/ viernes 3 de abril de 2020

Entorno | Hipótesis sobre la agresividad del COVID en Tabasco

De manera personal un grupo de especialistas médicos, investigadores y amigos realizamos un ejercicio de intercambio de información científica de fuentes acreditadas, consultas y aspectos generales para tratar de entender lo que ocurre en Tabasco con el comportamiento del COVID-19 que para la estadística nacional ocupaba hasta el pasado miércoles el séptimo lugar nacional de 32 estados del país, pero, si lo medimos en términos proporcionales a su población, es decir, no es lo mismo un estado con 10 millones de habitantes con 60 casos a una entidad con 2 millones 300 mil habitantes -como el nuestro con 52 casos- si se tomara ese criterio seríamos el segundo o tercer lugar nacional.

¿Y qué podría estar ocurriendo?

Para dar contexto de una de las dos hipótesis a exponer aquí se retoma una investigación del profesor de ciencias Jeffrey Sharman de la Universidad de Columbia citado el 16 de marzo (hace 17 días) por los diarios The Washington Post y New York Times:

“La explosión de casos de COVID-19 en China fue impulsada en gran parte por personas con síntomas leves, limitados o sin síntomas, que no fueron detectadas, los casos no detectados pueden exponer a una porción mucho mayor de la población al virus”.

Y explica: esto quiere decir que las personas contagiadas que se sienten sanas o con síntomas muy leves están esparciendo el virus sin darse cuenta, al patrón de contagio lo denomina “transmisiones sigilosas”.

En esa investigación muestra que en China por cada caso confirmado había seis más.

“Si tenemos 3,500 casos confirmados en Estados Unidos es posible que en realidad sean 35 mil, si al 18 de marzo habían más de 200 mil casos confirmados en 150 países en realidad más de 1 millón de personas podrían estar infectadas”. Hasta aquí el estudio.

Ayer el Gobierno de China reconoció los temores de que ahora que han vuelto a la normalidad paulatina en Wuhan –epicentro de la pandemia- y en otras regiones resurgieron las dudas sobre la posibilidad de un rebrote por los asintomáticos que pese a la cuarentena desarrollaron tarde el padecimiento con síntomas o sin ellos lo que implicaría una nueva exposición.

Primera hipótesis:

En Tabasco desde el primer caso detectado –en todo el tránsito desde los aeropuertos hasta su destino final- y los que le siguieron no existió un control estricto con la alta posibilidad de que ese primer caso en realidad no lo haya sido y otros más, probablemente sin desarrollar síntomas como fiebre o sensación de ahogo al respirar lo que se traduciría en que no tenemos 52 casos sino probablemente más de 500 –como sostiene el científico- y en una entidad que al igual que en el resto del país no están tomando muestras como deberían.

Y en ese marco es increíble –y a las pruebas se remite este espacio- que se ordenen muestras a personal administrativo de salud –de alto nivel- “que no son médicos y si lo son no están o estuvieron en contacto con personas ingresadas en los hospitales para descartar que tengan el virus” y en contraste al personal médico el que sí está en la primera línea de defensa de la vida y que sí trabaja en los nosocomios los manden a sus casas a aislamiento sin practicarles las pruebas con el argumento de que “no tienen o que no poseen todos los síntomas” eso es indigno sostiene uno de ellos y lo explica así “o sea como ser soldado asistir a la guerra sin fusil mientras los que se quedan en casa lo hacen con todo y fusil”.

Segunda hipótesis:

Esta podría guardar relación con el manejo intrahospitalario de sanitización e higiene de un nosocomio como el Juan Graham convertido en sede de los pacientes positivos a COVID-19 y que presentan complicaciones graves, donde lamentablemente fallecieron los dos primeros positivos al virus, cabe señalar que presentaban más de un factor de comorbilidad.

En otras palabras, todos saben que al ingresar a un hospital se informa de la posibilidad de contraer bacterias o virus por el tipo de enfermedades que ahí se encuentran, incluso al causar alta y tiene un nombre: síndrome post hospitalario.

Se cree que quienes ingresan a los nosocomios con problemas respiratorios por coronavirus podrían reaccionar favorablemente o agravar su condición, en este último caso nos dejaría con un problema adquirido lo que haría más tardada la recuperación o el desenlace fatal.

Por lo anterior, lo mejor es seguir en casa y realizar todas las prácticas de higiene posibles y más estrictas si es necesario salir.

¿Y usted qué opina?

CONTORNO

En receso

Espero que nos reencontremos pronto.

