La sospechosa muerte del ex secretario de Finanzas, Amet Ramos Troconis, de la que miles de tabasqueños, y avecindados aquí, responsabilizan al ex gobernador Arturo Núñez Jiménez y a la ex vicegobernadora Martha Lilia López Aguilera, metió en serios aprietos -más de lo que ya estaban- a los ex funcionarios de la administración “nuñista”.
La suspicaz muerte del oriundo de Chiapas, centró los reflectores en los ex titulares de Salud, SEP, ISSET y SDET, Rommel Franz Cerna Leeder, Ángel Solís Carballo, Alicia Guadalupe Cabrales Vázquez y David Gustavo Rodríguez Rosario.
Cerna Leeder está con la soga en el cuello, no solo por los abusos que cometió en contra del presupuesto del sector salud, sino también como responsable del Seguro Popular, ya que, hasta la fecha, no ha podido -ni podrá- justificar 190 millones de pesos.
Solís Carballo es otro ex servidor público núñista que tiene medio cuerpo metido en el reclusorio. Fue de los consentidos de la ex vicemandataria que se rayó, como decimos coloquialmente.
Usó indiscriminadamente los recursos destinados para la educación, no nada más para hacer negocios millonarios, para quien inmerecidamente lo llevo a Educación, sino también para enriquecerse.
Y si estos huelen a prisión, la ex directora General del ISEET, Alicia Guadalupe Cabrales Vázquez, está metida en camisa de once varas.
Si Fernando Enrique Mayans Canabal cumple, la dama en cuestión, no va a tener derecho a fianza, como ninguno de los susodichos.
David Gustavo Rodríguez Rosario, uno de los ex aspirantes a la candidatura al gobierno del PRD, está también en la mira de las autoridades.
Si pensó en algún momento qué renunciando a la SDET, iba a ser exonerado por los escandalosos casos del FIDEET y de los terrenos adquiridos en donde iba a instalarse la Zona Económica Especial, se equivocó de punta a rabo, y más cuando su sucesor Wilbert Méndez Magaña es el que directamente lo acusa.
No son los únicos que en cuestión de meses comparecerán ante la ley, hay otros de ex funcionarios de primer y segundo nivel que conscientemente coadyuvaron, en alto o menor grado, a la quiebra de la hacienda pública.
Mientras para algunos la muerte de Amet Ramos Troconis representó una bocanada de oxígeno, para otros significa prácticamente la muerte, como es el caso de los que nos ocupamos por ahora.
La única rendija que les queda para no cumplir una condena de años, es el perdón del gobernador Adán Augusto López Hernández, y cómo están los escenarios de complicados, está posibilidad se ve muy, pero muy, remota.
No así para Arturo Núñez Jiménez y Martha Lilia López Aguilera que por lo que se ve y se sabe no serán injustamente enviados al paredón.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
La ausencia del senador Juan Manuel Fócil Pérez y del ex alcalde de Centro, Gerardo Gaudiano Rovirosa y de algunos otros cuadros y dirigentes perredistas en el aniversario de la fundación del PRD, es una muestra más de que la división continúa ahondándose, profundizándose.
De que la tan cacareada unión a la que convocó anteayer en conocido hotel su ex dirigente nacional Carlos Navarrete Ruiz -destacado líder de la tribu de Los Chuchos- está muy lejos de darse.
Quiero pensar que la encuesta que está realizando la Secretaría de Movilidad que dirige la abogada Egla Cornelio Landero para conocer la opinión de los ciudadanos respecto al aumento del pasaje, se la están haciendo a la gente que utiliza cotidianamente el servicio del transporte público, de lo contrario, los resultados van a dejar mucho que desear, como ya se está observando.
Y es que los más afectados por el virtual incremento del servicio, son los que lo ocupan dos o tres veces al día.
