/ lunes 25 de mayo de 2020

Entorno | COVID ¿Qué con la investigación nacional- local y el futuro?

Un estudio del Gobierno de Estados Unidos del año 2005 concluyó que en un escenario de Pandemia (como la actual) en el peor de los casos, ese país, requeriría más de 700 mil ventiladores mecánicos (respiradores artificiales), mientras que solo 100 mil estuvieron disponibles en ese año de investigación.

Cinco años después (2010) “un grupo de estudiantes” del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) diseñó una mejor manera de mantener a los pacientes respirando en aquellos lugares donde no se cuenta con ventiladores mecánicos principalmente en países en desarrollo por el alto costo para adquirir un equipo que tienen un valor aproximado en el mercado de 30 mil dólares por unidad (en México, el Gobierno de CDMX compró hasta en más de 100 mil dólares cada uno o los del IMSS, aunque eso es otra historia). El sistema utiliza una bomba que se encierra en una caja de plástico con una batería, motor y los controles.

Este dispositivo puede fabricarse con un costo de alrededor de 100 dólares (poco más de 2 mil pesos mexicanos) lo extraordinario del aparato es que -según Abdul Mohsen ingeniero mecánico por el MIT y uno de los desarrolladores- en el 98 por ciento de los casos que requieran una asistencia este podría hacer el trabajo.

Además del MIT, el proyecto recibió financiamiento indirecto del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

Por la crisis del COVID el 30 de marzo de este año el MIT liberó los planos para construir el ventilador mecánico de bajo costo. Casi un mes después una institución pública nacional de educación superior y una universidad privada coincidentemente anunciaron el invento y desarrollo de respiradores artificiales. El gesto se aplaude, pero, siempre atrasados sobre todo cuando llevan años de investigación en otros países del mundo.

Ni Ernesto Zedillo (PRI) Vicente Fox (PAN) Felipe Calderón (PAN) y menos Enrique Peña (PRI) hicieron algo para aprovechar la coyuntura de cooperación internacional en el campo académico y de ciencia que ya existía tampoco destinaron recursos presupuestales de bonanza para invertir más en investigación, en la actual administración, las cosas no son distintas, incluso –aunque tiene la justificación de la enorme deuda heredada y otras variables- se ha recortado aún más el presupuesto para investigación y aquí vale la pena recordar el cuestionamiento válido de alguien que puede ser el de muchos ¿Y para que tanta inversión en investigación si no se avanza? Algunos creen que la razón es política: los mejores estudiantes, académicos e investigadores del país prefieren marcharse a otros países porque aquí esos sueldos y apoyos son para familiares y amigos de los gobernantes en turno.

La semana pasada una universidad pública que recibe de financiamiento público más del doble del presupuesto de Tabasco, por ejemplo, difundió institucionalmente la creación de una careta para protegerse de la exposición del virus SARS-Cov 2 y un tutorial para construirla. No más comentarios, el “logro” se cuenta solo.

A finales de marzo pregunté al rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco Guillermo Narváez Osorio sobre la investigación en el alma máter al compararla con otras instituciones del país y su respuesta fue realista, no disponían de recursos suficientes para ello, aun así tres investigadores se habían sumado a los trabajos de muestras de salud y en la División de Cunduacán elaboraban gel antibacterial, además de profesionales egresados en la primera línea de combate en los hospitales.

El 27 de abril pasado la UJAT aplicó el primer examen profesional a Manuel Garduño Valencia a través de la plataforma Aula Virtual, 15 días después lo hacía la UNAM. En otras palabras, lo importante es actuar, gastar bien y gestionar recursos suficientes y principalmente otorgar espacios de investigación a los mejores, no a recomendados.

Y el futuro incierto:

Científicos de la Universidad de Edimburgo proyectaron en 2016 sobre la existencia de 35 virus que podrían convertirse en futuras pandemias, además de los tipos de coronavirus señalaron los que transmiten mosquitos a los humanos, como zika, dengue y el Usutu, que se produce por la picadura de un mosquito de la especie Culex que puede provocar hepatitis, encefalitis y la muerte.

Esa especie de zancudo abunda en México (particularmente en Tabasco) Costa Rica y Panamá. Aunque sea solo “una proyección esa amenaza” además de las investigaciones en curso, esta podría agregarse.

CONTORNO

Plátanos: bloqueador del Covid y campaña a Macuspana

Solo en Tabasco.

David Zurita Pérez aspirante a la alcaldía de Macuspana (MORENA) en 2021 y yerno del alcalde, Roberto Villalpando Arias se volvió nota nacional al conocerse que emprendió una campaña de donación de un kilogramo de guineo a mil familias de la tierra natal del Presidente de la República con el argumento de ayuda alimenticia, con el agregado de que “científicos descubrieron que el plátano logra bloquear la entrada del COVID-19 además de la importancia del Potasio que aporta como antídoto al virus”. No puede ser…

Un estudio del Gobierno de Estados Unidos del año 2005 concluyó que en un escenario de Pandemia (como la actual) en el peor de los casos, ese país, requeriría más de 700 mil ventiladores mecánicos (respiradores artificiales), mientras que solo 100 mil estuvieron disponibles en ese año de investigación.

