/ viernes 27 de marzo de 2020

Entorno | Esperanza y toxicidad

Días aciagos.

Mil y una historias de múltiples expertos en pandemias, enfermedades, complots políticos, ataques biotecnológicos circulan en las redes sociales durante los últimos días para abordar desde cada particular perspectiva el tema de la nueva cepa del coronavirus.

Sin embargo, su complejidad y el interés mundial que atrae deberían obligar a quienes transmitimos cierto tipo de información en el ámbito de su campo de influencia ajustarse lo máximo posible a la evidencia científica y a los informes de especialistas reconocidos en la materia.

Lo primero que debe precisarse es que este virus forma parte de una familia: el SRA-COV-2 llamado coloquialmente coronavirus y oficialmente COVID-19 esta variación es completamente nueva por lo que se encuentran en proceso investigaciones para definir dos aspectos fundamentales en los seres humanos: su cura para detener su progresión y el desarrollo de una vacuna para generar inmunidad.

Para eso faltan varios meses aunque ya hay hallazgos esperanzadores como los medicamentos usados para tratar la malaria y otras enfermedades que probaron con eficacia investigadores franceses, entre otros más.

La canciller alemana Angela Merkel de las que mejor abordó el tema –con fundamentación y asesoría de científicos- dijo que la población debería aplicar el principio de solidaridad y sentido común con las autoridades sanitarias, porque las medidas adoptadas recientemente tratan de ralentizar el contagio del virus en lo que se desarrollan tratamientos o vacunas y aun así, en este momento cree que entre el 60 y 70 por ciento de la población alemana –aplica para casi todo el mundo- en algún momento lo contraerá.

Otro científico ex miembro de la Organización Mundial de la Salud y de la Universidad de Harvard, Julio Frenk Mora considera que el contagio del virus podría disminuir conforme avance la primavera y con la llegada del verano, lo que dejaría al COVID-19 como un fenómeno de carácter estacional –se presentó en invierno- aunque tampoco descartó un rebrote en la próxima temporada invernal, con la diferencia de que para esa fecha podría existir un tratamiento específico para la misma.

En general se concluye que hasta el 80 por ciento de las personas que contraigan el virus no sufrirá síntomas agravados, principalmente el de la falta de aire que amerita hospitalización, tampoco se puede generalizar pero se presentaron casos de personas con obesidad, hipertensión y enfermedades subyacentes que -no importando la edad- requirieron servicios médicos de urgencia.

El Gobierno de Tabasco: abasto, reto y déficit

Al inicio de la pandemia, pregunté al gobernador Adán Augusto López Hernández, sobre el padrón de respiradores artificiales con los que cuentan los hospitales públicos de Tabasco, su respuesta fue que tenían aproximadamente 150, a los que habría que agregar los de hospitales federales y privados.

Sin embargo, es importante señalar que de los primeros 12 casos detectados 4 han requerido hospitalización y uno de ellos requirió respiración artificial, imaginemos si el contagio crece de manera exponencial lo que implicará en necesidades de hospitalización. Ojala y el aislamiento y distanciamiento social lo contengan.

Un caso de éxito:

Hasta ahora el Sistema Estatal de Salud ha respondido satisfactoriamente –en su área- aquí vale destacar un tema que ahora cobra relevancia, a finales del año pasado se detectó y se contuvo aquí en Tabasco un brote de sarampión importado desde Miami, Estados Unidos, la Secretaría de Salud mediante una brigada dio seguimiento a casi 400 personas hasta que finalmente se controló definitivamente, no ha ocurrido lo mismo en Estados Unidos donde el problema sigue en aumento.

¿Y la investigación científica?

La Universidad Juárez Autónoma de Tabasco como la institución más importante de la entidad en la formación de médicos y profesionales de la salud aún está lejos de conformar una unidad especializada para dar seguimiento y hacer investigación en pacientes tabasqueños como la hacen en UNAM o IPN –con presupuestos altísimos- no obstante, de acuerdo, al rector Guillermo Narváez Osorio investigadores de la UJAT forman parte de los laboratorios que toman muestras en la entidad para buscar casos positivos a COVID-19 así como en la División de Ciencias Básicas se elabora el gel que usan en esa casa de estudios y que podrían internar al mercado de consumo.

Cuidémonos y tengamos esperanza.


CONTORNO


Campaña de desmentidos: no de información

Además de múltiples rumores y chismes en esta crisis, una cadena de desmentidos oficiales se está registrando, desmintiendo audios, textos y demás versiones totalmente absurdas, incluso difíciles de creer, aun así, las instituciones continúan desmintiendo una y otra vez hasta caer en un juego perverso que solo sirve a quienes los difunden y a quienes los promueven y a estas alturas hasta parecen sospechosos de elaboraciones deliberadas para justificar intervenciones.

