El primero de diciembre inició una nueva era para México y Tabasco… pero no una milagrosa o mágica. Papá-gobierno por sí solo no podrá alcanzar las metas planteadas, comenzando por los temas de corrupción, delincuencia, y generación de empleos y oportunidades para todos.
En principio, más allá de la euforia, a la espera de ver la reacción de los mercados financiero y cambiario este lunes que seguramente será favorable, el nuevo gobierno maniobró con habilidad con la intención de inyectar certidumbre para los inversionistas en Texcoco:
Las obras momentáneamente no se suspenden y se anuncia la recompra de bonos, para ganar tiempo, lograr acuerdos y prever demandas de incumplimiento. No obstante, está firme la decisión de cancelar ese desarrollo y construir en Santa Lucía.
A media tarde hubo conferencia de prensa en el Hangar Presidencial, en la cual se mostró el avión que también este lunes será enviado a San Bernardino, California, en donde se procesará su venta.
Concretar la “cuarta transformación” no será labor de un día. En sus discursos el sábado y domingo, Andrés López Obrador fija plazos para determinadas metas y afirma que en los poco menos de seis años que durará su gobierno avanzará en la recomposición de este país que está “en quiebra” y sufre por una profunda desigualdad social, corrupción y violencia.
No buscará la reelección, reiteró. Morena tampoco postulará la reelección de ediles. De hecho, es su gran oportunidad de pasar a la historia no solo por su lucha contra un casi centenario sistema político de dictadura disfrazada, sino como alguien que irreprochablemente supo ser hombre de su tiempo.
En la situación específica de Tabasco, Obrador ha dado muestras de que apoyará al gobernador Adán Augusto López Hernández y a los diecisiete ayuntamientos, de manera nunca antes vista, para que se logre el “levantón”, el “campanazo”, la hazaña choca de la recuperación económica y superación en materia de salud, educativa, de infraestructura y oportunidades para todos.
Los “tabasqueños bien nacidos” -parafraseando a aquellos que en 1995 “obligaron” a Roberto Madrazo a echarse para atrás en el acuerdo suscrito con Esteban Moctezuma- estamos obligados todos, pobres, clasemediarios, adinerados, habitantes de zonas urbanas y del campo, de los diferentes niveles educativos, preferencias partidistas y religiosas, a aportar nuestro granito de arena para que se haga realidad en Tabasco ese cambio.
De los apuntes
José Eduardo Rovirosa (carne de presidio) continúa financiando una campaña de difamación en contra del alcalde Roberto Villapando Arias. Pero, como dice el Presidente de la República, con ello le hace lo que el viento a Juárez. Es el tal Cuco quien se pone “de a pechito” y empeora su situación*** En Huimanguillo, pese al desastre financiero que le dejó Sabino Herrera Dagdug -que en su momento será procesado por el Organo Superior de Fiscalización, la Fiscalía General del Estado y también el Servicio de Administración Tributaria, porque “desapareció” hasta el Impuesto Sobre la Renta- Carmito Torruco cumple sus primeros compromisos y garantiza tanto los servicios públicos como los de tipo laboral*** En Balancán, por primera vez en 12 años la gente disfruta de un espectáculo navideño. Provoca expresiones de admiración un ingenioso túnel luminoso. Saúl Plancarte Torres igualmente se sobrepone ante el desastre que le dejó su mentiroso antecesor y prepara la Feria Balancán 2018, que contará con la presentación del popular grupo Los Angeles Azules*** Tabasco exige castigo para sus malos gobernantes.
