/ lunes 6 de junio de 2022

Entorno | AMLO en el Malecón: antes y después

De manera sorpresiva, el presidente Andrés Manuel López Obrador pernoctó la noche del sábado en Villahermosa, se reunió con la directiva del Club de Beisbol, Olmecas de Tabasco y por la mañana del domingo acompañado del gobernador Carlos Manuel Merino Campos, la alcaldesa de Centro Yolanda Osuna, el coordinador de programas federales en Tabasco, Daniel Casasús Ruz y el titular de SEDATU, Ramón Meyer, acudió a un punto del recién remodelado Malecón de Gaviotas.

Antes de salir del hotel donde regularmente se hospeda ubicado en las inmediaciones de Paseo Usumacinta y Periférico Carlos Pellicer, atendió una protesta de delegados “del pueblo” quienes mostraron su inconformidad por la entrada en vigor de la nueva legislación en la que el Cabildo de cada Ayuntamiento designa a los delegados. Sin una respuesta específica al planteamiento, el mandatario federal solo los escuchó.

Antes…

Previo a la llegada del presidente al punto que se instaló en el Malecón frente a la calle la Bolsa, comenzaron a llegar colonos del lugar, algunos, advirtiendo que, iban a decirle de la mala calidad de la obra realizada y que lo invitarían a recorrer las calles paralelas para que constatara las pésimas condiciones en que se encuentran.

Otro grupo, habló de los problemas de drenaje, del engaño en la colocación de grandes tubos que iban a enterrar a 30 metros de profundidad, pero desistieron y solo simularon haberlo hecho, incluso, señalaron que en una sola noche todos esos grandes tubos fueron retirados del sitio donde se encontraban por lo que se presume que solo se colocó otra de menor capacidad.

Un completo desorden.

En general, se denunciaron también cuarteaduras en el andador del nuevo malecón –que pueden observarse a simple vista- caos vehicular y demás irregularidades.

Alrededor de media hora después de la presencia de ciudadanos de esa colonia, López Obrador arribó al sitio acompañado de sus invitados, caminó brevemente por el jardín andador que se encuentra a la vera del río, subió al nuevo malecón, saludó a un grupo de personas que estaban detrás de las vallas de seguridad, posteriormente se subió a la camioneta, tras escuchar las porras de ¡Presidente! y mandar saludos con los brazos abiertos y la señal de abrazos para todos se subió a la camioneta y continuó con su viaje.

Después…

Casi ninguno de los que amenazaron con denunciar a la compañía que realizó los trabajos pudo acercarse a López Obrador, solo una persona, con una pancarta en sus brazos por todo lo alto donde denunciaba calles rotas y problemas del drenaje.

Y “el gavioteño” y la American Express:

Una persona con chaleco especial que siempre estuvo en la comitiva presidencial, presuntamente, el director o dueño de la compañía privada que ejecutó los trabajos, a la par de la alcaldesa de Centro, trata de contener las incipientes quejas, una vez que el presidente se marchó del sitio.

A este, un ciudadano le reclama sobre unos cables de energía eléctrica que afectan una calle y que –la compañía por alguna razón movió- el constructor le responde con la protección de por medio de la valla de seguridad, con una pregunta en tono retador.

¿Y?

Le digo que arreglen esos cables, insiste, el ciudadano.

Ya te escuché, le argumenta, es que ustedes quieren todo rápido, reprende.

Ese mismo empresario se detiene ante una chef a la que la alcaldesa de Centro a quien le dijo “a ti ya ni te saludo, eres ampliamente conocida”.

A esa chef, el presunto constructor le dice:

Quiero que ahí en tu negocio –ubicado en gaviotas- reunamos a grupos de seis u ocho personas una o dos veces por semana, les sirves ceviche y hasta unos tragos, para ir socializando estos temas de inconformidad, yo los pago.

Claro que sí, responde, la chef.

Oye, sino pregúntale a mi American Express que siempre registra los muchos pagos que he hecho por ceviches. Los que crecimos aquí somos gavioteños, concluye, con una enorme carcajada. Fin de la historia.

