La insistencia por reanudar las clases de manera presencial tras un largo confinamiento de más de un año por el elevado número de casos de Covid-19, es bastante probable que tenga una motivación económica.
La movilidad del sistema educativo en su conjunto es sin ninguna duda muy importante, desde el docente que se mueve en su coche o en transporte público, los padres de familia que hacen lo propio, alumnos, personal de apoyo a la educación, servicios, alimentos, bebidas, papelerías, librerías, tiendas de abarrotes, muchas ramas de la economía se mueven bajo ese vértice.
Puesto en números: 700 mil alumnos en movimiento de los niveles básico, medio y medio superior, más los estudiantes de nivel universitario o profesional constituyen un reto mayúsculo para -volver a la tarea- a mediados del próximo mes de junio en todo el país como se sugirió hace algunos días.
El “ejemplo” de Campeche:
El vecino estado de Campeche, el estado que menos casos de Covid-19 reportó en todo el país, fue puesto como modelo nacional para arrancar un programa piloto de reanudación escolar tras la administración de las dosis de vacunas contra el Covid al personal docente de esa entidad, primero en recibirla en todo el país.
Lo siguiente fue convertirse en el primer estado del país en reiniciar las clases en la modalidad hibrida y de manera escalonada hasta alcanzar la -presencial total- lo que arrancó a mediados del mes de abril, un mes después, Campeche ha regresado a semáforo amarillo por un incremento en el número de casos de Covid-19, esto no quiere decir que sea por el regreso a clases per sé, sin embargo, es una posibilidad.
Los docentes y el personal educativo están vacunados, pero no miles de padres y menos los alumnos para los que ni siquiera hay vacunas autorizadas para menores de 18 años en el país, de modo que, en un estado como Campeche donde hubo pocos casos positivos, un solo alumno o padre que se contagie en el proceso de reanudación escolar sería suficiente para extenderlo hacia otros grupos, como podría ser el caso en mención.
Y Tabasco: entre reactivación y prudencia
Tabasco como a todo el país, urge, la reactivación económica, pero, hacerlo implica un acto de responsabilidad, es preferible, esperar un poco más para que avance, por ejemplo, el esquema de vacunación, que se ha comprometido oficialmente en la que se contempla que podría alcanzar la inmunidad de rebaño entre agosto y septiembre de este año, porque implicaría que el 75 por ciento de la población de México estaría vacunada.
La decisión del gobernador de Tabasco Adán Augusto López Hernández de reanudar las clases hasta el próximo ciclo es lo más prudente evitando con ello un incremento -nuevamente- en el número de casos.
No obstante, el decreto que entrará en vigor este lunes en el que Tabasco pasa al semáforo amarillo con el que se distenderán medidas establecidas para atender la emergencia sanitaria, permitirá ir midiendo de manera responsable el comportamiento del virus.
CONTORNO
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CFE y su responsabilidad en problemas de desabasto
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