/ lunes 23 de noviembre de 2020

Entorno | La resistencia que viene

Hace más de 25 años, en protesta por los resultados de la elección gubernamental de 1994, el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador inició una resistencia civil pacífica en la que se incluía no pagar múltiples servicios, entre ellos, el de energía eléctrica, con el que se pretendía atraer la atención del gobierno federal para que depusiera al gobernador Roberto Madrazo Pintado y convocar a nuevas elecciones.

Para decirlo con claridad: fue una resistencia civil política.

Lo que ocurrió después con esa protesta y particularmente con un reducido grupo de políticos, muchos lo tienen bastante claro, los ciudadanos se endeudaron y tuvieron que enfrentar de manera personal sus problemas pese al origen real del mismo.

2020

Este año ha sido particularmente difícil para todo el mundo, pero México es de los países más golpeados por la Pandemia de Covid-19 que pasó de una estimación absurda y totalmente fuera de cualquier realidad por parte del responsable de la estrategia nacional, el subsecretario Hugo López Gatell quien proyectó no más de 6 mil muertos en total hacia el final de la emergencia sanitaria y llevamos más de 100 mil con una espiral en ascenso, ha colapsado no solo al sistema de salud –que ha dado una batalla ejemplar – sino a la economía en su conjunto.

Y el caso Tabasco y su doble crisis:

Tabasco que fue de los estados con más casos registrados a nivel nacional de Covid-19 cuando comenzaba a salir del proceso más crítico sumó ahora contingencias por inundaciones que agravó nuestra deteriorada condición económica.

Los casos de empresas, familias y personas que están en una crisis de fondo desafortunadamente son muchas, un ejemplo; un pequeño empresario de la localidad relata que en mayo despidió a catorce trabajadores obligado por el cierre y el confinamiento, en agosto volvió a abrir recontrató a la mitad de su plantilla original con ahorros y un préstamo bancario, ahí se enteró que uno de sus ex empleados falleció por Covid-19, registró una lenta recuperación pero llegó la inundación y ahora de nuevo en aprietos con el cierre definitivo como una posibilidad.

De manera que la crisis ha golpeado por todos los frentes y el planteamiento de los ciudadanos es diferir pagos y servicios básicos que son obligatorios.

Cientos de tabasqueños prescindieron ya de servicios no indispensables como telefonía celular, entretenimiento y otros, pero, lo mismo está sucediendo en los pagos por servicios públicos básicos, como el predial, agua y por supuesto energía eléctrica.

Y el impago a CFE:

Después de que a inicios del mes la Comisión Federal de Electricidad reconoció que hubo un error de cálculo en el manejo de las Presas con lo que se liberó más agua de lo normal que provocó estragos en una buena parte de la superficie tabasqueña y surgió la amenaza de una demanda por parte del Gobierno de Tabasco contra la CFE para que esta indemnice a miles de damnificados y la postura de respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador al gobernador Adán Augusto López Hernández pero que días después cambió, al respaldar públicamente a Manuel Bartlett titular de CFE al final se convirtió en un asunto de poca seriedad en todos los niveles y en el que desafortunadamente a la población tabasqueña.

La CFE anunció ayer que no cambiará a tarifa de alto consumo como un apoyo por la emergencia sanitaria (por Covid-19) con lo que se beneficiarían 39 millones de hogares en todo el país, la idea de la empresa es que no se caiga más el impago en millones de hogares.

En las comunidades de Tabasco crece con celeridad la idea generalizada de no pagar más los consumos de energía eléctrica, al menos en lo que resta de la administración de López Obrador, bajo la lógica de que sí lo hicieron en apoyo a un movimiento político, ahora que fue provocado por malas decisiones técnicas y con una crisis económica generalizada que es también social, nadie tendría porque exigir un pago y menos en un momento tan complejo como este.

Vaya crisis…


CONTORNO


Sin salida…

javiermarinhdez@hotmail.com

Hace más de 25 años, en protesta por los resultados de la elección gubernamental de 1994, el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador inició una resistencia civil pacífica en la que se incluía no pagar múltiples servicios, entre ellos, el de energía eléctrica, con el que se pretendía atraer la atención del gobierno federal para que depusiera al gobernador Roberto Madrazo Pintado y convocar a nuevas elecciones.

Para decirlo con claridad: fue una resistencia civil política.

Lo que ocurrió después con esa protesta y particularmente con un reducido grupo de políticos, muchos lo tienen bastante claro, los ciudadanos se endeudaron y tuvieron que enfrentar de manera personal sus problemas pese al origen real del mismo.

2020

Este año ha sido particularmente difícil para todo el mundo, pero México es de los países más golpeados por la Pandemia de Covid-19 que pasó de una estimación absurda y totalmente fuera de cualquier realidad por parte del responsable de la estrategia nacional, el subsecretario Hugo López Gatell quien proyectó no más de 6 mil muertos en total hacia el final de la emergencia sanitaria y llevamos más de 100 mil con una espiral en ascenso, ha colapsado no solo al sistema de salud –que ha dado una batalla ejemplar – sino a la economía en su conjunto.

Y el caso Tabasco y su doble crisis:

Tabasco que fue de los estados con más casos registrados a nivel nacional de Covid-19 cuando comenzaba a salir del proceso más crítico sumó ahora contingencias por inundaciones que agravó nuestra deteriorada condición económica.

Los casos de empresas, familias y personas que están en una crisis de fondo desafortunadamente son muchas, un ejemplo; un pequeño empresario de la localidad relata que en mayo despidió a catorce trabajadores obligado por el cierre y el confinamiento, en agosto volvió a abrir recontrató a la mitad de su plantilla original con ahorros y un préstamo bancario, ahí se enteró que uno de sus ex empleados falleció por Covid-19, registró una lenta recuperación pero llegó la inundación y ahora de nuevo en aprietos con el cierre definitivo como una posibilidad.

De manera que la crisis ha golpeado por todos los frentes y el planteamiento de los ciudadanos es diferir pagos y servicios básicos que son obligatorios.

Cientos de tabasqueños prescindieron ya de servicios no indispensables como telefonía celular, entretenimiento y otros, pero, lo mismo está sucediendo en los pagos por servicios públicos básicos, como el predial, agua y por supuesto energía eléctrica.

Y el impago a CFE:

Después de que a inicios del mes la Comisión Federal de Electricidad reconoció que hubo un error de cálculo en el manejo de las Presas con lo que se liberó más agua de lo normal que provocó estragos en una buena parte de la superficie tabasqueña y surgió la amenaza de una demanda por parte del Gobierno de Tabasco contra la CFE para que esta indemnice a miles de damnificados y la postura de respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador al gobernador Adán Augusto López Hernández pero que días después cambió, al respaldar públicamente a Manuel Bartlett titular de CFE al final se convirtió en un asunto de poca seriedad en todos los niveles y en el que desafortunadamente a la población tabasqueña.

La CFE anunció ayer que no cambiará a tarifa de alto consumo como un apoyo por la emergencia sanitaria (por Covid-19) con lo que se beneficiarían 39 millones de hogares en todo el país, la idea de la empresa es que no se caiga más el impago en millones de hogares.

En las comunidades de Tabasco crece con celeridad la idea generalizada de no pagar más los consumos de energía eléctrica, al menos en lo que resta de la administración de López Obrador, bajo la lógica de que sí lo hicieron en apoyo a un movimiento político, ahora que fue provocado por malas decisiones técnicas y con una crisis económica generalizada que es también social, nadie tendría porque exigir un pago y menos en un momento tan complejo como este.

Vaya crisis…


CONTORNO


Sin salida…

javiermarinhdez@hotmail.com