/ viernes 17 de julio de 2020

Entorno | Mercado negro de medicinas: entre creencia y ciencia

“La Ivermectina, no cura, el Covid” con esa sentencia la secretaria de salud, Silvia Roldán Fernández, respondió a dos cuestionamientos relacionados, el primero de ellos, el desabasto de ciertos medicamentos particularmente la Ivermectina un fármaco que un grupo de científicos anunció que había arrojado resultados en la replicación del virus Sars-Cov-2 en pruebas “in vitro” realizadas en la Universidad de Monash en Melbourne, Australia.

La funcionaria de salud en la entidad que recién acaba de corregir por tercera vez consecutiva su pronóstico de casos positivos a Covid y probables fallecimientos consideró que el uso de ese medicamento diagnosticado por un médico para un tratamiento específico desató una especie de furor por adquirirlo al igual que otros lo que originó un desabasto del producto.

A la par de ello surgió un mercado negro, en el que ese medicamento que costaba 65 pesos en una farmacia de genéricos se llegó a comercializar hasta en 500 pesos, no obstante, la pregunta es ¿Quién provocó tal especulación?

Desde el mes de abril, circula información oficial –de manera extraoficial- sobre los protocolos de atención a pacientes positivos de Covid-19 en distintas etapas desde los normales, graves y muy graves, lo mismo en el Instituto Mexicano del Seguro Social que en el Juan Graham Casasús.

Esos documentos internos trascendieron a lo público y nunca hubo un desmentido oficial, lo que ahora intentan casi dos meses después de ello.

Aunque muchos desean que esta pesadilla termine, la suma de muertes en la entidad deja a muchos con más dudas que certezas, algunos abrazan incluso la creencia de la fe, del dogma, otros con medicamentos, remedios naturales y alejados de la ciencia la enfrentan de otra manera.

CONTORNO

“Chile para los mexicanos…”

El golpe de estado en Chile de Augusto Pinochet a Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973 inauguró una relación histórica profunda con esa nación sudamericana por el asilo que se concedió a casi un millar de chilenos, muchos de ellos, se quedaron para siempre y rehicieron su vida, aportaron a la cultura y a distintos ámbitos de la vida privada y pública del país. En aquel año gobernaba el priista Luis Echeverría Álvarez.

El emergente régimen de Pinochet buscaba erradicar cualquier asomo de socialismo o comunismo, lo que habría justificado esa noche de infierno, según consigna la historia de Chile.

La tradición de México como un país neutral que había dado refugio muchos años antes a niños españoles y familias completas que huían de la Guerra Civil Española eran la mejor garantía para los chilenos.

Muchos mexicanos aplaudieron el ingreso de esa comunidad chilena a quienes se les otorgaba en lo inmediato asistencia en vivienda, educación para los menores, cuidados médicos y un empleo para obtener ingresos, justo en medio de la construcción del México moderno, muchos mexicanos carecían de todo lo anterior lo que avivó críticas al mandatario priista.

Poco tiempo después de ese gesto diplomático durante la celebración de un encuentro México-Chile, el presidente Echeverría dejaría una frase para la posteridad, que, en el caló y el albur del mexicano representaría una burla:

“México para los chilenos y Chile para los mexicanos”.

Casi medio siglo después, donde la mayoría de las naciones dejaron sus políticas aislacionistas para entrar en competencia en un mundo globalizado, debería cuidarse, el fortalecimiento de los connacionales, sin que eso signifique un nacionalismo extremo.

Esta semana el Gobierno Federal anunció que comprará medicamentos en el extranjero, dada las prácticas de corrupción de 10 empresas que controlaban el 80 por ciento de los medicamentos en el país y que hacían lo que querían, lo cual es digno de reconocerse.

Pero, es el Gobierno Federal quien tiene todos los instrumentos legales para terminar con esas prácticas, porque, los primeros afectados serán los trabajadores mexicanos y ese 20 por ciento de empresas mexicanas que no fueron señaladas por corrupción.

Tampoco de nada sirve que los ganadores de los grandes proyectos del sexenio sean empresas holandesas, chinas, españolas asociadas con presuntos “empresarios exitosos del país”.

En los primeros dos años de la actual administración –sin contar los insumos adquiridos en el extranjero por el Covid- más de un Billón de pesos han salido del país hacia cuentas en el extranjero.

Y al igual que en 1973 aquí también hace falta vivienda, salud, empleo y otras cosas más.