Por el periodo de semana santa y lo que estamos viviendo esta columna dejará de publicarse durante los próximos días.

De manera personal un grupo de especialistas médicos, investigadores y amigos realizamos un ejercicio de intercambio de información científica de fuentes acreditadas, consultas y aspectos generales para tratar de entender lo que ocurre en Tabasco con el comportamiento del COVID-19 que para la estadística nacional ocupaba hasta el pasado miércoles el séptimo lugar nacional de 32 estados del país, pero, si lo medimos en términos proporcionales a su población, es decir, no es lo mismo un estado con 10 millones de habitantes con 60 casos a una entidad con 2 millones 300 mil habitantes -como el nuestro con 52 casos- si se tomara ese criterio seríamos el segundo o tercer lugar nacional.

¿Y qué podría estar ocurriendo?

Para dar contexto de una de las dos hipótesis a exponer aquí se retoma una investigación del profesor de ciencias Jeffrey Sharman de la Universidad de Columbia citado el 16 de marzo (hace 17 días) por los diarios The Washington Post y New York Times:

“La explosión de casos de COVID-19 en China fue impulsada en gran parte por personas con síntomas leves, limitados o sin síntomas, que no fueron detectadas, los casos no detectados pueden exponer a una porción mucho mayor de la población al virus”.

Y explica: esto quiere decir que las personas contagiadas que se sienten sanas o con síntomas muy leves están esparciendo el virus sin darse cuenta, al patrón de contagio lo denomina “transmisiones sigilosas”.

En esa investigación muestra que en China por cada caso confirmado había seis más.

“Si tenemos 3,500 casos confirmados en Estados Unidos es posible que en realidad sean 35 mil, si al 18 de marzo habían más de 200 mil casos confirmados en 150 países en realidad más de 1 millón de personas podrían estar infectadas”. Hasta aquí el estudio.

Ayer el Gobierno de China reconoció los temores de que ahora que han vuelto a la normalidad paulatina en Wuhan –epicentro de la pandemia- y en otras regiones resurgieron las dudas sobre la posibilidad de un rebrote por los asintomáticos que pese a la cuarentena desarrollaron tarde el padecimiento con síntomas o sin ellos lo que implicaría una nueva exposición.

Primera hipótesis:

En Tabasco desde el primer caso detectado –en todo el tránsito desde los aeropuertos hasta su destino final- y los que le siguieron no existió un control estricto con la alta posibilidad de que ese primer caso en realidad no lo haya sido y otros más, probablemente sin desarrollar síntomas como fiebre o sensación de ahogo al respirar lo que se traduciría en que no tenemos 52 casos sino probablemente más de 500 –como sostiene el científico- y en una entidad que al igual que en el resto del país no están tomando muestras como deberían.

Y en ese marco es increíble –y a las pruebas se remite este espacio- que se ordenen muestras a personal administrativo de salud –de alto nivel- “que no son médicos y si lo son no están o estuvieron en contacto con personas ingresadas en los hospitales para descartar que tengan el virus” y en contraste al personal médico el que sí está en la primera línea de defensa de la vida y que sí trabaja en los nosocomios los manden a sus casas a aislamiento sin practicarles las pruebas con el argumento de que “no tienen o que no poseen todos los síntomas” eso es indigno sostiene uno de ellos y lo explica así “o sea como ser soldado asistir a la guerra sin fusil mientras los que se quedan en casa lo hacen con todo y fusil”.

Segunda hipótesis:

Esta podría guardar relación con el manejo intrahospitalario de sanitización e higiene de un nosocomio como el Juan Graham convertido en sede de los pacientes positivos a COVID-19 y que presentan complicaciones graves, donde lamentablemente fallecieron los dos primeros positivos al virus, cabe señalar que presentaban más de un factor de comorbilidad.

En otras palabras, todos saben que al ingresar a un hospital se informa de la posibilidad de contraer bacterias o virus por el tipo de enfermedades que ahí se encuentran, incluso al causar alta y tiene un nombre: síndrome post hospitalario.

Se cree que quienes ingresan a los nosocomios con problemas respiratorios por coronavirus podrían reaccionar favorablemente o agravar su condición, en este último caso nos dejaría con un problema adquirido lo que haría más tardada la recuperación o el desenlace fatal.

Por lo anterior, lo mejor es seguir en casa y realizar todas las prácticas de higiene posibles y más estrictas si es necesario salir.

¿Y usted qué opina?

CONTORNO

En receso

Espero que nos reencontremos pronto.

Por el periodo de semana santa y lo que estamos viviendo esta columna dejará de publicarse durante los próximos días.