/ lunes 13 de enero de 2020

Hoja de Apuntes | Insabi, falló la comunicación

En el ímpetu de cumplir las promesas de campaña y borrar esquemas de operatividad en instituciones del llamado neoliberalismo, el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar entró en vigor el pasado 1 de enero, pero con resultados que, de entrada, han repercutido en la economía de pacientes en tratamiento.

El anterior esquema del Seguro Popular daba cobertura a enfermos con padecimientos o tratamientos graves –vía cuota de recuperación por medio de un estudio socioeconómico, siempre y cuando lo pudieran pagar- fue desaparecido y sustituido por el Insabi, que duplicó o triplicó el costo de estas cuotas.

Hoy el tabasqueño y actual director del Insabi, Juan Antonio Ferrer, trata de reparar los daños de la pésima implementación del nuevo esquema, pues al menos pareciera que a los responsables de los hospitales no se les informó con claridad de las nuevas reglas.

En varios hospitales han devuelto a los familiares de pacientes lo pagado a manera de resarcir el daño, en tanto Ferrer recorre medios de comunicación para señalar que el tema de la gratuidad total será progresivo hasta alcanzar todos los niveles de atención en la salud.

Ex secretarios de Salud como Julio Frenk o Salomón Chertorivski, cuestionan la desaparición del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, así denominado para no lastimar la economía de las familias más desprotegidas, por preconcepciones ideológicas, así como la centralización de los recursos de salud sin explicarles a fondo a los estados el nuevo sistema de financiamiento, que ha llevado a varios gobernadores a no firmar aún la incorporación al nuevo sistema.

La deficiente comunicación gubernamental genera incertidumbre en la población. Sobre esto ahonda el líder sindical de trabajadores del sector salud, Marco García Ayala:

“Al usuario no le va a interesar nada si escucha que lo anunció el presidente sobre la gratuidad, él (el paciente) cree que no tiene que pagar. La principal falla es que no se informó debidamente, la gente tiene dudas, los gobernadores también. Incluso en los hospitales. El director del Insabi, Juan Ferrer, informó que esto sería efectivo a partir del 1 de enero (la gratuidad); eso es un error de información. Se dijo que el Insabi garantizaría la atención gratuita y por supuesto que no es así”.

Este arranque del Insabi, pese a tener sustento en una nueva Ley General de Salud, da la impresión de haber sido aventado al “ahí se va” y después arreglar los entuertos que vayan surgiendo.

En el tema de la salud eso es particularmente sensible, pues los primeros afectados han sido los familiares de pacientes con escasos recursos, algo común en este esquema al ser población que no cuenta con seguridad social.

HOJAS SUELTAS…

En la asunción de Dagoberto Lara y Katia Ornelas, como dirigentes del PRI en Tabasco, además del lleno que registró el teatro de la Sección 44, destacaron los encendidos discursos de Lara y del líder nacional priista, Alejandro Moreno. A los militantes les gustó escuchar que se premiará la lealtad para quienes ponen el pecho en los tiempos de crisis y se degradará a quienes solo critican y buscan candidaturas tocando la puerta de las oficinas de las dirigencias pero sin trabajo a ras de tierra.

En el ímpetu de cumplir las promesas de campaña y borrar esquemas de operatividad en instituciones del llamado neoliberalismo, el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar entró en vigor el pasado 1 de enero, pero con resultados que, de entrada, han repercutido en la economía de pacientes en tratamiento.

El anterior esquema del Seguro Popular daba cobertura a enfermos con padecimientos o tratamientos graves –vía cuota de recuperación por medio de un estudio socioeconómico, siempre y cuando lo pudieran pagar- fue desaparecido y sustituido por el Insabi, que duplicó o triplicó el costo de estas cuotas.

Hoy el tabasqueño y actual director del Insabi, Juan Antonio Ferrer, trata de reparar los daños de la pésima implementación del nuevo esquema, pues al menos pareciera que a los responsables de los hospitales no se les informó con claridad de las nuevas reglas.

En varios hospitales han devuelto a los familiares de pacientes lo pagado a manera de resarcir el daño, en tanto Ferrer recorre medios de comunicación para señalar que el tema de la gratuidad total será progresivo hasta alcanzar todos los niveles de atención en la salud.

Ex secretarios de Salud como Julio Frenk o Salomón Chertorivski, cuestionan la desaparición del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, así denominado para no lastimar la economía de las familias más desprotegidas, por preconcepciones ideológicas, así como la centralización de los recursos de salud sin explicarles a fondo a los estados el nuevo sistema de financiamiento, que ha llevado a varios gobernadores a no firmar aún la incorporación al nuevo sistema.

La deficiente comunicación gubernamental genera incertidumbre en la población. Sobre esto ahonda el líder sindical de trabajadores del sector salud, Marco García Ayala:

“Al usuario no le va a interesar nada si escucha que lo anunció el presidente sobre la gratuidad, él (el paciente) cree que no tiene que pagar. La principal falla es que no se informó debidamente, la gente tiene dudas, los gobernadores también. Incluso en los hospitales. El director del Insabi, Juan Ferrer, informó que esto sería efectivo a partir del 1 de enero (la gratuidad); eso es un error de información. Se dijo que el Insabi garantizaría la atención gratuita y por supuesto que no es así”.

Este arranque del Insabi, pese a tener sustento en una nueva Ley General de Salud, da la impresión de haber sido aventado al “ahí se va” y después arreglar los entuertos que vayan surgiendo.

En el tema de la salud eso es particularmente sensible, pues los primeros afectados han sido los familiares de pacientes con escasos recursos, algo común en este esquema al ser población que no cuenta con seguridad social.

HOJAS SUELTAS…

En la asunción de Dagoberto Lara y Katia Ornelas, como dirigentes del PRI en Tabasco, además del lleno que registró el teatro de la Sección 44, destacaron los encendidos discursos de Lara y del líder nacional priista, Alejandro Moreno. A los militantes les gustó escuchar que se premiará la lealtad para quienes ponen el pecho en los tiempos de crisis y se degradará a quienes solo critican y buscan candidaturas tocando la puerta de las oficinas de las dirigencias pero sin trabajo a ras de tierra.