En el año 1999 como en la escena de una película de suspenso, los reporteros presentes en el salón de recepciones de Palacio de Gobierno escucharon atónitos las palabras del director de la Comisión Nacional del Agua Guillermo Guerrero Villalobos acompañado del secretario de gobernación, Diódoro Carrasco Altamirano y el gobernador interino Víctor Manuel Barceló.
“Ante la presencia de lluvias intensas en las Presas del Alto Grijalva, hemos decidido aumentar la turbinación por lo que hacia las 3 de la mañana tendremos los efectos en los ríos de Tabasco, como el Carrizal, les pedimos poner a salvo sus cosas y salir de sus casas para quienes habiten cerca de cuerpos de agua”.
La improvisada rueda de prensa –se armó en horas un día antes de la inundación de ese año- la decisión sin consultar “al pueblo ni al gobernante de Tabasco había sido tomada de manera unilateral” muchos creen que incluso ese aumento en la extracción de agua hacia la planicie tabasqueña llevaba más de 48 horas antes del anuncio del gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León.
Esa inundación del año 1999 estuvo ligada al manejo de las Presas, incluso, muchos ciudadanos recuerdan como anécdota curiosa que “ni siquiera llovió con intensidad en territorio tabasqueño” además de toda la margen izquierda del río Carrizal, Nacajuca, Jalpa de Méndez, Cunduacán (que reciben parte del agua de presas por los ríos Samaria, Carrizal y González) la exclusiva zona de Tabasco 2000 amaneció casi completamente inundada.
Quedó para la posteridad una frase pronunciada en plena contingencia por el ex gobernador Barceló propia de la lisonja compartida entre políticos: “Tabasco no se acaba aquí…” Ni un reclamo enérgico, ni más recursos, ni obras de infraestructura importantes, nada, cada quien cargó sus propios muertos.
Y a 21 años:
Después del niño ahogado…
Las inundaciones de este año, de las que paulatinamente ha comenzado a salir la población afectada, pudieron mitigarse, no hubo de la Federación ninguna inversión importante, de hecho los anuncios vinieron sí, pero, después de ocurrir esta nueva contingencia y porque Tabasco volvió a ser noticia nacional e internacional, más por los bloqueos que por lo que los propició.
El propio gobernador Adán Augusto López Hernández, al poner en marcha los trabajos de desazolve de la Compuerta del Macayo declaró públicamente -en marzo de este año-, que la directora de la CONAGUA y CFE se habían desatendido de una responsabilidad presupuestal e inversión que les competía a ellos para el desazolve y mantenimiento del Macayo y que la entidad tenía que asumir porque era su población la más vulnerable.
Eso debió haberlo repetido ayer frente a los responsables de las dependencias del gobierno federal para clarificar el tema.
La buena noticia, fue el anuncio realizado ayer desde la concepción intelectual del presidente, Andrés Manuel López Obrador:
“Se comprarán las dragas que se necesiten para que no vuelva a inundarse Tabasco, ese es mi compromiso” con ello se iniciará un programa de dragado en los ríos de Tabasco –algo así como achicar el pozo para que le entre más agua con el riesgo de colapso de las paredes- una medida que miles de tabasqueños, pidieron en 2007 y a la que algunos expertos en ingeniería civil, batimetría y otros campos ponían en duda, sobre su efectividad, no obstante, ahora, la demanda popular ganó.
Y el segundo anuncio:
“Ya se ha presentado un plan que se va a cumplir cabalmente, es el que se turbine permanentemente en las hidroeléctricas”. Otra demanda colectiva de la ciudadanía desde años atrás quienes siempre acusaron que el hecho de mantener a las Presas con altos niveles de agua, en momentos de lluvias intensas (ni siquiera atípicas por encima de las normales) estas generaban complicaciones porque se llenaban muy rápido lo que obligaba a turbinar millones de litros de agua hacia la planicie tabasqueña, inundando todo a su paso, otros expertos, sostienen que no es del todo real esa percepción popular, porque esas centrales necesitan mantener un nivel de agua para su propia seguridad y funcionamiento. Como sea, la decisión está tomada.
¿Funcionará? Esperemos que sí.
CONTORNO
Se acabó el censo; no, continúan:
Lo que mal empieza, casi siempre, mal termina.
Casi una centena de bloqueos en carreteras, caminos vecinales, calles y demás puntos estallaron desde el lunes pasado, tras el anuncio del secretario de Bienestar Javier May Rodríguez –de buena fe- en el sentido de que nadie se quedaría sin recibir su vale y que la semana que terminó -concluiría el censo- lo que detonó el caos porque en muchas localidades, cientos de personas no habían sido incluidas y algunas reclamaban legítimamente la ayuda gubernamental y otros, sin afectaciones visibles alentaban los bloqueos.
El pasado jueves por la tarde-noche, el gobernador Adán Augusto López Hernández, asumió el costo de anunciar que los censos habían terminado lo que secundó May Rodríguez, sin embargo, unas horas después, nuevos bloqueos en Nacajuca, Centro y Jalpa los hicieron retractarse del anuncio y con ello el reinicio de los censos.
Es plausible, que tengan sensibilidad por aquellos afectados que no habían sido omitidos, pero, en el fondo subyace más contaminación política que otra cosa y en el medio de todo, nuevamente la población mayoritaria sufre las consecuencias de una pésima estrategia de coordinación.
javiermarinhdez@hotmail.com