Cinco años después (2010) “un grupo de estudiantes” del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) diseñó una mejor manera de mantener a los pacientes respirando en aquellos lugares donde no se cuenta con ventiladores mecánicos principalmente en países en desarrollo por el alto costo para adquirir un equipo que tienen un valor aproximado en el mercado de 30 mil dólares por unidad (en México, el Gobierno de CDMX compró hasta en más de 100 mil dólares cada uno o los del IMSS, aunque eso es otra historia). El sistema utiliza una bomba que se encierra en una caja de plástico con una batería, motor y los controles.

Este dispositivo puede fabricarse con un costo de alrededor de 100 dólares (poco más de 2 mil pesos mexicanos) lo extraordinario del aparato es que -según Abdul Mohsen ingeniero mecánico por el MIT y uno de los desarrolladores- en el 98 por ciento de los casos que requieran una asistencia este podría hacer el trabajo.

Además del MIT, el proyecto recibió financiamiento indirecto del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

Por la crisis del COVID el 30 de marzo de este año el MIT liberó los planos para construir el ventilador mecánico de bajo costo. Casi un mes después una institución pública nacional de educación superior y una universidad privada coincidentemente anunciaron el invento y desarrollo de respiradores artificiales. El gesto se aplaude, pero, siempre atrasados sobre todo cuando llevan años de investigación en otros países del mundo.

Ni Ernesto Zedillo (PRI) Vicente Fox (PAN) Felipe Calderón (PAN) y menos Enrique Peña (PRI) hicieron algo para aprovechar la coyuntura de cooperación internacional en el campo académico y de ciencia que ya existía tampoco destinaron recursos presupuestales de bonanza para invertir más en investigación, en la actual administración, las cosas no son distintas, incluso –aunque tiene la justificación de la enorme deuda heredada y otras variables- se ha recortado aún más el presupuesto para investigación y aquí vale la pena recordar el cuestionamiento válido de alguien que puede ser el de muchos ¿Y para que tanta inversión en investigación si no se avanza? Algunos creen que la razón es política: los mejores estudiantes, académicos e investigadores del país prefieren marcharse a otros países porque aquí esos sueldos y apoyos son para familiares y amigos de los gobernantes en turno.

La semana pasada una universidad pública que recibe de financiamiento público más del doble del presupuesto de Tabasco, por ejemplo, difundió institucionalmente la creación de una careta para protegerse de la exposición del virus SARS-Cov 2 y un tutorial para construirla. No más comentarios, el “logro” se cuenta solo.

A finales de marzo pregunté al rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco Guillermo Narváez Osorio sobre la investigación en el alma máter al compararla con otras instituciones del país y su respuesta fue realista, no disponían de recursos suficientes para ello, aun así tres investigadores se habían sumado a los trabajos de muestras de salud y en la División de Cunduacán elaboraban gel antibacterial, además de profesionales egresados en la primera línea de combate en los hospitales.

El 27 de abril pasado la UJAT aplicó el primer examen profesional a Manuel Garduño Valencia a través de la plataforma Aula Virtual, 15 días después lo hacía la UNAM. En otras palabras, lo importante es actuar, gastar bien y gestionar recursos suficientes y principalmente otorgar espacios de investigación a los mejores, no a recomendados.

Y el futuro incierto:

Científicos de la Universidad de Edimburgo proyectaron en 2016 sobre la existencia de 35 virus que podrían convertirse en futuras pandemias, además de los tipos de coronavirus señalaron los que transmiten mosquitos a los humanos, como zika, dengue y el Usutu, que se produce por la picadura de un mosquito de la especie Culex que puede provocar hepatitis, encefalitis y la muerte.

Esa especie de zancudo abunda en México (particularmente en Tabasco) Costa Rica y Panamá. Aunque sea solo “una proyección esa amenaza” además de las investigaciones en curso, esta podría agregarse.

CONTORNO

Plátanos: bloqueador del Covid y campaña a Macuspana

Solo en Tabasco.

David Zurita Pérez aspirante a la alcaldía de Macuspana (MORENA) en 2021 y yerno del alcalde, Roberto Villalpando Arias se volvió nota nacional al conocerse que emprendió una campaña de donación de un kilogramo de guineo a mil familias de la tierra natal del Presidente de la República con el argumento de ayuda alimenticia, con el agregado de que “científicos descubrieron que el plátano logra bloquear la entrada del COVID-19 además de la importancia del Potasio que aporta como antídoto al virus”. No puede ser…