/ viernes 31 de julio de 2020

Entorno | Crecimiento de Tabasco y... decrecimiento nacional

El dilema.

De acuerdo reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía durante el primer trimestre del año, Tabasco fue el estado con el mayor crecimiento económico del país con una tasa del 7.7 por ciento mientras que Colima ocupó el segundo lugar con el 2.7 por ciento, cinco puntos porcentuales de diferencia representan una cantidad importante.

A la par de ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció ayer que ya se esperaban los datos del descenso de la economía en el país, esto luego que el INEGI informó que la economía se contrajo un 18.9 por ciento anual en el segundo trimestre del año –lo que representa el peor descenso en los últimos años- pero que también está influenciado por la crisis del coronavirus.

De manera que nos encontramos con dos escenarios, el primero de ellos, con una entidad que mantuvo un crecimiento importante al iniciar el año, antes del coronavirus y que podría mantenerse hasta en tanto no se supere la crisis sanitaria que enfrenta el país.

En segundo lugar, el decrecimiento del resto del país generará un impacto más fuerte en la economía nacional lo que también repercutirá en la economía de Tabasco, por ejemplo, el hecho de que Quintana Roo aparezca en los últimos cinco lugares a nivel nacional en cuanto a crecimiento resulta una condicionante negativa para familias tabasqueñas que dependen del trabajo de miles de paisanos que laboran en los hoteles o en general en la industria turística del mayor generador de divisas en esa materia para México.

En otras palabras, mientras Tabasco enfrentó once años difíciles que lo mantuvieron en los primeros lugares en desempleo y en decrecimiento económico, el trabajo que muchos obtuvieron en Quintana Roo les permitió a familias completas sobrellevar la crisis con los ingresos provenientes de allá, pero ahora con la paralización de la actividad en el mundo, ese destino turístico de fama internacional es uno de los más afectados con las consecuencias conocidas.

El caso Tabasco:

Muchos creen que al final de todo, con este indicador favorable para la entidad –sin echar campanas al vuelo, porque hace falta conocer más datos económicos sobre el segundo trimestre y los dos restantes para culminar el 2020- lo importante es que la entidad creció aunque no debe perderse de vista que el resto del país decreció por cierre de negocios, por la cuarentena extendida y hasta el sector manufacturero de exportación que fue obligado a suspender sus envíos porque se detuvo la industria automotriz hay que recordar que México se encuentra entre los 10 países más exportadores de manufacturas en todo el mundo, en el sector automotriz, electrónica y espacial, la mayor parte de estos se concentra en el norte y centro del país.

En el caso de Tabasco el gobierno impulsó una especie de política contracícilica que básicamente consiste en gastar y gastar el Estado (Gobierno) interviene en el gasto de infraestructura –el gobernador ha dicho incluso que podrían arrancar el libramiento de Guayabal una inversión federal, con recursos estatales- generación de empleos y mantener los que existen, además de medidas fiscales.

La apuesta a la derrama económica en la industria de la construcción, que según el mandatario estatal en 2019 se invirtió el equivalente al total de cuatro años de su antecesor; acaba de arrancar el distribuidor vial de Avenida Universidad, más una serie de obras sociales en los 17 municipios de la entidad incluidas zonas de alta y muy alta marginación podrían estar reflejadas en el INEGI.

La construcción de la Refinería de Dos Bocas que técnicamente sumaría 100 mil millones de pesos en inversión durante los dos primeros años también repercute, así como la derrama en Sembrando Vida –con todo y sus resultados adversos del plan originalmente concebido- así como los programas sociales de adultos mayores y Jóvenes Construyendo el Futuro.

La mala noticia es que nada es para siempre y esta burbuja de crecimiento económico depende mucho de la dinámica nacional y el ciclo económico, además de los ingresos presupuestarios que caerán de manera abrupta en el 2020 y con ello se recortarán más las remesas para los estados, Tabasco ya perdió 2 mil millones de pesos, por ejemplo.

El reto ahora es mantenerse y reactivar otros sectores que también son importantes.

CONTORNO

¿Cuándo disminuirá la tasa creciente de contagios por COVID?

Distintos pronósticos –algunos recientes- otros más precisos proyectados desde abril consideran que el descenso de nuevos casos de COVID-19 en la entidad podrían estancarse entre 25 y 30 por día, lo que significaría el eventual decrecimiento de la crisis sanitaria.

Y una sugerencia:

El Gobierno de Tabasco debería con sus propios medios a su alcance levantar una muestra para conocer el número aproximado de personas que resultaron positivas al virus y que no constan en los registros oficiales, una porque nunca acudieron a un hospital o centro de salud y otra porque no se realizaron una prueba diagnóstica para detectar anticuerpos.

En los pueblos se conocen miles de casos que enfrentaron los síntomas y superaron la enfermedad.

Se estima que al menos 500 mil tabasqueños ya enfrentaron el virus con síntomas y sin ellos, lo que dista mucho de la cifra oficial. En caso de ser real ese número extraoficial no sería una mala noticia.

