/ lunes 4 de noviembre de 2019

Entorno | AMLO: La fábula de las ranas y… los trabajos de la ballena

El Presidente Andrés Manuel López Obrador enfrenta por mucho la crisis más real y duradera –porque así lo decidieron ellos- en lo que va de su sexenio y como muchos saben está relacionada con el fallido operativo de Culiacán, Sinaloa la detención y liberación de Ovidio Guzmán.

Existe también una sucesión de hechos que incidirán de manera negativa en la economía y la inversión, empleo, riesgo, oferta, demanda y otros pero, de manera fundamental impacta en la seguridad que es una de las condiciones básicas para la estabilidad de un país, sus regiones y estados.

Habría que afirmar que ante el rechazo casi masivo de la sociedad a la forma en como el Estado se rindió ante un grupo de delincuentes se recurrió a un control de daños y la idea socializada del gobierno de “se evitó el enfrentamiento para salvaguardar vidas humanas”. El canciller Marcelo Ebrard salió de forma laxa a respaldar que “pudieron haber muerto hasta 200 personas” olvidó que se rompió un récord con más de 20 mil muertos al primer semestre del 2019.

Después de ese intento de control de daños rebasado se aplicó uno más: el Presidente no sabía del operativo Culiacán lo que devino en otro fracaso.

Y la purga de la semana pasada, el secretario de seguridad pública, Alfonso Durazo el martes 29 de octubre ante coordinadores parlamentarios en el Senado aseguró que “nunca se detuvo a Ovidio Guzmán porque siempre se mantuvo dentro de la casa, que sí fue rodeada, pero no llegó la orden de cateo”. Un día después de esa desafortunada declaración en la conferencia mañanera del Presidente, la Secretaría de la Defensa Nacional presentó en un video del operativo exactamente todo lo contrario, sí estuvo detenido y liberado.

También llamó la atención la cobertura mediática –hasta de un medio nacional identificado con la izquierda- al discurso del General Carlos Gaytán Ochoa en una reunión con elementos castrenses donde dijo frases como: la polarización del país preocupante; se fortalece el presidente debido a frágiles contrapesos; la ideología dominante se basa en corrientes con gran resentimiento; choca nuestra formación con la manera en que se conduce a México.

Y una especulación -al concilio de un golpe de Estado- y la recomendación del Presidente, en día de muertos, para leer una fábula de Esopo desde Palenque, Chiapas en sus redes sociales escribió: en nuestro país no existe la más mínima oportunidad para otro golpe de Estado.

La fábula.

Cansadas las ranas del propio desorden y anarquía en que vivían, mandaron una delegación a Zeus para que les enviara un rey.

Zeus, atendiendo su petición, les envió un grueso leño a su charca. Espantadas las ranas por el ruido que hizo el leño al caer, se escondieron donde mejor pudieron.

Por fin, viendo que el leño no se movía más, fueron saliendo a la superficie y dada la quietud que predominaba, empezaron a sentir tan grande desprecio por el nuevo rey, que brincaban sobre él y se le sentaban encima, burlándose sin descanso.

Y así, sintiéndose humilladas por tener de monarca a un simple madero, volvieron donde Zeus, pidiéndole que les cambiara al rey, pues éste era demasiado tranquilo.

Indignado Zeus, les mandó una activa serpiente de agua que, una a una, las atrapó y devoró a todas sin compasión.

La moraleja de esta fábula afirma que es mejor elegir a un gobernante sencillo y honesto en lugar de uno muy emprendedor. Hasta ahí.

Un destacado tabasqueño, observador y crítico de los problemas políticos y sociales del país y la entidad, Ismael de los Santos sostiene de manera metafórica que sobre el Presidente pende un gran peso, es solo él y su lucha permanente contra sus opuestos, sí cae, tiene tanto peso que se convertiría en un gran muerto para el que no existe una caja donde ponerlo y que arrastraría a muchos, eso es lo que no alcanzan a entender, lo mismo en su amenaza de abandonar MORENA si no abdica de las prácticas que anularon su proceso e igual en el estilo de gobernar de algunos.

El reportero acota con el cuento del chiapaneco Eraclio Zepeda, los trabajos de la ballena; que en esencia cuenta:

“Este puerto que usted ve en su muelle de concreto para ir y venir de principio a fin, no siempre fue así, junto al mar, donde se sirve la comida a los fuereños es ahora un puerto bueno, pero cuando vinimos los primeros, aquí no había más que mar y soledad en abundancia, recuerdo que cuando era pequeño ya sabía de las bondades del ostión y de la almeja porque cuando hay pocos brazos hasta el dedo chiquito sirve para ir redondeando la comida.

Y en este puerto amigo solo había tres casas; la de mi santo abuelo, la de mi santo tío y la de mi madre, que, no resultó tan santa eh, porque terminó perdiéndose con un marinero. Un día en el pueblo apareció una ballena, mi tío pensó que vivía, pero, estaba muerta, aprovechamos todo lo que pudimos y luego comenzó a apestar todo y pese a los intentos por retirarla no lo logramos, entonces mi tío le preguntó al abuelo ¿y ahora que vamos a hacer? y el abuelo no contestó hasta que aplastó bien una hormiga con el dedo gordo del pie derecho y dijo “sino podemos sacar la ballena del pueblo, saquemos al pueblo de la ballena y asi venimos a esta caleta”.

¿Cuál es la moraleja?

