/ lunes 11 de mayo de 2020

Entorno | Recuperados de COVID y suero convaleciente

Las historias de pacientes con COVID en etapas consideradas sumamente graves y que requieren de un ventilador mecánico (respirador artificial) son aterradoras según lo que se desprende de la estadística en Nueva York, de un 100 por ciento muere un 88 por ciento. En los adultos de más de 75 años ese porcentaje se reduce a solo el 3 por ciento. Catastrófico.

En México, el subsecretario Hugo López Gatell habla de una tasa de supervivencia de entre el 55 y 66 por ciento –sumamente alto- otros mantienen valores aproximados a los de Nueva York, es decir, casi todos los que son intubados fallecen.

Como en todo el mundo aún no existe un tratamiento 100 por ciento seguro para atacar este virus y donde está autorizado el uso de ciertos medicamentos algunos países no tienen acceso a esos fármacos lo que deja a la comunidad médica con la posibilidad de implementar sus propios métodos –respetando los parámetros de la Organización Mundial de la Salud- principalmente en la medicina privada, no así en los hospitales públicos donde deben atenerse a lo que marcan los protocolos.

Así en el Hospital Juan Graham el fin de semana se realizó la primera transfusión de plasma sanguíneo de un paciente recuperado de COVID a otro que enfrenta la enfermedad, con ello, la entidad se sumó a Nuevo León, Ciudad de México y otros dos estados que la llevan a cabo y con el que se espera una recuperación más rápida de los candidatos a recibir “suero convaleciente” en el caso de Nuevo León que comenzó a realizarlo a mediados del mes de abril, el reporte clínico consigna una recuperación de pacientes en las primeras 24 horas de recibir la transfusión de sangre de alguien que ya padeció y superó el proceso para el que desarrolló anticuerpos a ese virus.

Es prematuro celebrar victorias, pero, se agradece que lo intenten.

CONTORNO

Contención y… relajamiento: la hipótesis de la Chontalpa

Hernán Bermúdez Requena, titular de la Secretaría de Seguridad Pública en medio de la Pandemia por COVID nos legó una actitud para la historia misma que muchos aplaudieron y otros tantos criticaron en medio de decenas de policías cuando él, personalmente, sometió a un ciudadano “rebelde” de Gaviotas:

¡Te voy a educar!; ¡Te voy a dar pa´dentro! le espetó.

Al final, concedió una oportunidad a ese tabasqueño y le permitió retirarse del lugar, con la camisa puesta y el cubrebocas que le habían obsequiado.

Pero, más allá de ese hecho, que funcionó como una intimidación colectiva para el reducido grupo de personas que permanecían en las calles, mientras concentraban recursos humanos y materiales (policías y patrullas) principalmente en Villahermosa, Centro, que ocupa el primer lugar en contagios de COVID en la entidad un retorno hormiga se estaba gestando, pero, a la vez multitudinario de cientos de trabajadores provenientes de las playas de Quintana Roo en un número estimado de alrededor de 5 mil personas o más.

Los datos son duros.

Quintana Roo fue una de las primeras entidades que endureció sus controles de seguridad para disminuir casi a cero la posibilidad de circulación vehicular a aquellas unidades procedentes de otros estados e incluso a los de ahí la restricción era igualmente severa.

Para ello pidieron el auxilio de la Secretaría de Marina que –por ejemplo- tomó el control de Tulum (como conductor no es lo mismo enfrentar a un elemento policiaco que a un marino, el respeto o la intimidación es mayor) el resultado de ese operativo fue una restricción a la movilidad casi total, por supuesto que las consecuencias de esas medidas draconianas provocó el paro casi generalizado de los hoteles de ese municipio, la Riviera Maya, Playa del Carmen y Cancún por mencionar los más importantes.

Con los hoteles parcialmente cerrados y con una cifra de contagiados al alza, comenzaron los despidos permanentes y temporales, así miles de tabasqueños volvieron a su tierra a mediados de marzo y principios de abril, un buen porcentaje retornó a los municipios de donde son nativos en la Chontalpa, Rios y Centro principalmente y lo hicieron en vehículos particulares y la mayoría en los camiones de primera, segunda y otros que dan servicio a diario.

Se cree que un pequeño porcentaje –alrededor del 10 por ciento- regresó con cuadros de COVID y que por ser jóvenes prácticamente habrían sido asintomáticos, pero, el problema fue lo que ocurrió después de su llegada a los destinos de residencia.

Aunque se entiende que nadie –en ningún lugar del mundo- estaba preparado para la emergencia que estamos viviendo, antes de realizar una estrategia severa que busca proteger a la mayoría siempre es importante revisar y agotar hasta el último reducto, para que luego no se presenten las sorpresas.

