/ martes 1 de octubre de 2019

Hasta los políticos lloran al Príncipe

“La gente es mi cómplice. A veces las canciones no salen igual, pero ellos ahí están pidiendo su preferida, enamorándose cómo se enamoraron…” José José.

Cuando un verdadero ídolo fallece, todo una Nación le llora y recuerda. La política queda a la deriva y hasta los políticos le rinden la debida y respetuosa pleitesía. Empero los homenajes reales son los de sus miles de seguidores. De ahí que hoy recordaremos algo de la historia personal del llamado Príncipe de la Canción. Un romántico por excelencia, que ha sido convocado a cantar en el infinito.

José Rómulo Sosa Ortiz nació el 17 de febrero de 1948 en la Ciudad de México, Delegación Azcapotzalco, viviendo toda su infancia y juventud en la colonia Clavería.

Hijo del tenor José Sosa Esquivel y de la pianista Margarita Ortiz Pensado.

Sus hermanos: José Octavio Sosa se convirtió en uno de los historiadores musicales de México, el del medio, Héctor Sosa, fue un afamado contratenor.

En sus primeras presentaciones utilizó el nombre artístico de Pepe Sosa y con ese nombre grabó dos discos sencillos que no tuvieron mucha repercusión.

En 1969, cuando obtuvo un contrato de grabación con el sello mundial RCA Victor, adoptó el seudónimo José José, en honor de su padre que había muerto un año antes víctima del alcoholismo.

Con ese nombre lanzó su primer gran éxito: La Nave del Olvido, escrita por el compositor argentino Dino Ramos.

Pero quizás la canción que lo llevó a la fama fue El Triste, de Roberto Cantoral, que presentó en marzo de 1970 en el Festival de la Canción Latina en la Ciudad de México y cuya interpretación fue calificada de extraordinaria.

Estuvo casado con Natalia Herrera Calles “Kiki” (1971-1975), nieta del Presidente Plutarco Elías Calles, que era 20 años mayor que él.

Posteriormente con la actriz, modelo y presentadora de TV, Ana Elena Noreña Grass "Anel”, (1975-1991), de cuya unión nacieron sus hijos José Francisco Carmelo Augusto (conocido como José Joel) y Marysol Estrella Margarita Elena.

Su última esposa fue Sara Salazar (1995-2019), con quien engendró a Sarita Sosa, nieta de Abel Salazar, gran actor, productor y director de cine de la época de oro del cine mexicano.

José José murió este 28 de septiembre en la ciudad de Homestead al sur de Florida, luego de perder una dolorosa batalla que se vio afectada por los múltiples males de salud que lo aquejaban desde hace años y que lo llevaron a un estado crítico que lamentablemente aumentó cuando le detectaron un pequeño tumor cancerígeno en el páncreas.

Antes, sufrió de otros problemas de salud. En 1972, sufrió de un caso grave de neumonía, y su diafragma torácico sufrió una parálisis, la enfermedad casi deteriora por completo su voz, su carrera y su vida.

Se recuperó gracias a un tratamiento basado en ejercicios de respiración, pero uno de sus pulmones se le dañó permanentemente.

A finales de 1980, fue sometido a varias operaciones en sus cuerdas vocales como consecuencia de la utilización excesiva de cortisol, alcohol y la falta de descanso después de sus conciertos.

El ídolo tuvo graves consecuencias en su organismo por sus adicciones, principalmente por el alcoholismo, deteriorándose fuertemente su salud durante la década de 90´s.

Unas de ellas fue la diabetes. Asimismo, en 2001, se le diagnosticó enfisema. Todo ello afectó su capacidad para cantar, e incluso para hablar.

En 2007, sufrió parálisis de Bell. Como resultado de todos esos problemas tuvo que enfrentar una depresión muy grave en los últimos años.

Luchó con una retinopatía diabética en uno de sus ojos y se sometió a una operación para la misma.

Del mismo modo, le fue diagnosticada la enfermedad de Lyme la cual habría desencadenado la parálisis facial y problemas relacionados con su voz.

Desde el pasado sábado, el hombre de carne y hueso, con sus errores y aciertos, dejó atrás el plano terrenal, y, ocupa ya su lugar en el altar de los ídolos del pueblo.

