/ lunes 3 de diciembre de 2018

Hora de gobernar

Importa escudriñar el pasado, pero más actuar en el presente y construir el futuro. Al presidente, Andrés Manuel López Obrador, le llegó la hora de gobernar y materializar las expectativas que generó en la campaña y que más de 30 millones de votantes las depositaron en las urnas.

La tarea no es fácil ni inmediata. De ahí su petición a los mexicanos: Ténganme paciencia; recibo un país en quiebra. Pero de anticipa también que no habrá de fallar y acepta el reto de llevar al país a un mejor destino.

Demolió en su discurso los 30 años de neoliberalismo que, más allá de una estabilidad macroeconómica y de nimio crecimiento, no se refleja hacia abajo con el ensanchamiento de la pobreza y la evaporación de las clases medias.

Ha sido un modelo que, quizá no por sí mismo sino por quienes se encargaron de aterrizarlo, se convirtió en generador de corrupción e impunidad.

Desmontar tales prácticas no se resolverá con buena voluntad o por decreto. Requiere mecanismos efectivos e institucionales para lograrlo.

Uno de ellos será la fortaleza del Sistema Nacional Anticorrupción y la efectividad de quien resulte ser el titular de la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Relacionados con Hechos de Corrupción, así como en la Fiscalía General.

Pese a la intención de López Obrador para que una vez que asumiera la presidencia ya el Senado hubiese nombrado a los titulares de ambos órganos, fundamentales para el combate a la corrupción e impunidad, a la fecha el proceso no se ha desahogado pues no se logró un acuerdo con el gobierno saliente.

Ahora, de acuerdo al procedimiento, ya como presidente, el tabasqueño deberá proponer una terna al Senado y este elija a la mujer u hombre que ocupe cada uno de los cargos, al cual habrá que añadir la falta de un Fiscal Electoral.

Por lo pronto, pareciera encaminarse como fiscal general el ex secretario de Seguridad Pública en tiempos de Vicente Fox, Alejandro Gertz Manero, nombrado por López Obrador como subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales, desde el cual quedó como encargado de despacho de la Procuraduría General de la República.

Será clave para la presidencia de AMLO lograr el engranaje perfecto entre esos órganos de procuración de justicia, pues ha dicho que de evitar la corrupción se ahorrarán miles de millones de pesos que servirán de sustento para sus programas y proyectos.

Desde el primer momento, el presidente ha establecido su personal estilo de gobernar, interactuar y comunicarse con los mexicanos.

Todo es inédito al llegar al máximo cargo público en el país un político de izquierda, forjado a ras de tierra durante años de caminar incesante por los pueblos de México.

De las tantas frases que definen su visión, una es indicativa y sintetiza sus formas, compromisos y proyectos:

“Estoy preparado para no fallarle a mi pueblo. Ese es el compromiso que tengo. No tengo derecho a fallarle al pueblo. Nada material me interesa ni me importa la parafernalia del poder”.

Los tiempos de Andrés Manuel López Obrador comenzaron.

HOJAS SUELTAS…


Vale la pena echarle un vistazo a los descuentos aprobados en Centro para predial y agua potable como promociones de fin de año. Para que se realicen más obras falta también el cumplimiento de los ciudadanos, pues por cada peso recaudado la Federación aporta otro a las arcas municipales.


Importa escudriñar el pasado, pero más actuar en el presente y construir el futuro. Al presidente, Andrés Manuel López Obrador, le llegó la hora de gobernar y materializar las expectativas que generó en la campaña y que más de 30 millones de votantes las depositaron en las urnas.

La tarea no es fácil ni inmediata. De ahí su petición a los mexicanos: Ténganme paciencia; recibo un país en quiebra. Pero de anticipa también que no habrá de fallar y acepta el reto de llevar al país a un mejor destino.

Demolió en su discurso los 30 años de neoliberalismo que, más allá de una estabilidad macroeconómica y de nimio crecimiento, no se refleja hacia abajo con el ensanchamiento de la pobreza y la evaporación de las clases medias.

Ha sido un modelo que, quizá no por sí mismo sino por quienes se encargaron de aterrizarlo, se convirtió en generador de corrupción e impunidad.

Desmontar tales prácticas no se resolverá con buena voluntad o por decreto. Requiere mecanismos efectivos e institucionales para lograrlo.

Uno de ellos será la fortaleza del Sistema Nacional Anticorrupción y la efectividad de quien resulte ser el titular de la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Relacionados con Hechos de Corrupción, así como en la Fiscalía General.

Pese a la intención de López Obrador para que una vez que asumiera la presidencia ya el Senado hubiese nombrado a los titulares de ambos órganos, fundamentales para el combate a la corrupción e impunidad, a la fecha el proceso no se ha desahogado pues no se logró un acuerdo con el gobierno saliente.

Ahora, de acuerdo al procedimiento, ya como presidente, el tabasqueño deberá proponer una terna al Senado y este elija a la mujer u hombre que ocupe cada uno de los cargos, al cual habrá que añadir la falta de un Fiscal Electoral.

Por lo pronto, pareciera encaminarse como fiscal general el ex secretario de Seguridad Pública en tiempos de Vicente Fox, Alejandro Gertz Manero, nombrado por López Obrador como subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales, desde el cual quedó como encargado de despacho de la Procuraduría General de la República.

Será clave para la presidencia de AMLO lograr el engranaje perfecto entre esos órganos de procuración de justicia, pues ha dicho que de evitar la corrupción se ahorrarán miles de millones de pesos que servirán de sustento para sus programas y proyectos.

Desde el primer momento, el presidente ha establecido su personal estilo de gobernar, interactuar y comunicarse con los mexicanos.

Todo es inédito al llegar al máximo cargo público en el país un político de izquierda, forjado a ras de tierra durante años de caminar incesante por los pueblos de México.

De las tantas frases que definen su visión, una es indicativa y sintetiza sus formas, compromisos y proyectos:

“Estoy preparado para no fallarle a mi pueblo. Ese es el compromiso que tengo. No tengo derecho a fallarle al pueblo. Nada material me interesa ni me importa la parafernalia del poder”.

Los tiempos de Andrés Manuel López Obrador comenzaron.

HOJAS SUELTAS…


Vale la pena echarle un vistazo a los descuentos aprobados en Centro para predial y agua potable como promociones de fin de año. Para que se realicen más obras falta también el cumplimiento de los ciudadanos, pues por cada peso recaudado la Federación aporta otro a las arcas municipales.