El primer pronóstico que escuché -a finales de febrero- con una clara interpretación científica sobre el curso que podría tener el COVID-19 fue la de un amigo, Ingeniero Bioquímico, apasionado de los libros de ciencias y de la historia de la evolución de las enfermedades, en su explicación en aquellos días recurría a interrogantes básicas que comenzaban a plantearse: como la gravedad del COVID, su tasa de contagio, de letalidad y lo más importante, las medidas que deberían de tomar las autoridades, bajo dos aspectos fundamentales, adoptar los cuidados necesarios para dejarla fluir entre la población o imponer medidas restrictivas drásticas como las que ya se vivían en China.
La Organización Mundial de la Salud (que ha tenido muchísimos errores en el manejo de esta crisis sanitaria mundial) decretó el 11 de marzo al COVID-19 como una Pandemia.
El pasado 12 de junio la BBC reprodujo una entrevista realizada al Premio Nobel de Química 2012, Michael Levitt, profesor de biología estructural de la Universidad de Stanford quien cuestiona en primer lugar el confinamiento estricto que, para él, fue una copia de muchos gobernantes en distintos países sobre lo realizado en China a partir del primer brote registrado en Wuhan, los líderes, entraron más en pánico que la propia población, ese pánico generó estrés y esa condición repercute biológicamente porque la población comienza a preocuparse lo que es malo para el sistema inmune, remarcó.
Estoy seguro, dijo, que el confinamiento a tiempo pudo haber salvado vidas en el corto plazo, pero el daño económico costará vidas.
En esa amplia entrevista puede concluirse que no se tomaron decisiones científicas sino más bien políticas, quizá hasta el sentido común invocado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para continuar con las actividades normales (quitándole solamente la recomendación de abrácense, bésense, las estampitas y no pasa nada) desde una concepción lógica e histórica sobre otras crisis pudo haber sido lo más adecuado, hasta que apareció un supuesto experto (Hugo López Gatell) que solo da cifras de contagios y muertes cada día; pero como dice el Nobel Levitt, ahora que casi todo mundo se ha dado cuenta que el confinamiento no era tan buena idea “nadie puede culpar a nadie, porque ya está hecho”.
La analogía guardada toda proporción, sirve para sostener que -el gobierno no lo sabe todo- y es importante tomar en cuenta la opinión de los expertos, de los que se dedican a la ciencia y no a la política tan natural en estas tierras, porque se trata de la vida misma.
Hay pocos, pero suficientes científicos repartidos en el mundo, como el tabasqueño que formó parte del equipo que descubrió el bosón de Higgs -la partícula considerada responsable de dar masa a todas las demás- que actualmente reside y trabaja en Estados Unidos.
O la tabasqueña Sonia Pérez Tapia una científica e inmunóloga que es parte del grupo de científicos mexicanos que trabajan en la elaboración de una vacuna contra el COVID-19 que encabeza el Instituto Politécnico Nacional.
Sin embargo, mientras en México sea más importante publicar como noticia que son un éxito de venta muñecos de peluche de un subsecretario de salud federal que además se convierta en tendencia nacional -ese acontecimiento- es un retrato fiel de una sociedad sometida y seguiremos igual de atrasados porque lo baladí está por encima del conocimiento y por tanto de lo importante para crecer y tomar mejores decisiones.
CONTORNO
El anuncio:
Este lunes el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández anunciará una serie de medidas relacionadas con el momento que se enfrenta con el COVID-19 y el retorno gradual a las actividades a partir del próximo 22 de junio.
Hay más de un interesado -de mucho peso- fuera de la entidad que mantiene la firme idea de regresar a la normalidad, en eso no hay vuelta atrás, cada quien asumiendo su riesgo bajo su propia responsabilidad.
Quizá deberían empezar por normalizar los horarios en supermercados, en tiendas de conveniencia y todos los pequeños negocios, el transporte público, suspender el hoy no circula y por supuesto, los bancos, bajo una lógica esencial, las largas filas y aglomeraciones se han registrado en esos sectores. Estaremos atentos.
Desempleo y empleo:
Con el retorno a las actividades, podría medirse con precisión el daño en fuerza laboral que dejó el confinamiento, según el ejecutivo federal, alcanzaría hasta un millón de desempleados -que de acuerdo a sus proyecciones se recuperarán- mientras se cristaliza, todo intento por reactivar el empleo será crucial para salir de esta crisis asfixiante, en Tabasco este lunes autoridades de Secretaría de Educación y Ayuntamiento de Centro pondrán en marcha un programa en el que se generarán 3 mil empleos temporales para el remozamiento de 604 edificios y 702 escuelas en esta zona.
El Gobierno estatal también intensificará obras en el resto de los municipios de la entidad, incluso, el gobernador ofreció invertir en obra pública durante este 2020 hasta un 5 por ciento en proporción con el presupuesto estatal lo que rebasaría los 3 mil millones de pesos porque tendrá además de una repercusión directa en empleos e incidirá en otros sectores económicos.
javiermarinhdez@hotmail.com
