Desde hace varios ayeres, hay temas recurrentes, año con año. Se ponen de moda, un tiempo y pronto se olvidan, hasta la siguiente vez.
Uno de ellos es el relacionado con el cambio de horario. Muchos actores políticos suelen sumarse, por quedar bien, a las súplicas de los ciudadanos, para abrogar la medida gubernamental.
Así, el Congreso local se subió, dirían los chavos, al Tren del Mame, y, con 28 votos, de 35 posibles, los diputados aprobaron un exhorto a la Cámara de Senadores para qué analicen la posibilidad de modificar la Ley del Sistema de Horario en México, para que en Tabasco deje de aplicarse el horario de Verano.
En el 2019, el horario de verano en el territorio nacional da inicio este domingo 7 de abril y termina el domingo 27 de octubre.
Supuestamente, el cambio de horario implica una mayor iluminación por la tarde y menos luz por la mañana.
Empero, su implementación molesta a muchas personas. Dudan que ahorre energía eléctrica y esgrimen que afecta la salud ¿Qué tanta verdad hay en esas percepciones?
El Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), en conjunto con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL), indicaron que el horario de verano permitió ahorrar mil 311 millones de pesos en el 2017.
Sin embargo, un estudio del Departamento de Energía de Estados Unidos, descubrió que el horario de verano reduce el consumo anual de energía a solo el 0.03%.
Incluso, según la opinión del especialista de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM, Reyes Haro Valencia, adelantar el reloj una hora, no trastorna el sueño ni daña la salud.
Sin embargo, su colega Ulises Jiménez Correa, integrante de la misma Clínica, aseveró que las principales repercusiones con el ‘Horario de Verano’, según reportes, son síntomas de mala calidad del sueño, somnolencia y cansancio.
Para Raúl Aguilar Roblero, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, “con cada cambio de horario las personas pueden experimentar dificultades en su adaptación.”
“Todos reaccionamos de diferente forma, dependiendo de las características de cada uno”.
Esto se debe a que todos los seres vivos tienen un reloj circadiano (de aproximadamente 24 horas.) ubicado en el hipotálamo del cerebro, que se encarga de coordinar a todo el organismo.
Este reloj usa dos señales muy importantes para sincronizarse: la luz del Sol y el horario de alimentación.
Aguilar Roblero refirió que para algunas personas es fácil levantarse al amanecer, pero deben acostarse temprano.
Por el contrario, existe gente nocturna que duerme hasta tarde y no se levanta de madrugada.
Por esta razón, es difícil para el organismo realizar el cambio de horario, aseguró el investigador universitario.
Ahora bien, este cambio afecta al organismo, pero no causa un gran daño. “Sentimos que nuestro cuerpo protesta por lo que está pasando, pero no nos va a enfermar, finalmente nos adaptamos”.
Por otra parte, desde el punto de vista energético, el ‘Horario de Verano’ en México sí ha generado beneficios porque se ahorra, en promedio, uno por ciento de la energía que consume nuestro país cada año, afirmó Manuel Martínez Fernández, del Centro de Investigación en Energía (CIE) de la UNAM.
Algunos consideran que es poca, pero cualquier cantidad es bienvenida, porque equivaldría a la energía que consume Tlaxcala, detalló.
La guerra, en todo el mundo, entre los que están a favor y los que están en contra, se puede encontrar a lo largo de la historia moderna e incluso es parte de muchos discursos políticos de adversarios ideológicamente enfrentados.
El cambio se empezó a generalizar a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para aprovechar mejor la luz del sol y ahorrar así electricidad.
Hoy, la realidad política nos obliga subirnos al tema, nos afecte o no, el multicitado horario
¡Bienvenidos al Tren del Mame!