El dilema.

De acuerdo reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía durante el primer trimestre del año, Tabasco fue el estado con el mayor crecimiento económico del país con una tasa del 7.7 por ciento mientras que Colima ocupó el segundo lugar con el 2.7 por ciento, cinco puntos porcentuales de diferencia representan una cantidad importante.

A la par de ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció ayer que ya se esperaban los datos del descenso de la economía en el país, esto luego que el INEGI informó que la economía se contrajo un 18.9 por ciento anual en el segundo trimestre del año –lo que representa el peor descenso en los últimos años- pero que también está influenciado por la crisis del coronavirus.

De manera que nos encontramos con dos escenarios, el primero de ellos, con una entidad que mantuvo un crecimiento importante al iniciar el año, antes del coronavirus y que podría mantenerse hasta en tanto no se supere la crisis sanitaria que enfrenta el país.

En segundo lugar, el decrecimiento del resto del país generará un impacto más fuerte en la economía nacional lo que también repercutirá en la economía de Tabasco, por ejemplo, el hecho de que Quintana Roo aparezca en los últimos cinco lugares a nivel nacional en cuanto a crecimiento resulta una condicionante negativa para familias tabasqueñas que dependen del trabajo de miles de paisanos que laboran en los hoteles o en general en la industria turística del mayor generador de divisas en esa materia para México.

En otras palabras, mientras Tabasco enfrentó once años difíciles que lo mantuvieron en los primeros lugares en desempleo y en decrecimiento económico, el trabajo que muchos obtuvieron en Quintana Roo les permitió a familias completas sobrellevar la crisis con los ingresos provenientes de allá, pero ahora con la paralización de la actividad en el mundo, ese destino turístico de fama internacional es uno de los más afectados con las consecuencias conocidas.

El caso Tabasco:

Muchos creen que al final de todo, con este indicador favorable para la entidad –sin echar campanas al vuelo, porque hace falta conocer más datos económicos sobre el segundo trimestre y los dos restantes para culminar el 2020- lo importante es que la entidad creció aunque no debe perderse de vista que el resto del país decreció por cierre de negocios, por la cuarentena extendida y hasta el sector manufacturero de exportación que fue obligado a suspender sus envíos porque se detuvo la industria automotriz hay que recordar que México se encuentra entre los 10 países más exportadores de manufacturas en todo el mundo, en el sector automotriz, electrónica y espacial, la mayor parte de estos se concentra en el norte y centro del país.

En el caso de Tabasco el gobierno impulsó una especie de política contracícilica que básicamente consiste en gastar y gastar el Estado (Gobierno) interviene en el gasto de infraestructura –el gobernador ha dicho incluso que podrían arrancar el libramiento de Guayabal una inversión federal, con recursos estatales- generación de empleos y mantener los que existen, además de medidas fiscales.

La apuesta a la derrama económica en la industria de la construcción, que según el mandatario estatal en 2019 se invirtió el equivalente al total de cuatro años de su antecesor; acaba de arrancar el distribuidor vial de Avenida Universidad, más una serie de obras sociales en los 17 municipios de la entidad incluidas zonas de alta y muy alta marginación podrían estar reflejadas en el INEGI.

La construcción de la Refinería de Dos Bocas que técnicamente sumaría 100 mil millones de pesos en inversión durante los dos primeros años también repercute, así como la derrama en Sembrando Vida –con todo y sus resultados adversos del plan originalmente concebido- así como los programas sociales de adultos mayores y Jóvenes Construyendo el Futuro.

La mala noticia es que nada es para siempre y esta burbuja de crecimiento económico depende mucho de la dinámica nacional y el ciclo económico, además de los ingresos presupuestarios que caerán de manera abrupta en el 2020 y con ello se recortarán más las remesas para los estados, Tabasco ya perdió 2 mil millones de pesos, por ejemplo.

El reto ahora es mantenerse y reactivar otros sectores que también son importantes.

CONTORNO

¿Cuándo disminuirá la tasa creciente de contagios por COVID?

Distintos pronósticos –algunos recientes- otros más precisos proyectados desde abril consideran que el descenso de nuevos casos de COVID-19 en la entidad podrían estancarse entre 25 y 30 por día, lo que significaría el eventual decrecimiento de la crisis sanitaria.

Y una sugerencia:

El Gobierno de Tabasco debería con sus propios medios a su alcance levantar una muestra para conocer el número aproximado de personas que resultaron positivas al virus y que no constan en los registros oficiales, una porque nunca acudieron a un hospital o centro de salud y otra porque no se realizaron una prueba diagnóstica para detectar anticuerpos.

En los pueblos se conocen miles de casos que enfrentaron los síntomas y superaron la enfermedad.

Se estima que al menos 500 mil tabasqueños ya enfrentaron el virus con síntomas y sin ellos, lo que dista mucho de la cifra oficial. En caso de ser real ese número extraoficial no sería una mala noticia.