A mediados de esta semana Tabasco registró un récord por Covid-19 al presentarse 47 fallecimientos en un plazo de 24 horas, lo que representa una señal ominosa en una etapa considerada como la más crítica desde que comenzó esta emergencia sanitaria.
¿Y qué están haciendo?
La cadena de contagios se mantiene en aumento así como las muertes y lo más desafortunado es que así como el subsecretario de salud federal, Hugo López Gatell –que hoy estará en la entidad y desde aquí dará el reporte nacional del día, como si fuera algo para destacar- solo se concretan a informar de más camas, nuevos contagios y el saldo mortal para el lamento de las familias que han perdido a sus familiares, amigos y conocidos.
Lo que mal empieza mal termina, aventurarse de manera irresponsable a dar un pronóstico se convirtió en un mal nacional del que Tabasco no escapó y mucha culpa de eso la tienen “los científicos” que pese a sus errores todavía muchos creen en sus teorías que evidentemente quedaron fuera de toda realidad.
La única certeza y esperanza de la ciencia son las vacunas que se encuentran en una etapa final lo que representaría la posibilidad de regresar al mundo a lo más parecido a la normalidad. Pero esa es otra historia.
¿Y qué podemos hacer?
En primer lugar, las autoridades de salud de Tabasco independientemente de las regulaciones federales, deberían revisar lo que está ocurriendo en algunas partes del mundo, incluso en el país, como lo implementado en Jalisco o en la Ciudad de México y que básicamente son medidas de contención, preventivas y que han demostrado su utilidad y eficacia, así también debería tomarle la palabra a los profesionales de la medicina que han ofrecido su ayuda para tratar de entender el enorme problema de salud pública que se enfrenta y del que nadie puede asumirse como sabio para resolverlo, porque evidentemente aquí eso no está ocurriendo.
El caso Uruguay:
En ese país de más de 3 millones de habitantes, además de desarrollar pruebas diagnósticas para detectar o descartar el virus, una de las primeras medidas adoptadas por un Consejo de Científicos fue la de implementar una campaña nacional de vacunación contra la influenza y reforzarlo para quienes no tenían el ciclo completo de inmunización.
En Japón hicieron lo propio, incluso, en sus evaluaciones se demostró que a mayor tasa de vacunación para influenza en niños en esa misma proporción disminuyó la mortandad de ancianos por ese virus.
En Ciudad de México la jefa de gobierno, Claudia Scheinbaum anunció que la campaña de vacunación contra la influenza se adelantará, sin decirlo, esa medida representa un reforzamiento en lo que llegan las vacunas contra el Covid-19.
Conforme surge nueva información sobre este virus se habla de muchas otras tantas teorías como la resistencia de ciertas personas por haber padecido otros coronavirus, pero, la realidad es que tienen que intentar algo distinto, más que hablar de porcentajes de ocupación, de ventiladores, contagios y muertos.
CONTORNO
Reconocimiento y aportación nacional de docente tabasqueño
La Secretaría de Educación Pública del Gobierno Federal destacó y validó el proyecto PROcar Programa Compensatorio para Alumnos en Riesgo, elaborado por el docente tabasqueño, Jorge Luis Amésquita Pérez.
Además del reconocimiento destaca la utilidad del programa compensatorio para alumnos de primero a sexto de primaria que tiene la finalidad de ofrecer a los estudiantes la posibilidad de utilizarlo como material de trabajo en casa debido a la suspensión de clases por la Pandemia de COVID-19 y poder acceder a él, sea por medios digitales, impresos o presenciales con los tres recursos que ofrece: Cuadernillo de actividades, Dosificación de contenidos y Evaluación.
La SEP convocó a Amésquita Pérez a compartir su aportación de relevancia nacional con docentes de todo el país.
Cabe señalar que este proyecto y otros más de la autoría de este docente y su pequeño equipo forman parte de una iniciativa personal en la que siempre buscan aportar herramientas de utilidad para el mejor desempeño del magisterio. Enhorabuena.
