/ viernes 17 de mayo de 2019

Flagelos infranqueables

Dos son los flagelos que vienen desde hace años azotando a los tabasqueños y avecindados aquí, y que, en los últimos meses, se han agudizado en el gobierno de Adán Augusto López Hernández, al grado tal, que se han convertido en los principales obstáculos por sortear.

Me refiero a la exponencial inseguridad pública y al descomunal desempleo que ha rebasado a la actual administración.

Y que se espera que con el arranque de la refinería y con la llegada de la Guardia Nacional comiencen a mitigar.

Sin omitir, por supuesto, los graves problemas en el sector salud, en donde la falta de medicamentos y la atención médica continúan siendo su talón de Aquiles.

Como también la anarquía existente en el servicio del transporte público, que trae de cabeza a la secretaria de Movilidad, Egla Cornelio Landero, que sigue, sin encontrarle la cuadratura al círculo.

Y en el que la titular de la Policía Estatal de Caminos, Julissa Riveroll Ochoa, también tiene culpa, ya que tampoco hace su chamba.

Por donde usted lo vea, el panorama es desolador, empero, hay la esperanza de que la situación cambie en el corto y mediano plazo.

Con la puesta en marcha de las obras que desde el gobierno se ha anunciado con “bombos y platillos”, para los siguientes meses, comenzará a disminuir el desempleo, y con ello, los índices delincuenciales, que es una de sus sustanciales causas.

Si el huésped de la Quinta Grijalva logra considerablemente moderar la creciente inseguridad pública y el galopante desempleo, habrá dado un gran paso, de lo contrario, los escenarios políticos, sociales y económicos seguirán complicándose como hasta la fecha.

El reto a vencer es gigantesco, pero no hay de otra.

La permanencia de un paisano en la presidencia de la República hace más probable que la actual situación se revierta a favor de la población y del gobierno.

Después de todo, la historia se ha encargado de enseñarnos, que las entidades se han visto más beneficiadas, cuando el que conduce el timón de la República, es un paisano, como ahora sucede con Andrés Manuel López Obrador.

Para ello, no nada más Adán Augusto López Hernández tendrá que hacer su parte, como ocurrió ahora con “el borrón y cuenta nueva” y la Tarifa F, sino todas las partes involucradas, incluidos sus opositores más recalcitrantes.

Lo que de ninguna manera significa: complicidad.

Si no aprovechamos el envión presidencial, Dios nos agarre confesado, pues no habrá otra oportunidad, para despejar a mejores estadios de desarrollo, como la que tenemos en lo que queda del sexenio.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Si me hubieran dicho que el legislador Nicolás Bellizia Aboaft estaba entre los diputados tabasqueños que se reunieron ayer en Campeche con el gobernador Alejandro Moreno Cárdenas, no me habría causado ninguna sorpresa, ya que siempre ha sido su candidato para dirigir el PRI nacional, pero del coordinador de la fracción parlamentaria del PRI, Gerald Washington Herrera Castellanos, no lo pasaba a creer, pues hasta donde sabía, estaba apoyando al ex secretario de Salud, José Ramón Narro Robles, en sus remotísimas posibilidades para relevar a Claudia Ruiz Massieu.

Es como si me dijeran que el ex dirigente del PRI estatal, Erubiel Lorenzo Alonso Que está con el ex mandatario oaxaqueño Ulises Ernesto Ruiz Ortiz cuando es un secreto a voces, que está trabajando para el campechano.

A fuerza de ser sincero, no me causa ninguna extrañeza, ya que, a estas alturas del partido, la llegada de Moreno Cárdenas a Insurgentes norte es casi inevitable.

Dos son los flagelos que vienen desde hace años azotando a los tabasqueños y avecindados aquí, y que, en los últimos meses, se han agudizado en el gobierno de Adán Augusto López Hernández, al grado tal, que se han convertido en los principales obstáculos por sortear.

Me refiero a la exponencial inseguridad pública y al descomunal desempleo que ha rebasado a la actual administración.

Y que se espera que con el arranque de la refinería y con la llegada de la Guardia Nacional comiencen a mitigar.

Sin omitir, por supuesto, los graves problemas en el sector salud, en donde la falta de medicamentos y la atención médica continúan siendo su talón de Aquiles.

Como también la anarquía existente en el servicio del transporte público, que trae de cabeza a la secretaria de Movilidad, Egla Cornelio Landero, que sigue, sin encontrarle la cuadratura al círculo.

Y en el que la titular de la Policía Estatal de Caminos, Julissa Riveroll Ochoa, también tiene culpa, ya que tampoco hace su chamba.

Por donde usted lo vea, el panorama es desolador, empero, hay la esperanza de que la situación cambie en el corto y mediano plazo.

Con la puesta en marcha de las obras que desde el gobierno se ha anunciado con “bombos y platillos”, para los siguientes meses, comenzará a disminuir el desempleo, y con ello, los índices delincuenciales, que es una de sus sustanciales causas.

Si el huésped de la Quinta Grijalva logra considerablemente moderar la creciente inseguridad pública y el galopante desempleo, habrá dado un gran paso, de lo contrario, los escenarios políticos, sociales y económicos seguirán complicándose como hasta la fecha.

El reto a vencer es gigantesco, pero no hay de otra.

La permanencia de un paisano en la presidencia de la República hace más probable que la actual situación se revierta a favor de la población y del gobierno.

Después de todo, la historia se ha encargado de enseñarnos, que las entidades se han visto más beneficiadas, cuando el que conduce el timón de la República, es un paisano, como ahora sucede con Andrés Manuel López Obrador.

Para ello, no nada más Adán Augusto López Hernández tendrá que hacer su parte, como ocurrió ahora con “el borrón y cuenta nueva” y la Tarifa F, sino todas las partes involucradas, incluidos sus opositores más recalcitrantes.

Lo que de ninguna manera significa: complicidad.

Si no aprovechamos el envión presidencial, Dios nos agarre confesado, pues no habrá otra oportunidad, para despejar a mejores estadios de desarrollo, como la que tenemos en lo que queda del sexenio.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Si me hubieran dicho que el legislador Nicolás Bellizia Aboaft estaba entre los diputados tabasqueños que se reunieron ayer en Campeche con el gobernador Alejandro Moreno Cárdenas, no me habría causado ninguna sorpresa, ya que siempre ha sido su candidato para dirigir el PRI nacional, pero del coordinador de la fracción parlamentaria del PRI, Gerald Washington Herrera Castellanos, no lo pasaba a creer, pues hasta donde sabía, estaba apoyando al ex secretario de Salud, José Ramón Narro Robles, en sus remotísimas posibilidades para relevar a Claudia Ruiz Massieu.

Es como si me dijeran que el ex dirigente del PRI estatal, Erubiel Lorenzo Alonso Que está con el ex mandatario oaxaqueño Ulises Ernesto Ruiz Ortiz cuando es un secreto a voces, que está trabajando para el campechano.

A fuerza de ser sincero, no me causa ninguna extrañeza, ya que, a estas alturas del partido, la llegada de Moreno Cárdenas a Insurgentes norte es casi inevitable.