Las medidas de mayor restricción que las autoridades se aprestan a anunciar esta semana proyectan la extensión del distanciamiento social que inició el 23 de marzo y que en diversas entidades del país concluirá, de acuerdo a sus propias condiciones de contagio, el 30 de mayo. Pero no será el caso de Tabasco.
En el mapa que a diario se muestra en los reportes nacionales del número de casos y decesos, Tabasco está en rojo y no se vislumbra que antes del 30 de mayo se alcance siquiera el semáforo naranja.
Habrá que redoblar el esfuerzo, tanto autoridades como ciudadanos, para buscar que en el lapso de 21 días comience a notarse resultados a la baja en contagios, pues aún estamos en segundo lugar de casos activos.
Serán tres fines de semana que en Villahermosa cerrará todo tipo de comercio y solo se permitirán ventas en línea y entregas a domicilio. La propuesta del ayuntamiento de Centro mediante Cabildo seguramente cuenta con el visto bueno del gobernador, Adán Augusto López Hernández, a fin de que los centros de distribución regional y los propios comercios alisten su logística.
El mandatario estatal anticipó la semana pasada que en estos días daría a conocer medidas adicionales porque prácticamente el promedio diario de nuevos casos se mantenía en 116 y los decesos en 15 al día.
Si las medidas dan resultado, podría empezar a hablarse, es decir, comenzar a realizarse planteamientos para regresar a la nueva normalidad. Por lo tanto habrá que hacer conciencia de un plazo más largo para ello, a diferencia de otras entidades.
De entrar en vigor el cierre por tres semanas consecutivas de toda actividad, el último sería el 13 y 14 de junio.
Podría ser el último jalón dentro de este periodo de amplio aislamiento que no todos pueden afrontar en razón del ingreso para el sostén familiar. Incluso miles de familias pudieron aguantar algunas semanas pese a vivir al día, pero es complicado para sus integrantes estar en casa sin recursos para lo básico.
Ya es común observar en las esquinas puestos ambulantes de venta de alimentos, tacos, tamales, pozol. Si hay tolerancia al menos que haya supervisión efectiva de que cumplen los protocolos de limpieza, o ver la manera de apoyarlos para que no sigan en esa actividad hasta que haya menos casos.
Mientras más tiempo pase, no solo correremos un riesgo mayor de contagios, sino las actividades económicas retrasarán su reactivación con resultados funestos, cuando de por sí se prevé una aguda crisis económica; incluso, hay empresas que han tenido que regalar o deshacerse de mercancía próxima a caducar.
Ante el rebrote, denominado así por la autoridad federal, se requiere también profundizar en las medidas higiénicas personales, algo en lo que solo cada ciudadano puede ser responsable.
Por lo pronto, se prevé que en Tabasco no sólo habrá de mantenerse las medidas aplicadas en esta Jornada Nacional de Sana Distancia, sino habrá más.
Regresar aquí siquiera a la llamada “nueva normalidad” con menor nivel de riesgos, tomará más tiempo.
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