Ojalá y no se trate de un intento –con comida y tragos- para unos cuantos y acallar protestas por una obra que como alguien dijo parece faraónica, pero que ahondó los problemas históricos de esa colonia.


CONTORNO


El futuro de Said…

Quien hasta el mes pasado fungió como titular de la Secretaría de Finanzas, Said Mena Oropeza, podría incorporarse a una nueva encomienda en el gobierno federal, organismo que tendrá nuevas facultades y concentrará una parte importante del proyecto presidencial, otro tabasqueño le acompañaría…

El espacio del lector

El Tribunal de Conciliación y Arbitraje de Tabasco mantiene un rezago brutal en los expedientes. Narciso Contreras Hernández, magistrado presidente, duerme el “sueño de los justos” cuando bajo protesta en 2020 se comprometió ante el pueblo representado por los diputados al Congreso a revertir el rezago en el número de expedientes sin resolver, apelando al uso de las tecnologías y juicios en línea para desahogar todo el procedimiento legal, lo que no ha hecho, porque en la actualidad existen miles de expedientes sin resolver.

Para desgracia de miles de trabajadores despedidos, el tribunal burocrático viola el debido proceso del procedimiento ordinario que establece la Ley de los Trabajadores al Servicio del Estado de Tabasco.

De acuerdo a la nueva legislación laboral, que dependen del Poder Judicial, los juicios deberán de resolverse en un máximo de seis meses donde estará presente un juez en todo momento durante todo el juicio.

Según datos obtenidos vía transparencia del Instituto Tabasqueño de Transparencia y Acceso a la Información Pública, en 2019 el Tribunal recibió 965 demandas y solo dictaminó una que por cierto, corresponde a una líder sindical.

En 2020 con todo y el COVID recibió 510 demandas, en 2021 un total de 802, sin dictaminar una sola, es decir, 2277 demandas laborales en esos tres años y solo se dictaminó una.

La denuncia de Jesús Sánchez Morales, uno de los afectados es más amplia, esto solo es lo medular.

De manera sorpresiva, el presidente Andrés Manuel López Obrador pernoctó la noche del sábado en Villahermosa, se reunió con la directiva del Club de Beisbol, Olmecas de Tabasco y por la mañana del domingo acompañado del gobernador Carlos Manuel Merino Campos, la alcaldesa de Centro Yolanda Osuna, el coordinador de programas federales en Tabasco, Daniel Casasús Ruz y el titular de SEDATU, Ramón Meyer, acudió a un punto del recién remodelado Malecón de Gaviotas.

Antes de salir del hotel donde regularmente se hospeda ubicado en las inmediaciones de Paseo Usumacinta y Periférico Carlos Pellicer, atendió una protesta de delegados “del pueblo” quienes mostraron su inconformidad por la entrada en vigor de la nueva legislación en la que el Cabildo de cada Ayuntamiento designa a los delegados. Sin una respuesta específica al planteamiento, el mandatario federal solo los escuchó.

Antes…

Previo a la llegada del presidente al punto que se instaló en el Malecón frente a la calle la Bolsa, comenzaron a llegar colonos del lugar, algunos, advirtiendo que, iban a decirle de la mala calidad de la obra realizada y que lo invitarían a recorrer las calles paralelas para que constatara las pésimas condiciones en que se encuentran.

Otro grupo, habló de los problemas de drenaje, del engaño en la colocación de grandes tubos que iban a enterrar a 30 metros de profundidad, pero desistieron y solo simularon haberlo hecho, incluso, señalaron que en una sola noche todos esos grandes tubos fueron retirados del sitio donde se encontraban por lo que se presume que solo se colocó otra de menor capacidad.

Un completo desorden.

En general, se denunciaron también cuarteaduras en el andador del nuevo malecón –que pueden observarse a simple vista- caos vehicular y demás irregularidades.