El tema es mucho más profundo que un simple castigo…

“La Ivermectina, no cura, el Covid” con esa sentencia la secretaria de salud, Silvia Roldán Fernández, respondió a dos cuestionamientos relacionados, el primero de ellos, el desabasto de ciertos medicamentos particularmente la Ivermectina un fármaco que un grupo de científicos anunció que había arrojado resultados en la replicación del virus Sars-Cov-2 en pruebas “in vitro” realizadas en la Universidad de Monash en Melbourne, Australia.

La funcionaria de salud en la entidad que recién acaba de corregir por tercera vez consecutiva su pronóstico de casos positivos a Covid y probables fallecimientos consideró que el uso de ese medicamento diagnosticado por un médico para un tratamiento específico desató una especie de furor por adquirirlo al igual que otros lo que originó un desabasto del producto.

A la par de ello surgió un mercado negro, en el que ese medicamento que costaba 65 pesos en una farmacia de genéricos se llegó a comercializar hasta en 500 pesos, no obstante, la pregunta es ¿Quién provocó tal especulación?

Desde el mes de abril, circula información oficial –de manera extraoficial- sobre los protocolos de atención a pacientes positivos de Covid-19 en distintas etapas desde los normales, graves y muy graves, lo mismo en el Instituto Mexicano del Seguro Social que en el Juan Graham Casasús.

Esos documentos internos trascendieron a lo público y nunca hubo un desmentido oficial, lo que ahora intentan casi dos meses después de ello.

Aunque muchos desean que esta pesadilla termine, la suma de muertes en la entidad deja a muchos con más dudas que certezas, algunos abrazan incluso la creencia de la fe, del dogma, otros con medicamentos, remedios naturales y alejados de la ciencia la enfrentan de otra manera.

CONTORNO

“Chile para los mexicanos…”

El golpe de estado en Chile de Augusto Pinochet a Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973 inauguró una relación histórica profunda con esa nación sudamericana por el asilo que se concedió a casi un millar de chilenos, muchos de ellos, se quedaron para siempre y rehicieron su vida, aportaron a la cultura y a distintos ámbitos de la vida privada y pública del país. En aquel año gobernaba el priista Luis Echeverría Álvarez.

El emergente régimen de Pinochet buscaba erradicar cualquier asomo de socialismo o comunismo, lo que habría justificado esa noche de infierno, según consigna la historia de Chile.

La tradición de México como un país neutral que había dado refugio muchos años antes a niños españoles y familias completas que huían de la Guerra Civil Española eran la mejor garantía para los chilenos.

Muchos mexicanos aplaudieron el ingreso de esa comunidad chilena a quienes se les otorgaba en lo inmediato asistencia en vivienda, educación para los menores, cuidados médicos y un empleo para obtener ingresos, justo en medio de la construcción del México moderno, muchos mexicanos carecían de todo lo anterior lo que avivó críticas al mandatario priista.

Poco tiempo después de ese gesto diplomático durante la celebración de un encuentro México-Chile, el presidente Echeverría dejaría una frase para la posteridad, que, en el caló y el albur del mexicano representaría una burla:

“México para los chilenos y Chile para los mexicanos”.

Casi medio siglo después, donde la mayoría de las naciones dejaron sus políticas aislacionistas para entrar en competencia en un mundo globalizado, debería cuidarse, el fortalecimiento de los connacionales, sin que eso signifique un nacionalismo extremo.

Esta semana el Gobierno Federal anunció que comprará medicamentos en el extranjero, dada las prácticas de corrupción de 10 empresas que controlaban el 80 por ciento de los medicamentos en el país y que hacían lo que querían, lo cual es digno de reconocerse.

Pero, es el Gobierno Federal quien tiene todos los instrumentos legales para terminar con esas prácticas, porque, los primeros afectados serán los trabajadores mexicanos y ese 20 por ciento de empresas mexicanas que no fueron señaladas por corrupción.

Tampoco de nada sirve que los ganadores de los grandes proyectos del sexenio sean empresas holandesas, chinas, españolas asociadas con presuntos “empresarios exitosos del país”.

En los primeros dos años de la actual administración –sin contar los insumos adquiridos en el extranjero por el Covid- más de un Billón de pesos han salido del país hacia cuentas en el extranjero.

Y al igual que en 1973 aquí también hace falta vivienda, salud, empleo y otras cosas más.

El tema es mucho más profundo que un simple castigo…