/ domingo 28 de febrero de 2021

Entorno | Trabajo; no limosna

“Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás, así, te ahorrarás disgustos” Confucio.

Desde la administración interina de Manuel Gurría Ordóñez (29 de enero 1992-1994) mucho se habló en Tabasco de una gran generación de emprendedores y de miles -ni siquiera cientos- de proyectos de inversión que detonarían un acelerado desarrollo y crecimiento económico en la entidad, incluso la apuesta incluía a extranjeros asociados con nacionales para superar las barreras legales.

Eran los tiempos de bonanza de Carlos Cabal Peniche que -no había hecho nada extraordinario- salvo organizar a plataneros para buscar mejores mercados, canales de comercialización y aumentar la producción, acaso el mérito mayor fue el de enseñarles a hacer negocios en grande y dejar de pensar en la distribución estatal, regional y nacional para abrirse más al mercado mundial.

Lo mismo hizo con la otrora poderosa industria pesquera de la costa tabasqueña, hasta antes del incremento en la actividad y la explotación petrolera, no obstante, la demanda de productos, principalmente del mercado estadounidense donde había convencido a empresarios americanos del sector de la capacidad de abasto desde Tabasco, al final terminó por renunciar a ese propósito porque nunca pudo cumplir y otros productores -no mexicanos- cubrieron esa demanda.

En pocas palabras, Tabasco lo ha intentado una y otra vez y salvo las promesas de campaña, gubernamentales y los sueños de uno que otro emprendedor nada extraordinario ha pasado y las nuevas generaciones, están más acostumbrados al subsidio gubernamental, a las jugosas becas, como ahora, incluso para quien ni estudia, ni trabaja y que terminan en compras de tiempo aire de teléfono, en bebidas de todo tipo o en gastos de esparcimiento, antes que en inversión.

Contra esa enorme contradicción, en la actualidad, algunos pocos jóvenes tabasqueños luchan solos por salir adelante en la formación académica, en las universidades y con el sueño de partir y encontrar mejores oportunidades en el extranjero, como reportero, me ha tocado conversar con distintos estudiantes destacados, ganadores de premios nacionales, que solo buscan y esperan la mejor oportunidad para poner en práctica lo aprendido. Aunque en ellos prima el sentimiento de competencia, una especie de decepción subyace entre esa comunidad por el olvido, desde una lógica absurda, en que son pocos los que reúnen esa condición.

Recientemente conversé con un ganador de la Olimpiada del Conocimiento del 2017 así como él otros siete tabasqueños ganaron medallas de oro, plata y bronce además de Menciones Honoríficas en aquel año, ese joven relató que en esa ocasión, los recibió el gobernador (Arturo Núñez) les habló de ciencia y demás, les obsequió un libro y les ofreció un estímulo económico además de la promesa de promoverlos en otros campos dada su alta competitividad nacional, no ocurrió ni una cosa ni otra, pese a que en el tema del estímulo se les pidió hasta una cuenta bancaria y demás.

Casi todos esos jóvenes actualmente están becados en universidades prestigiadas públicas y privadas gracias a sus propios méritos,

Mientras los que ni estudian ni trabajan puntualmente reciben sus depósitos, lo cual no se critica, pero, ¿en dónde quedan los que están luchando y demostrando que tienen capacidad no solo para triunfar aquí sino en el mundo?

En Tamaulipas, con una pobre producción en ostión, un grupo de estudiantes universitarios, en colaboración con las autoridades federales y estatales, además de Australia, trabajan desde el 2017 en un proyecto que busca aumentar la producción del molusco de 8.4 kilos por hectárea a 300, Tabasco, por ejemplo, tiene una producción de más de 500 kilos por hectárea.

En ese estado del norte han avanzado de manera importante en la producción y están realizando cadenas comerciales a China que es un comprador importante y gigante, Chile, es uno de los que más avanzó en el mercado mundial, pero, el cambio climático, la temperatura del mar está cobrando factura, con enfermedades y demás.

En Tabasco, actualmente se ha retomado con fuerza el tema, existe una inversión importante en la zona de Cárdenas, Paraíso, Centla, pero hace falta mucho trabajo aun para vincular a la ciencia (universidades y estudiantes) en una estrategia que se traduzca en más inversión y crecimiento.

Los políticos a veces confunden la posibilidad de colaborar, de aportar con la dadiva. Y a veces también se conducen con criterios electorales “entre más jóvenes reciban apoyos, más votos en las urnas” sin importar que sea el equivalente a tirar el dinero en un cesto de basura, sin la posibilidad de que aspiren a un futuro más prometedor.

Trabajo, trabajo, desarrollo y crecimiento, esa es la fórmula.