Con ello se olvida lo más importante: la información de utilidad.

Días aciagos.

Mil y una historias de múltiples expertos en pandemias, enfermedades, complots políticos, ataques biotecnológicos circulan en las redes sociales durante los últimos días para abordar desde cada particular perspectiva el tema de la nueva cepa del coronavirus.

Sin embargo, su complejidad y el interés mundial que atrae deberían obligar a quienes transmitimos cierto tipo de información en el ámbito de su campo de influencia ajustarse lo máximo posible a la evidencia científica y a los informes de especialistas reconocidos en la materia.

Lo primero que debe precisarse es que este virus forma parte de una familia: el SRA-COV-2 llamado coloquialmente coronavirus y oficialmente COVID-19 esta variación es completamente nueva por lo que se encuentran en proceso investigaciones para definir dos aspectos fundamentales en los seres humanos: su cura para detener su progresión y el desarrollo de una vacuna para generar inmunidad.

Para eso faltan varios meses aunque ya hay hallazgos esperanzadores como los medicamentos usados para tratar la malaria y otras enfermedades que probaron con eficacia investigadores franceses, entre otros más.

La canciller alemana Angela Merkel de las que mejor abordó el tema –con fundamentación y asesoría de científicos- dijo que la población debería aplicar el principio de solidaridad y sentido común con las autoridades sanitarias, porque las medidas adoptadas recientemente tratan de ralentizar el contagio del virus en lo que se desarrollan tratamientos o vacunas y aun así, en este momento cree que entre el 60 y 70 por ciento de la población alemana –aplica para casi todo el mundo- en algún momento lo contraerá.

Otro científico ex miembro de la Organización Mundial de la Salud y de la Universidad de Harvard, Julio Frenk Mora considera que el contagio del virus podría disminuir conforme avance la primavera y con la llegada del verano, lo que dejaría al COVID-19 como un fenómeno de carácter estacional –se presentó en invierno- aunque tampoco descartó un rebrote en la próxima temporada invernal, con la diferencia de que para esa fecha podría existir un tratamiento específico para la misma.

En general se concluye que hasta el 80 por ciento de las personas que contraigan el virus no sufrirá síntomas agravados, principalmente el de la falta de aire que amerita hospitalización, tampoco se puede generalizar pero se presentaron casos de personas con obesidad, hipertensión y enfermedades subyacentes que -no importando la edad- requirieron servicios médicos de urgencia.

El Gobierno de Tabasco: abasto, reto y déficit

Al inicio de la pandemia, pregunté al gobernador Adán Augusto López Hernández, sobre el padrón de respiradores artificiales con los que cuentan los hospitales públicos de Tabasco, su respuesta fue que tenían aproximadamente 150, a los que habría que agregar los de hospitales federales y privados.

Sin embargo, es importante señalar que de los primeros 12 casos detectados 4 han requerido hospitalización y uno de ellos requirió respiración artificial, imaginemos si el contagio crece de manera exponencial lo que implicará en necesidades de hospitalización. Ojala y el aislamiento y distanciamiento social lo contengan.

Un caso de éxito:

Hasta ahora el Sistema Estatal de Salud ha respondido satisfactoriamente –en su área- aquí vale destacar un tema que ahora cobra relevancia, a finales del año pasado se detectó y se contuvo aquí en Tabasco un brote de sarampión importado desde Miami, Estados Unidos, la Secretaría de Salud mediante una brigada dio seguimiento a casi 400 personas hasta que finalmente se controló definitivamente, no ha ocurrido lo mismo en Estados Unidos donde el problema sigue en aumento.

¿Y la investigación científica?

La Universidad Juárez Autónoma de Tabasco como la institución más importante de la entidad en la formación de médicos y profesionales de la salud aún está lejos de conformar una unidad especializada para dar seguimiento y hacer investigación en pacientes tabasqueños como la hacen en UNAM o IPN –con presupuestos altísimos- no obstante, de acuerdo, al rector Guillermo Narváez Osorio investigadores de la UJAT forman parte de los laboratorios que toman muestras en la entidad para buscar casos positivos a COVID-19 así como en la División de Ciencias Básicas se elabora el gel que usan en esa casa de estudios y que podrían internar al mercado de consumo.

Cuidémonos y tengamos esperanza.


CONTORNO


Campaña de desmentidos: no de información

Además de múltiples rumores y chismes en esta crisis, una cadena de desmentidos oficiales se está registrando, desmintiendo audios, textos y demás versiones totalmente absurdas, incluso difíciles de creer, aun así, las instituciones continúan desmintiendo una y otra vez hasta caer en un juego perverso que solo sirve a quienes los difunden y a quienes los promueven y a estas alturas hasta parecen sospechosos de elaboraciones deliberadas para justificar intervenciones.

Con ello se olvida lo más importante: la información de utilidad.