Las historias de pacientes con COVID en etapas consideradas sumamente graves y que requieren de un ventilador mecánico (respirador artificial) son aterradoras según lo que se desprende de la estadística en Nueva York, de un 100 por ciento muere un 88 por ciento. En los adultos de más de 75 años ese porcentaje se reduce a solo el 3 por ciento. Catastrófico.

En México, el subsecretario Hugo López Gatell habla de una tasa de supervivencia de entre el 55 y 66 por ciento –sumamente alto- otros mantienen valores aproximados a los de Nueva York, es decir, casi todos los que son intubados fallecen.

Como en todo el mundo aún no existe un tratamiento 100 por ciento seguro para atacar este virus y donde está autorizado el uso de ciertos medicamentos algunos países no tienen acceso a esos fármacos lo que deja a la comunidad médica con la posibilidad de implementar sus propios métodos –respetando los parámetros de la Organización Mundial de la Salud- principalmente en la medicina privada, no así en los hospitales públicos donde deben atenerse a lo que marcan los protocolos.

Así en el Hospital Juan Graham el fin de semana se realizó la primera transfusión de plasma sanguíneo de un paciente recuperado de COVID a otro que enfrenta la enfermedad, con ello, la entidad se sumó a Nuevo León, Ciudad de México y otros dos estados que la llevan a cabo y con el que se espera una recuperación más rápida de los candidatos a recibir “suero convaleciente” en el caso de Nuevo León que comenzó a realizarlo a mediados del mes de abril, el reporte clínico consigna una recuperación de pacientes en las primeras 24 horas de recibir la transfusión de sangre de alguien que ya padeció y superó el proceso para el que desarrolló anticuerpos a ese virus.

Es prematuro celebrar victorias, pero, se agradece que lo intenten.

CONTORNO

Contención y… relajamiento: la hipótesis de la Chontalpa

Hernán Bermúdez Requena, titular de la Secretaría de Seguridad Pública en medio de la Pandemia por COVID nos legó una actitud para la historia misma que muchos aplaudieron y otros tantos criticaron en medio de decenas de policías cuando él, personalmente, sometió a un ciudadano “rebelde” de Gaviotas:

¡Te voy a educar!; ¡Te voy a dar pa´dentro! le espetó.

Al final, concedió una oportunidad a ese tabasqueño y le permitió retirarse del lugar, con la camisa puesta y el cubrebocas que le habían obsequiado.

Pero, más allá de ese hecho, que funcionó como una intimidación colectiva para el reducido grupo de personas que permanecían en las calles, mientras concentraban recursos humanos y materiales (policías y patrullas) principalmente en Villahermosa, Centro, que ocupa el primer lugar en contagios de COVID en la entidad un retorno hormiga se estaba gestando, pero, a la vez multitudinario de cientos de trabajadores provenientes de las playas de Quintana Roo en un número estimado de alrededor de 5 mil personas o más.

Los datos son duros.

Quintana Roo fue una de las primeras entidades que endureció sus controles de seguridad para disminuir casi a cero la posibilidad de circulación vehicular a aquellas unidades procedentes de otros estados e incluso a los de ahí la restricción era igualmente severa.

Para ello pidieron el auxilio de la Secretaría de Marina que –por ejemplo- tomó el control de Tulum (como conductor no es lo mismo enfrentar a un elemento policiaco que a un marino, el respeto o la intimidación es mayor) el resultado de ese operativo fue una restricción a la movilidad casi total, por supuesto que las consecuencias de esas medidas draconianas provocó el paro casi generalizado de los hoteles de ese municipio, la Riviera Maya, Playa del Carmen y Cancún por mencionar los más importantes.

Con los hoteles parcialmente cerrados y con una cifra de contagiados al alza, comenzaron los despidos permanentes y temporales, así miles de tabasqueños volvieron a su tierra a mediados de marzo y principios de abril, un buen porcentaje retornó a los municipios de donde son nativos en la Chontalpa, Rios y Centro principalmente y lo hicieron en vehículos particulares y la mayoría en los camiones de primera, segunda y otros que dan servicio a diario.

Se cree que un pequeño porcentaje –alrededor del 10 por ciento- regresó con cuadros de COVID y que por ser jóvenes prácticamente habrían sido asintomáticos, pero, el problema fue lo que ocurrió después de su llegada a los destinos de residencia.

Aunque se entiende que nadie –en ningún lugar del mundo- estaba preparado para la emergencia que estamos viviendo, antes de realizar una estrategia severa que busca proteger a la mayoría siempre es importante revisar y agotar hasta el último reducto, para que luego no se presenten las sorpresas.