Alrededor de media hora después de la presencia de ciudadanos de esa colonia, López Obrador arribó al sitio acompañado de sus invitados, caminó brevemente por el jardín andador que se encuentra a la vera del río, subió al nuevo malecón, saludó a un grupo de personas que estaban detrás de las vallas de seguridad, posteriormente se subió a la camioneta, tras escuchar las porras de ¡Presidente! y mandar saludos con los brazos abiertos y la señal de abrazos para todos se subió a la camioneta y continuó con su viaje.

Después…

Casi ninguno de los que amenazaron con denunciar a la compañía que realizó los trabajos pudo acercarse a López Obrador, solo una persona, con una pancarta en sus brazos por todo lo alto donde denunciaba calles rotas y problemas del drenaje.

Y “el gavioteño” y la American Express:

Una persona con chaleco especial que siempre estuvo en la comitiva presidencial, presuntamente, el director o dueño de la compañía privada que ejecutó los trabajos, a la par de la alcaldesa de Centro, trata de contener las incipientes quejas, una vez que el presidente se marchó del sitio.

A este, un ciudadano le reclama sobre unos cables de energía eléctrica que afectan una calle y que –la compañía por alguna razón movió- el constructor le responde con la protección de por medio de la valla de seguridad, con una pregunta en tono retador.

¿Y?

Le digo que arreglen esos cables, insiste, el ciudadano.

Ya te escuché, le argumenta, es que ustedes quieren todo rápido, reprende.

Ese mismo empresario se detiene ante una chef a la que la alcaldesa de Centro a quien le dijo “a ti ya ni te saludo, eres ampliamente conocida”.

A esa chef, el presunto constructor le dice:

Quiero que ahí en tu negocio –ubicado en gaviotas- reunamos a grupos de seis u ocho personas una o dos veces por semana, les sirves ceviche y hasta unos tragos, para ir socializando estos temas de inconformidad, yo los pago.

Claro que sí, responde, la chef.

Oye, sino pregúntale a mi American Express que siempre registra los muchos pagos que he hecho por ceviches. Los que crecimos aquí somos gavioteños, concluye, con una enorme carcajada. Fin de la historia.

Ojalá y no se trate de un intento –con comida y tragos- para unos cuantos y acallar protestas por una obra que como alguien dijo parece faraónica, pero que ahondó los problemas históricos de esa colonia.


CONTORNO


El futuro de Said…

Quien hasta el mes pasado fungió como titular de la Secretaría de Finanzas, Said Mena Oropeza, podría incorporarse a una nueva encomienda en el gobierno federal, organismo que tendrá nuevas facultades y concentrará una parte importante del proyecto presidencial, otro tabasqueño le acompañaría…

El espacio del lector

El Tribunal de Conciliación y Arbitraje de Tabasco mantiene un rezago brutal en los expedientes. Narciso Contreras Hernández, magistrado presidente, duerme el “sueño de los justos” cuando bajo protesta en 2020 se comprometió ante el pueblo representado por los diputados al Congreso a revertir el rezago en el número de expedientes sin resolver, apelando al uso de las tecnologías y juicios en línea para desahogar todo el procedimiento legal, lo que no ha hecho, porque en la actualidad existen miles de expedientes sin resolver.

Para desgracia de miles de trabajadores despedidos, el tribunal burocrático viola el debido proceso del procedimiento ordinario que establece la Ley de los Trabajadores al Servicio del Estado de Tabasco.

De acuerdo a la nueva legislación laboral, que dependen del Poder Judicial, los juicios deberán de resolverse en un máximo de seis meses donde estará presente un juez en todo momento durante todo el juicio.

Según datos obtenidos vía transparencia del Instituto Tabasqueño de Transparencia y Acceso a la Información Pública, en 2019 el Tribunal recibió 965 demandas y solo dictaminó una que por cierto, corresponde a una líder sindical.

En 2020 con todo y el COVID recibió 510 demandas, en 2021 un total de 802, sin dictaminar una sola, es decir, 2277 demandas laborales en esos tres años y solo se dictaminó una.

La denuncia de Jesús Sánchez Morales, uno de los afectados es más amplia, esto solo es lo medular.