propios problemas.

Más de un funcionario importante contempla la posibilidad de dar las gracias y marcharse.

Algo diferente se tiene que hacer.

CONTORNO

No más popotes…

Luego de darle muchas vueltas al asunto, el Congreso de Tabasco aprobó ayer con 32 votos a favor de todas las fracciones parlamentarias la prohibición para el uso de popotes, unicel y bolsas de plástico en los restaurantes, sitios de ventas de comida y en establecimientos comerciales.

La reforma a la Ley de Protección Ambiental y Ley para la Gestión Integral de los Residuos se establece de manera específica que se otorgue de manera gratuita bolsas de plástico a los consumidores y en todo caso deberán ser sustituidas por materiales biodegradables y acorde a lo que establezca la dependencia normativa.

También se contempla que en aquellos sitios de venta de alimentos y bebidas (de manera general) se prohíbe el uso de popotes y que los alimentos sean servidos en materiales de poliestireno extendido mejor conocido como unicel.

Por supuesto que la medida que deberá entrar en vigor en breve replanteará el consumo de estos productos que está ampliamente extendido en todo el estado desde hace muchos años y tendrá que retirarse del mercado de manera acelerada por su alta dosis contaminante.

El dato público que compartió la diputada Alma Espadas al pronunciarse sobre esta reforma es terrible: cada tabasqueño consume en el uso diario al menos un kilogramo diario de estos productos.

Cabe señalar que algunas empresas, incluso algunos comercios locales manejan desde hace años bolsas elaboradas a partir de materiales biodegradables por lo que la medida anunciada ayer no afectará su operaciones.

La queja es extendida y comienza a generar inconformidades.

Funcionarios de los tres niveles de gobierno con presencia en Tabasco ven con preocupación el limitado margen de operación que tienen para poder desarrollar los proyectos contemplados para ejecutarse en el presente año que vale decir ya consumió una tercera parte de tiempo sin alguna obra importante a la vista.

Anuncios espectaculares por todas partes pero sin que ninguna de ellas aterrice en lo inmediato.

Aquella esperanza colectiva de miles de tabasqueños que confiaron y creyeron en las promesas de campaña en las que se esperaba –probablemente de manera equivocada- que a partir del primer día de la nueva administración federal y de la estatal llegarían los recursos de manera importante para enfrentar la terrible crisis que agobiaba a la entidad lo que se recibió a cambio fue la posibilidad de más endeudamiento público y no la derrama esperada de la Federación que es tan importante y asfixiante como el 95 por ciento del Presupuesto de Tabasco que se integra precisamente a partir única y exclusivamente de recursos federales.

Los datos del INEGI sobre el retroceso en la economía de Tabasco al primer trimestre del 2019 no dejan lugar a dudas y resulta hasta ocioso repetirlos cuando la realidad cotidiana es tangible.

De acuerdo a lo que se sabe, de parte del gobierno estatal existe la gestión pertinente, el problema es que en los hechos ese compromiso con la entidad aún no se ve. Salvo algunas excepciones como las aportaciones de Petróleos Mexicanos que además, enfrentan sus propios problemas.

Más de un funcionario importante contempla la posibilidad de dar las gracias y marcharse.

Algo diferente se tiene que hacer.

CONTORNO

No más popotes…

Luego de darle muchas vueltas al asunto, el Congreso de Tabasco aprobó ayer con 32 votos a favor de todas las fracciones parlamentarias la prohibición para el uso de popotes, unicel y bolsas de plástico en los restaurantes, sitios de ventas de comida y en establecimientos comerciales.

La reforma a la Ley de Protección Ambiental y Ley para la Gestión Integral de los Residuos se establece de manera específica que se otorgue de manera gratuita bolsas de plástico a los consumidores y en todo caso deberán ser sustituidas por materiales biodegradables y acorde a lo que establezca la dependencia normativa.

También se contempla que en aquellos sitios de venta de alimentos y bebidas (de manera general) se prohíbe el uso de popotes y que los alimentos sean servidos en materiales de poliestireno extendido mejor conocido como unicel.

Por supuesto que la medida que deberá entrar en vigor en breve replanteará el consumo de estos productos que está ampliamente extendido en todo el estado desde hace muchos años y tendrá que retirarse del mercado de manera acelerada por su alta dosis contaminante.

El dato público que compartió la diputada Alma Espadas al pronunciarse sobre esta reforma es terrible: cada tabasqueño consume en el uso diario al menos un kilogramo diario de estos productos.

Cabe señalar que algunas empresas, incluso algunos comercios locales manejan desde hace años bolsas elaboradas a partir de materiales biodegradables por lo que la medida anunciada ayer no afectará su operaciones.