/ lunes 9 de diciembre de 2019

Hoja de Apuntes | Nueva potabilizadora, ¿única solución?

Apenas ocurre algo en la ciudad se busca culpar a las tuberías viejas de la red de distribución de agua, como parte del discurso de justificación para endeudar al municipio o buscar un mecanismo de concesión del servicio de agua. El objetivo es la construcción de una nueva planta y hacia allí enfocan las baterías.

La semana pasada hubo un socavón en un área verde del Parque Tomás Garrido. Pese a reconocer que desconocía la causa, el vocero del Ayuntamiento de Centro, Juan Carlos Castillejos, aventuró un “ojalá” y no fuese culpa de la tubería vieja de agua. Es decir, sembrar esa idea como el origen, sin esperar dictamen alguno.

El alcalde Evaristo Hernández Cruz insiste en vender la idea de derruir la Planta Villahermosa por antigua y edificar una nueva junto al río Carrizal, con mejor calidad del agua para potabilizar que la del río Grijalva.

Habla de una inversión que rondaría los mil millones de pesos tan solo en la planta, y miles más para renovar 704 kilómetros de tubería y así cumplir su sueño de que se reciba no solo agua potable en las casas, sino al grado de ser purificada y así pocos necesiten comprar los garrafones a las empresas dedicadas a ese negocio.

Pero en este negocio del agua también existe la tecnología. Se ignora si la autoridad municipal ha buscado esa vertiente para que la antigua potabilizadora Villahermosa, que da agua a más de 350 mil personas, mejore sus procesos de potabilización y se evite la fuerte inversión de una nueva sin endeudar al municipio o beneficiar a particulares con una eventual concesión.

Una empresa española, especializada en manejo del agua, reportó hace poco la construcción de una potabilizadora en Canadá y difundió un video sobre cómo se elimina el lodo del agua con una nueva tecnología que incluye la limpieza de los filtros a gran velocidad.

Y como esa empresa hay varias multinacionales dedicadas a la investigación y aplicación de tecnologías. Falta ver si hubo o existe intención de averiguar otras opciones; si pueden ser viables o descartables, y las razones para una u otra decisión. Que no se privilegie el ‘porque yo lo digo’.

Por cierto resulta extraño que a diferencia de recientes administraciones, cuando dejaba de llover durante varios días, las aguas del Grijalva contaban con menos sedimentos y por ello el agua tratada en la planta salía más limpia en las casas. Hoy ya no ocurre eso.

También puede ser parte de la argumentación de convencimiento, como la de aceptar el envío de una cochinada de agua a la gente -con las consecuencias sanitarias y de responsabilidad que debieran generarse a partir de esa aceptación- si es que el alcalde desea salir de ese tres por ciento de aprobación ciudadana a partir de una reciente encuesta sobre capacidad e integridad.

HOJAS SUELTAS…

Que ya cumplió con el borrón y cuenta nueva en Tabasco, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador, mientras funcionarios estatales tratan de convencer a los ciudadanos sobre las bondades de la nueva tarifa, ante la molestia creciente por los altos cobros de consumo. El gobernador Adán Augusto López habló de buscar algún acuerdo con la CFE para que el convenio transite mejor. Frente a la inflexibilidad histórica en los cálculos tarifarios, se observa complicada una modificación a la baja, aunque sea precisamente esto el verdadero problema a raíz de la llamada ‘tarifa de invierno’.

Apenas ocurre algo en la ciudad se busca culpar a las tuberías viejas de la red de distribución de agua, como parte del discurso de justificación para endeudar al municipio o buscar un mecanismo de concesión del servicio de agua. El objetivo es la construcción de una nueva planta y hacia allí enfocan las baterías.

La semana pasada hubo un socavón en un área verde del Parque Tomás Garrido. Pese a reconocer que desconocía la causa, el vocero del Ayuntamiento de Centro, Juan Carlos Castillejos, aventuró un “ojalá” y no fuese culpa de la tubería vieja de agua. Es decir, sembrar esa idea como el origen, sin esperar dictamen alguno.

El alcalde Evaristo Hernández Cruz insiste en vender la idea de derruir la Planta Villahermosa por antigua y edificar una nueva junto al río Carrizal, con mejor calidad del agua para potabilizar que la del río Grijalva.

Habla de una inversión que rondaría los mil millones de pesos tan solo en la planta, y miles más para renovar 704 kilómetros de tubería y así cumplir su sueño de que se reciba no solo agua potable en las casas, sino al grado de ser purificada y así pocos necesiten comprar los garrafones a las empresas dedicadas a ese negocio.

Pero en este negocio del agua también existe la tecnología. Se ignora si la autoridad municipal ha buscado esa vertiente para que la antigua potabilizadora Villahermosa, que da agua a más de 350 mil personas, mejore sus procesos de potabilización y se evite la fuerte inversión de una nueva sin endeudar al municipio o beneficiar a particulares con una eventual concesión.

Una empresa española, especializada en manejo del agua, reportó hace poco la construcción de una potabilizadora en Canadá y difundió un video sobre cómo se elimina el lodo del agua con una nueva tecnología que incluye la limpieza de los filtros a gran velocidad.

Y como esa empresa hay varias multinacionales dedicadas a la investigación y aplicación de tecnologías. Falta ver si hubo o existe intención de averiguar otras opciones; si pueden ser viables o descartables, y las razones para una u otra decisión. Que no se privilegie el ‘porque yo lo digo’.

Por cierto resulta extraño que a diferencia de recientes administraciones, cuando dejaba de llover durante varios días, las aguas del Grijalva contaban con menos sedimentos y por ello el agua tratada en la planta salía más limpia en las casas. Hoy ya no ocurre eso.

También puede ser parte de la argumentación de convencimiento, como la de aceptar el envío de una cochinada de agua a la gente -con las consecuencias sanitarias y de responsabilidad que debieran generarse a partir de esa aceptación- si es que el alcalde desea salir de ese tres por ciento de aprobación ciudadana a partir de una reciente encuesta sobre capacidad e integridad.

HOJAS SUELTAS…

Que ya cumplió con el borrón y cuenta nueva en Tabasco, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador, mientras funcionarios estatales tratan de convencer a los ciudadanos sobre las bondades de la nueva tarifa, ante la molestia creciente por los altos cobros de consumo. El gobernador Adán Augusto López habló de buscar algún acuerdo con la CFE para que el convenio transite mejor. Frente a la inflexibilidad histórica en los cálculos tarifarios, se observa complicada una modificación a la baja, aunque sea precisamente esto el verdadero problema a raíz de la llamada ‘tarifa de invierno’.