“La gente es mi cómplice. A veces las canciones no salen igual, pero ellos ahí están pidiendo su preferida, enamorándose cómo se enamoraron…” José José.

Cuando un verdadero ídolo fallece, todo una Nación le llora y recuerda. La política queda a la deriva y hasta los políticos le rinden la debida y respetuosa pleitesía. Empero los homenajes reales son los de sus miles de seguidores. De ahí que hoy recordaremos algo de la historia personal del llamado Príncipe de la Canción. Un romántico por excelencia, que ha sido convocado a cantar en el infinito.

José Rómulo Sosa Ortiz nació el 17 de febrero de 1948 en la Ciudad de México, Delegación Azcapotzalco, viviendo toda su infancia y juventud en la colonia Clavería.

Hijo del tenor José Sosa Esquivel y de la pianista Margarita Ortiz Pensado.

Sus hermanos: José Octavio Sosa se convirtió en uno de los historiadores musicales de México, el del medio, Héctor Sosa, fue un afamado contratenor.

En sus primeras presentaciones utilizó el nombre artístico de Pepe Sosa y con ese nombre grabó dos discos sencillos que no tuvieron mucha repercusión.

En 1969, cuando obtuvo un contrato de grabación con el sello mundial RCA Victor, adoptó el seudónimo José José, en honor de su padre que había muerto un año antes víctima del alcoholismo.

Con ese nombre lanzó su primer gran éxito: La Nave del Olvido, escrita por el compositor argentino Dino Ramos.

Pero quizás la canción que lo llevó a la fama fue El Triste, de Roberto Cantoral, que presentó en marzo de 1970 en el Festival de la Canción Latina en la Ciudad de México y cuya interpretación fue calificada de extraordinaria.

Estuvo casado con Natalia Herrera Calles “Kiki” (1971-1975), nieta del Presidente Plutarco Elías Calles, que era 20 años mayor que él.

Posteriormente con la actriz, modelo y presentadora de TV, Ana Elena Noreña Grass "Anel”, (1975-1991), de cuya unión nacieron sus hijos José Francisco Carmelo Augusto (conocido como José Joel) y Marysol Estrella Margarita Elena.

Su última esposa fue Sara Salazar (1995-2019), con quien engendró a Sarita Sosa, nieta de Abel Salazar, gran actor, productor y director de cine de la época de oro del cine mexicano.

José José murió este 28 de septiembre en la ciudad de Homestead al sur de Florida, luego de perder una dolorosa batalla que se vio afectada por los múltiples males de salud que lo aquejaban desde hace años y que lo llevaron a un estado crítico que lamentablemente aumentó cuando le detectaron un pequeño tumor cancerígeno en el páncreas.

Antes, sufrió de otros problemas de salud. En 1972, sufrió de un caso grave de neumonía, y su diafragma torácico sufrió una parálisis, la enfermedad casi deteriora por completo su voz, su carrera y su vida.

Se recuperó gracias a un tratamiento basado en ejercicios de respiración, pero uno de sus pulmones se le dañó permanentemente.

A finales de 1980, fue sometido a varias operaciones en sus cuerdas vocales como consecuencia de la utilización excesiva de cortisol, alcohol y la falta de descanso después de sus conciertos.

El ídolo tuvo graves consecuencias en su organismo por sus adicciones, principalmente por el alcoholismo, deteriorándose fuertemente su salud durante la década de 90´s.

Unas de ellas fue la diabetes. Asimismo, en 2001, se le diagnosticó enfisema. Todo ello afectó su capacidad para cantar, e incluso para hablar.

En 2007, sufrió parálisis de Bell. Como resultado de todos esos problemas tuvo que enfrentar una depresión muy grave en los últimos años.

Luchó con una retinopatía diabética en uno de sus ojos y se sometió a una operación para la misma.

Del mismo modo, le fue diagnosticada la enfermedad de Lyme la cual habría desencadenado la parálisis facial y problemas relacionados con su voz.

Desde el pasado sábado, el hombre de carne y hueso, con sus errores y aciertos, dejó atrás el plano terrenal, y, ocupa ya su lugar en el altar de los ídolos del pueblo.