/ viernes 2 de agosto de 2019

EL PRD, LA MEJOR ESCUELA

La competitividad, eficiencia y eficacia de los dirigentes sindicales que, durante años, han vivido de las extorsiones a PEMEX y de las compañías que trabajan para esta empresa, aprendieron del PRD de Andrés Manuel López Obrador y de los líderes que lo sucedieron, al grado tal, que algunos obtuvieron en esa álgida época: especialidades, maestrías y hasta doctorados.

El auge en Tabasco de las afectaciones a terceros por los bloqueos a los caminos, carreteras, edificios y públicos se vivió cuando el hoy presidente de la República, dirigió al partido negro y amarillo, concretamente en el trágico trienio de Manuel Gurría Ordóñez -creándose la CIAR-100, que repartió dinero, sacando de la pobreza a líderes- y en el sexenio de Roberto Madrazo Pintado.

Creándose la “industria de la reclamación”.

Desde luego, en el gobierno de Enrique González Pedrero, también obtuvieron relevancia las protestas sociales, a través del famoso Pacto Ribereño, que conducía: Eulogio Méndez Pérez.

Y no solo hicieron y continúan haciendo negocio redondo con PEMEX y con las constructoras que laboran para este instituto petrolero, sino también con empresas ajenas a la paraestatal, que son contratadas para hacer otro tipo de obras.

Muchas veces justificadamente, a causas de las consecuencias devastadoras que provocó en los municipios petroleros la extracción indiscriminada de este hidrocarburo del subsuelo tabasqueño, que nos ha traído más mal que bien.

Por ello, sorprende y llama poderosamente la atención, y es altamente sospechoso, que un gobierno de izquierda, como lo es Morena, sea el artífice de las reformas al Código Penal, para endurecer el castigo a los bloqueadores, cuando desde el PRD, fueron sus incitadores, patrocinadores, operadores y ejecutores, de lo que ahora penalizan.

Sin lugar a duda, una aberración jurídica e incongruencia y contradicción política, ética y moral.

Y que, en su momento, ocasionaron a la entidad, un daño económico terrible, incalculable e irreversible, pues fueron los causantes de que muchos capitales internacional, nacional y local, no aterrizarán, ante el evidente temor de invertir cientos de millones de pesos, sin garantía alguna de recuperarlo.

Pero en el pecado llevarán la penitencia.

Morena está haciendo exactamente, lo mismo que hizo el PRI de los tecnócratas: autoinmolándose con sus medidas antipopulares.

Sobre todo, si los talones de Aquiles (léase: inseguridad pública, desempleo y crisis económica) de esta administración continúan empeorando.

Con justa razón sus adversarios están de plácemes.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Decía el otro día, la titular para el Desarrollo Económico y la Competitividad, Mayra Elena Jacobo Priego, que no se explicaba el por qué seguimos ocupando los primeros lugares en desempleo, cuando había habido un repunte en el primer trimestre del presente año.

Creo que la respuesta es muy sencilla: no hay inversión pública y privada, y la que hay ni se siente, por parte del gobierno, es a cuenta gotas.

Por ello, no hay circulante.

Sin omitir, claro está, que hay otros factores ajenos que explican la penosa situación por la que estamos atravesando en materia desempleo.

El caso es que seguimos dando pena ajena, como ha sucedido en los últimos años, principalmente, desde el gobierno de Arturo Núñez Jiménez.

Si no tiene a que salir, no salga.

Recuerde que es quincena y fin semana, y la delincuencia anda alborotada.

Así qué mejor, no le busque tres pies al gato.

La competitividad, eficiencia y eficacia de los dirigentes sindicales que, durante años, han vivido de las extorsiones a PEMEX y de las compañías que trabajan para esta empresa, aprendieron del PRD de Andrés Manuel López Obrador y de los líderes que lo sucedieron, al grado tal, que algunos obtuvieron en esa álgida época: especialidades, maestrías y hasta doctorados.

El auge en Tabasco de las afectaciones a terceros por los bloqueos a los caminos, carreteras, edificios y públicos se vivió cuando el hoy presidente de la República, dirigió al partido negro y amarillo, concretamente en el trágico trienio de Manuel Gurría Ordóñez -creándose la CIAR-100, que repartió dinero, sacando de la pobreza a líderes- y en el sexenio de Roberto Madrazo Pintado.

Creándose la “industria de la reclamación”.

Desde luego, en el gobierno de Enrique González Pedrero, también obtuvieron relevancia las protestas sociales, a través del famoso Pacto Ribereño, que conducía: Eulogio Méndez Pérez.

Y no solo hicieron y continúan haciendo negocio redondo con PEMEX y con las constructoras que laboran para este instituto petrolero, sino también con empresas ajenas a la paraestatal, que son contratadas para hacer otro tipo de obras.

Muchas veces justificadamente, a causas de las consecuencias devastadoras que provocó en los municipios petroleros la extracción indiscriminada de este hidrocarburo del subsuelo tabasqueño, que nos ha traído más mal que bien.

Por ello, sorprende y llama poderosamente la atención, y es altamente sospechoso, que un gobierno de izquierda, como lo es Morena, sea el artífice de las reformas al Código Penal, para endurecer el castigo a los bloqueadores, cuando desde el PRD, fueron sus incitadores, patrocinadores, operadores y ejecutores, de lo que ahora penalizan.

Sin lugar a duda, una aberración jurídica e incongruencia y contradicción política, ética y moral.

Y que, en su momento, ocasionaron a la entidad, un daño económico terrible, incalculable e irreversible, pues fueron los causantes de que muchos capitales internacional, nacional y local, no aterrizarán, ante el evidente temor de invertir cientos de millones de pesos, sin garantía alguna de recuperarlo.

Pero en el pecado llevarán la penitencia.

Morena está haciendo exactamente, lo mismo que hizo el PRI de los tecnócratas: autoinmolándose con sus medidas antipopulares.

Sobre todo, si los talones de Aquiles (léase: inseguridad pública, desempleo y crisis económica) de esta administración continúan empeorando.

Con justa razón sus adversarios están de plácemes.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Decía el otro día, la titular para el Desarrollo Económico y la Competitividad, Mayra Elena Jacobo Priego, que no se explicaba el por qué seguimos ocupando los primeros lugares en desempleo, cuando había habido un repunte en el primer trimestre del presente año.

Creo que la respuesta es muy sencilla: no hay inversión pública y privada, y la que hay ni se siente, por parte del gobierno, es a cuenta gotas.

Por ello, no hay circulante.

Sin omitir, claro está, que hay otros factores ajenos que explican la penosa situación por la que estamos atravesando en materia desempleo.

El caso es que seguimos dando pena ajena, como ha sucedido en los últimos años, principalmente, desde el gobierno de Arturo Núñez Jiménez.

Si no tiene a que salir, no salga.

Recuerde que es quincena y fin semana, y la delincuencia anda alborotada.

Así qué mejor, no le busque tres pies al gato.