/ viernes 20 de noviembre de 2020

Entorno | Prioridades: entre el campo y la ciudad

De acuerdo al Atlas de Riesgo del Estado de Tabasco el 94 por ciento de la superficie territorial es susceptible a inundaciones. Eso es contundente.

Y durante mucho tiempo la “idea” fue la de rellenar vasos reguladores, lagunas y otros cuerpos de agua sin pensar en construir una infraestructura adecuada que nos permitiera coexistir con el agua que de manera natural tiene esta entidad, así como las enormes aportaciones que recibe en temporadas de precipitaciones pluviales atípicas y no solo la que cae aquí sino la de los altos de Chiapas y hasta de Centroamérica.

En 2007, en plena contingencia por las inundaciones y antes de que se rompiera una parte del Malecón Carlos Madrazo provocando finalmente que el Centro Histórico se anegara, el gobierno de Tabasco tenía clara la decisión que habían tomado creando una gran barrera artificial de costales de arena con la intención de salvaguardar a esta parte de la ciudad como una especie de “emblema” al que se tenía que poner a salvo.

Todos los días que esa barrera de costales resistió al mismo tiempo provocó anegamientos severos más allá de Villahermosa, un secretario de estado de esa administración –del que se reserva el nombre- aceptó que la observación que el reportero le formulaba sobre los daños colaterales eran toda una realidad, pero, que en el fondo justificaba, era un asunto hasta de sentido común y en donde la prioridad por razones de seguridad era proteger a las mayorías por encima de las minorías, en otras palabras, zonas de alta marginación, pobreza, campos y terrenos ociosos.

2020, Magnificando una decisión:

La polémica por el reconocimiento formulado hace una semana en un video grabado del presidente Andrés Manuel López Obrador donde precisa el criterio adoptado en la más reciente inundación:

“Tuvimos que optar entre inconvenientes: no inundar Villahermosa y el agua saliera por las zonas bajas, desde luego se perjudicó a los más pobres pero teníamos que tomar una decisión. Donde vive la mayoría de la gente de Tabasco se evitó una inundación mayor”.

De manera que así como ocurrió en 2007 y en aquel tiempo con menos infraestructura que la de ahora se tomó una decisión similar, el propio dirigente estatal del PRI Dagoberto Lara Sedas en una declaración sumamente pragmática consideró la decisión presidencial como la más correcta y en la que se puede entender que ante lo inevitable se buscó el mal menor.

La Compuerta del Macayo –construida en la administración de Felipe Calderón- y como aquí se ha insistido desde que inició la contingencia por inundaciones a finales del pasado mes de septiembre resultó fundamental para que los daños no fueran mayores en Tabasco.

¿Y ahora?

Con el anuncio del inicio de los censos entrará una fase de estabilización pero a la par de ello, así como sucedió después del 2007 deberían comenzar las acciones comprometidas por la actual administración federal, el tiempo apremia.

CONTORNO

Información que sirvió...

Ya en 2008, en el Hangar del Gobierno de Tabasco durante una reunión de evaluación y seguimiento a la inundación de finales del año anterior y las precipitaciones que volvieron en la temporada de lluvias de ese año, tuve la oportunidad de formular la primera pregunta al entonces secretario de gobernación, Juan Camilo Mouriño Terrazo, con una pequeña reflexión, en la que le hacía ver que las acciones del gobierno se estaban concentrando nuevamente en la zona del Samaria-Carrizal sin reparar en que la contingencia mayor la había provocado el río de la Sierra y el Grijalva, además del tapón que este presentó.

Ahí está el registro estenográfico de esa conferencia, pero, lo importante fue la respuesta del fallecido político, quien se comprometía a trabajar en el tema.

Apenas semanas después de esa visita se convocó a las autoridades estatales y municipales para iniciar la construcción de nueva infraestructura y el canal de alivio del Tintillo que por cierto enfrentó una gran resistencia de los pobladores del lugar, pero, en aquel momento como ahora era la solución más viable.

