La incesante movilidad de los tabasqueños provocada por múltiples factores que van desde los económicos, los naturales producto de las contingencias y hasta sociales por la infalible “necesidad” de salir a las calles a distraerse, hartos del confinamiento, han retornado a la entidad a una condición de alto riesgo por el incremento en casos positivos de Covid-19 y eso implicará más daños en general.
No es posible explicar que un estado vecino como Chiapas haya impuesto un exitoso y férreo control a la tasa de contagios con un estricto seguimiento a la cadena de transmisión, resultado; está en semáforo verde desde hace varias semanas.
Campeche es otra entidad vecina que se sumó posteriormente al mantener bajo control la cadena de transmisión y de nuevos casos.
Veracruz, la tercera entidad vecina de Tabasco hace poco anunció que entró en semáforo verde.
Aunque es cierto que Tabasco mantenía una tendencia decreciente en el número de casos, las inundaciones, protestas por falta de apoyos, las filas para registrarse en un censo, la salida y concentración de cientos de familias en albergues y algunos en casas particulares o en viviendas improvisadas en las calles adyacentes a sus sitios de residencia aumentó la frecuencia de casos.
La mala suerte…
Muchos atribuyen esta condición a una especie de mala suerte, por todos los imponderables que parecen sumados a un año difícil para todo el mundo, pero, que para la entidad se sumaron otros.
Las inundaciones podrían haber aumentado el número de contagios, sin ninguna duda, porque era evidente que cientos de damnificados no portaban un cubre boca o alguna protección mientras interactuaban con otros que enfrentaban su misma condición.
En Bosques de Saloya, Nacajuca, durante la primera contingencia, cuestioné a una persona anciana –apostada en la carretera- por qué no tenía un cubre boca y su respuesta fue rápida y sin titubeos:
“Hermano, no tenemos ni para comer y crees que voy a tener para comprar una cosa de esas y esto (la inundación) ni siquiera dio tiempo para sacar un pañuelo”.
Desde luego que casos como el anterior podrían justificarse, pero, otros tantos no.
Información errónea:
Algunos conocidos –profesionales- celebran que el anuncio de la efectividad de las vacunas y su inminente llegada a México este mismo mes supondría –el fin de la Pandemia- nada más alejado de la realidad.
Habría que decir que a México de acuerdo a información oficial solo llegarán 350 mil vacunas en este mes y de esa cantidad solo alcanzarían para 175 mil personas porque son dosis dobles (dos para un mismo paciente) ese número, ni siquiera alcanzaría para el personal sanitario del país.
Se habla de convenios firmados del gobierno de México con laboratorios que no rebasan los 50 millones de dosis y que comenzarían a entregarse a partir del segundo trimestre del 2021 para una población de 120 millones de mexicanos.
En Canadá con una población de 40 millones de personas, el primer ministro Justin Trudeau signó en octubre pasado el último convenio de 7 con laboratorios que desarrollan vacunas para el suministro de 358 millones de dosis. Eso sí es una diferencia.
En síntesis, la sensación tabasqueña, de que casi la librábamos (cuando los nuevos contagios comenzaron a descender) la falsa ilusión de la vacuna, el desempleo (los menos) y la ingente necesidad de la algarabía podría cobrarnos una factura mayor a la que hasta ahora hemos pagado.
Aunque suene repetitivo. Cuídense y así cuidaremos a los demás.
CONTORNO
Vales y las obras que no llegan
Ayer concluyó el Censo elaborado por la Secretaría de Bienestar para los afectados por las recientes inundaciones, antes del 20 de diciembre se van a liberar los pagos y con ello las personas que perdieron parte de sus bienes podrán recuperarlo, eso es una buena noticia para la economía de Tabasco y para los negocios.
Pero…a casi 3 meses ya de la primera inundación las –grandes obras de infraestructura no llegan- esas que sí beneficiarán a más de 2 millones de habitantes. Eso es prioritario…
Don Payambé:
Hace justo 20 años por una amiga en común platiqué de manera breve con Don Payambé López Falconi, en el extinto café de la calle Juárez, fue un poco de historia de Villahermosa -a propósito de ese sitio- también de la idiosincrasia del tabasqueño, prolijo en sus respuestas y dominio de los temas en general retrataban a un personaje culto y arraigado con su tierra.
El conocido notario público –que ocupa un sitio preponderante en la historia democrática de Tabasco- dejó un gran legado. Un abrazo y solidaridad con su esposa e hijos, Rosalinda, Silvia, Adán Augusto y Melchor. Descanse en Paz.
Hasta pronto…María Luisa:
Hubo un periodo infrecuente después de años de compartir anécdotas personales, reflexiones, ideas y mucha política, lasallista apasionada, amante de la literatura, con amigos en común como Francisco Javier Pacheco, María Luisa Zurita Rivas perdió una batalla que parecía dispuesta a ganar, se marchó físicamente, pero vive, más de una vez comentamos sobre la muerte y su admiración por el ritual mexicano y particularmente por un origen milenario el de los celtas, así la despido, por ahora:
“"No te quedes en mi tumba a llorar. No estoy allí, yo no duermo. Soy mil vientos que soplan. Soy los destellos de diamante en la nieve. Yo soy la luz del sol en el grano maduro. Soy la suave lluvia de otoño. Cuando te despiertes en el silencio de la mañana, yo soy la prisa veloz. De pájaros silenciosos en vuelo en círculos, yo soy la estrella suave que brilla en la noche. No se pare en mi tumba a llorar. No estoy allí... yo no morí".
javiermarinhdez@hotmail.com