CONTORNO

El juego de la confusión o del acuerdo

Nada más que agregar, lo que se ve, no se juzga…

“Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás, así, te ahorrarás disgustos” Confucio.

Desde la administración interina de Manuel Gurría Ordóñez (29 de enero 1992-1994) mucho se habló en Tabasco de una gran generación de emprendedores y de miles -ni siquiera cientos- de proyectos de inversión que detonarían un acelerado desarrollo y crecimiento económico en la entidad, incluso la apuesta incluía a extranjeros asociados con nacionales para superar las barreras legales.

Eran los tiempos de bonanza de Carlos Cabal Peniche que -no había hecho nada extraordinario- salvo organizar a plataneros para buscar mejores mercados, canales de comercialización y aumentar la producción, acaso el mérito mayor fue el de enseñarles a hacer negocios en grande y dejar de pensar en la distribución estatal, regional y nacional para abrirse más al mercado mundial.

Lo mismo hizo con la otrora poderosa industria pesquera de la costa tabasqueña, hasta antes del incremento en la actividad y la explotación petrolera, no obstante, la demanda de productos, principalmente del mercado estadounidense donde había convencido a empresarios americanos del sector de la capacidad de abasto desde Tabasco, al final terminó por renunciar a ese propósito porque nunca pudo cumplir y otros productores -no mexicanos- cubrieron esa demanda.

En pocas palabras, Tabasco lo ha intentado una y otra vez y salvo las promesas de campaña, gubernamentales y los sueños de uno que otro emprendedor nada extraordinario ha pasado y las nuevas generaciones, están más acostumbrados al subsidio gubernamental, a las jugosas becas, como ahora, incluso para quien ni estudia, ni trabaja y que terminan en compras de tiempo aire de teléfono, en bebidas de todo tipo o en gastos de esparcimiento, antes que en inversión.

Contra esa enorme contradicción, en la actualidad, algunos pocos jóvenes tabasqueños luchan solos por salir adelante en la formación académica, en las universidades y con el sueño de partir y encontrar mejores oportunidades en el extranjero, como reportero, me ha tocado conversar con distintos estudiantes destacados, ganadores de premios nacionales, que solo buscan y esperan la mejor oportunidad para poner en práctica lo aprendido. Aunque en ellos prima el sentimiento de competencia, una especie de decepción subyace entre esa comunidad por el olvido, desde una lógica absurda, en que son pocos los que reúnen esa condición.

Recientemente conversé con un ganador de la Olimpiada del Conocimiento del 2017 así como él otros siete tabasqueños ganaron medallas de oro, plata y bronce además de Menciones Honoríficas en aquel año, ese joven relató que en esa ocasión, los recibió el gobernador (Arturo Núñez) les habló de ciencia y demás, les obsequió un libro y les ofreció un estímulo económico además de la promesa de promoverlos en otros campos dada su alta competitividad nacional, no ocurrió ni una cosa ni otra, pese a que en el tema del estímulo se les pidió hasta una cuenta bancaria y demás.

Casi todos esos jóvenes actualmente están becados en universidades prestigiadas públicas y privadas gracias a sus propios méritos,

Mientras los que ni estudian ni trabajan puntualmente reciben sus depósitos, lo cual no se critica, pero, ¿en dónde quedan los que están luchando y demostrando que tienen capacidad no solo para triunfar aquí sino en el mundo?

En Tamaulipas, con una pobre producción en ostión, un grupo de estudiantes universitarios, en colaboración con las autoridades federales y estatales, además de Australia, trabajan desde el 2017 en un proyecto que busca aumentar la producción del molusco de 8.4 kilos por hectárea a 300, Tabasco, por ejemplo, tiene una producción de más de 500 kilos por hectárea.

En ese estado del norte han avanzado de manera importante en la producción y están realizando cadenas comerciales a China que es un comprador importante y gigante, Chile, es uno de los que más avanzó en el mercado mundial, pero, el cambio climático, la temperatura del mar está cobrando factura, con enfermedades y demás.

En Tabasco, actualmente se ha retomado con fuerza el tema, existe una inversión importante en la zona de Cárdenas, Paraíso, Centla, pero hace falta mucho trabajo aun para vincular a la ciencia (universidades y estudiantes) en una estrategia que se traduzca en más inversión y crecimiento.

Los políticos a veces confunden la posibilidad de colaborar, de aportar con la dadiva. Y a veces también se conducen con criterios electorales “entre más jóvenes reciban apoyos, más votos en las urnas” sin importar que sea el equivalente a tirar el dinero en un cesto de basura, sin la posibilidad de que aspiren a un futuro más prometedor.

Trabajo, trabajo, desarrollo y crecimiento, esa es la fórmula.

CONTORNO

El juego de la confusión o del acuerdo

Nada más que agregar, lo que se ve, no se juzga…