En la actualidad con un gobierno que encabeza un tabasqueño es más difícil comunicar algo que pudiera resultar importante como lo fue antes, la diferencia ahora es que ellos creen saberlo todo y eso es un error.

javiermarinhdez@hotmail.com

De acuerdo al Atlas de Riesgo del Estado de Tabasco el 94 por ciento de la superficie territorial es susceptible a inundaciones. Eso es contundente.

Y durante mucho tiempo la “idea” fue la de rellenar vasos reguladores, lagunas y otros cuerpos de agua sin pensar en construir una infraestructura adecuada que nos permitiera coexistir con el agua que de manera natural tiene esta entidad, así como las enormes aportaciones que recibe en temporadas de precipitaciones pluviales atípicas y no solo la que cae aquí sino la de los altos de Chiapas y hasta de Centroamérica.

En 2007, en plena contingencia por las inundaciones y antes de que se rompiera una parte del Malecón Carlos Madrazo provocando finalmente que el Centro Histórico se anegara, el gobierno de Tabasco tenía clara la decisión que habían tomado creando una gran barrera artificial de costales de arena con la intención de salvaguardar a esta parte de la ciudad como una especie de “emblema” al que se tenía que poner a salvo.

Todos los días que esa barrera de costales resistió al mismo tiempo provocó anegamientos severos más allá de Villahermosa, un secretario de estado de esa administración –del que se reserva el nombre- aceptó que la observación que el reportero le formulaba sobre los daños colaterales eran toda una realidad, pero, que en el fondo justificaba, era un asunto hasta de sentido común y en donde la prioridad por razones de seguridad era proteger a las mayorías por encima de las minorías, en otras palabras, zonas de alta marginación, pobreza, campos y terrenos ociosos.

2020, Magnificando una decisión:

La polémica por el reconocimiento formulado hace una semana en un video grabado del presidente Andrés Manuel López Obrador donde precisa el criterio adoptado en la más reciente inundación:

“Tuvimos que optar entre inconvenientes: no inundar Villahermosa y el agua saliera por las zonas bajas, desde luego se perjudicó a los más pobres pero teníamos que tomar una decisión. Donde vive la mayoría de la gente de Tabasco se evitó una inundación mayor”.

De manera que así como ocurrió en 2007 y en aquel tiempo con menos infraestructura que la de ahora se tomó una decisión similar, el propio dirigente estatal del PRI Dagoberto Lara Sedas en una declaración sumamente pragmática consideró la decisión presidencial como la más correcta y en la que se puede entender que ante lo inevitable se buscó el mal menor.

La Compuerta del Macayo –construida en la administración de Felipe Calderón- y como aquí se ha insistido desde que inició la contingencia por inundaciones a finales del pasado mes de septiembre resultó fundamental para que los daños no fueran mayores en Tabasco.

¿Y ahora?

Con el anuncio del inicio de los censos entrará una fase de estabilización pero a la par de ello, así como sucedió después del 2007 deberían comenzar las acciones comprometidas por la actual administración federal, el tiempo apremia.

CONTORNO

Información que sirvió...

Ya en 2008, en el Hangar del Gobierno de Tabasco durante una reunión de evaluación y seguimiento a la inundación de finales del año anterior y las precipitaciones que volvieron en la temporada de lluvias de ese año, tuve la oportunidad de formular la primera pregunta al entonces secretario de gobernación, Juan Camilo Mouriño Terrazo, con una pequeña reflexión, en la que le hacía ver que las acciones del gobierno se estaban concentrando nuevamente en la zona del Samaria-Carrizal sin reparar en que la contingencia mayor la había provocado el río de la Sierra y el Grijalva, además del tapón que este presentó.

Ahí está el registro estenográfico de esa conferencia, pero, lo importante fue la respuesta del fallecido político, quien se comprometía a trabajar en el tema.

Apenas semanas después de esa visita se convocó a las autoridades estatales y municipales para iniciar la construcción de nueva infraestructura y el canal de alivio del Tintillo que por cierto enfrentó una gran resistencia de los pobladores del lugar, pero, en aquel momento como ahora era la solución más viable.

En la actualidad con un gobierno que encabeza un tabasqueño es más difícil comunicar algo que pudiera resultar importante como lo fue antes, la diferencia ahora es que ellos creen saberlo todo y eso es un error.

javiermarinhdez@hotmail.com