CONTORNO

A partir de ahora cualquier cosa puede suceder…

El Presidente Andrés Manuel López Obrador enfrenta por mucho la crisis más real y duradera –porque así lo decidieron ellos- en lo que va de su sexenio y como muchos saben está relacionada con el fallido operativo de Culiacán, Sinaloa la detención y liberación de Ovidio Guzmán.

Existe también una sucesión de hechos que incidirán de manera negativa en la economía y la inversión, empleo, riesgo, oferta, demanda y otros pero, de manera fundamental impacta en la seguridad que es una de las condiciones básicas para la estabilidad de un país, sus regiones y estados.

Habría que afirmar que ante el rechazo casi masivo de la sociedad a la forma en como el Estado se rindió ante un grupo de delincuentes se recurrió a un control de daños y la idea socializada del gobierno de “se evitó el enfrentamiento para salvaguardar vidas humanas”. El canciller Marcelo Ebrard salió de forma laxa a respaldar que “pudieron haber muerto hasta 200 personas” olvidó que se rompió un récord con más de 20 mil muertos al primer semestre del 2019.

Después de ese intento de control de daños rebasado se aplicó uno más: el Presidente no sabía del operativo Culiacán lo que devino en otro fracaso.

Y la purga de la semana pasada, el secretario de seguridad pública, Alfonso Durazo el martes 29 de octubre ante coordinadores parlamentarios en el Senado aseguró que “nunca se detuvo a Ovidio Guzmán porque siempre se mantuvo dentro de la casa, que sí fue rodeada, pero no llegó la orden de cateo”. Un día después de esa desafortunada declaración en la conferencia mañanera del Presidente, la Secretaría de la Defensa Nacional presentó en un video del operativo exactamente todo lo contrario, sí estuvo detenido y liberado.

También llamó la atención la cobertura mediática –hasta de un medio nacional identificado con la izquierda- al discurso del General Carlos Gaytán Ochoa en una reunión con elementos castrenses donde dijo frases como: la polarización del país preocupante; se fortalece el presidente debido a frágiles contrapesos; la ideología dominante se basa en corrientes con gran resentimiento; choca nuestra formación con la manera en que se conduce a México.

Y una especulación -al concilio de un golpe de Estado- y la recomendación del Presidente, en día de muertos, para leer una fábula de Esopo desde Palenque, Chiapas en sus redes sociales escribió: en nuestro país no existe la más mínima oportunidad para otro golpe de Estado.

La fábula.

Cansadas las ranas del propio desorden y anarquía en que vivían, mandaron una delegación a Zeus para que les enviara un rey.

Zeus, atendiendo su petición, les envió un grueso leño a su charca. Espantadas las ranas por el ruido que hizo el leño al caer, se escondieron donde mejor pudieron.

Por fin, viendo que el leño no se movía más, fueron saliendo a la superficie y dada la quietud que predominaba, empezaron a sentir tan grande desprecio por el nuevo rey, que brincaban sobre él y se le sentaban encima, burlándose sin descanso.

Y así, sintiéndose humilladas por tener de monarca a un simple madero, volvieron donde Zeus, pidiéndole que les cambiara al rey, pues éste era demasiado tranquilo.

Indignado Zeus, les mandó una activa serpiente de agua que, una a una, las atrapó y devoró a todas sin compasión.

La moraleja de esta fábula afirma que es mejor elegir a un gobernante sencillo y honesto en lugar de uno muy emprendedor. Hasta ahí.

Un destacado tabasqueño, observador y crítico de los problemas políticos y sociales del país y la entidad, Ismael de los Santos sostiene de manera metafórica que sobre el Presidente pende un gran peso, es solo él y su lucha permanente contra sus opuestos, sí cae, tiene tanto peso que se convertiría en un gran muerto para el que no existe una caja donde ponerlo y que arrastraría a muchos, eso es lo que no alcanzan a entender, lo mismo en su amenaza de abandonar MORENA si no abdica de las prácticas que anularon su proceso e igual en el estilo de gobernar de algunos.

El reportero acota con el cuento del chiapaneco Eraclio Zepeda, los trabajos de la ballena; que en esencia cuenta:

“Este puerto que usted ve en su muelle de concreto para ir y venir de principio a fin, no siempre fue así, junto al mar, donde se sirve la comida a los fuereños es ahora un puerto bueno, pero cuando vinimos los primeros, aquí no había más que mar y soledad en abundancia, recuerdo que cuando era pequeño ya sabía de las bondades del ostión y de la almeja porque cuando hay pocos brazos hasta el dedo chiquito sirve para ir redondeando la comida.

Y en este puerto amigo solo había tres casas; la de mi santo abuelo, la de mi santo tío y la de mi madre, que, no resultó tan santa eh, porque terminó perdiéndose con un marinero. Un día en el pueblo apareció una ballena, mi tío pensó que vivía, pero, estaba muerta, aprovechamos todo lo que pudimos y luego comenzó a apestar todo y pese a los intentos por retirarla no lo logramos, entonces mi tío le preguntó al abuelo ¿y ahora que vamos a hacer? y el abuelo no contestó hasta que aplastó bien una hormiga con el dedo gordo del pie derecho y dijo “sino podemos sacar la ballena del pueblo, saquemos al pueblo de la ballena y asi venimos a esta caleta”.

¿Cuál es la moraleja?

CONTORNO

A partir de ahora cualquier cosa puede suceder…