/ martes 17 de septiembre de 2019

El golpe del Presupuesto 2020

El presupuesto para el año 2020 será de 6.1 billones de pesos, cuyas prioridades son seguridad, programas sociales del gobierno federal y subsidiar a PEMEX, que sumados equivalen al 60% de todo el gasto.

El pasado 8 de septiembre se entregó ante el Congreso de la Unión los Criterios Generales de Política Económica, la Iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2020. A ello se agregó una iniciativa que reforma diversas disposiciones fiscales, con el objetivo de aumentar la recaudación mediante el combate a la evasión fiscal y ajustes a las tasas de retención de impuestos y de IEPS.

El paquete económico propuesto, aunque mantiene el compromiso de la administración en el manejo prudente y finanzas públicas sanas, es muy parecido al del 2019, en el que se privilegia la política asistencial, sacrificando el crecimiento económico. Continúa proponiendo ahorros para varios ramos administrativos (29 mil 700 millones de pesos menos) y un incremento del 11% al presupuesto de la Secretaría del Bienestar, lo que no combate a las causas de la pobreza, sino conforma clientelas político-electorales.

Con los números disponibles en la iniciativa del Paquete Económico para el 2020, si el recorte en salud ha sido terrible en 2019, para 2020 se reducirá 100 millones de pesos más. A la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural se le recorta el 19.33% de su presupuesto en comparación con 2019 (de 57 mil 343 millones pasa a 46 mil, 253 millones su presupuesto). De igual modo, se reducen los fondos a la agricultura, pesca y ganadería, mientras que al fomento a la agricultura se le quita 96.53% casi todo el presupuesto a ejercer durante este año.

Al programa de fomento a la productividad pesquera y acuícola se le recorta un 51%, pasando de 1,217 millones que tuvo en el 2019 a sólo 593 millones en el 2020, mientras que, al sector ganadero, el programa de crédito ganadero a la palabra se propone una reducción del 75% pasando de 4 mil millones en el 2019, a mil millones en el 2020. Por si fuese poco, en el sector agropecuario desaparecen cinco programas restando con ello la aplicación de 13 mil millones de pesos al campo.

Se castiga a estados y municipios, pues la transferencia de recursos federales a los gobiernos locales suma 1.97 billones, monto menor en un 0.5% al destinado en el 2019. En ese rubro hay una disminución del 0.9% en las participaciones y recursos que pueden ser ejercidos de manera libre por estados y municipios.

El ramo 33, la segunda partida más importante de las transferencias a estados y municipios, que tienen como prioridad atender la educación básica y normal, combatir la pobreza, asistencia social, infraestructura educativa, seguridad pública, educación tecnológica y de adultos se propone un recorte del 0.2%.

Esta reducción del presupuesto a los gobiernos locales es una mala noticia para Tabasco, dificultando la realización de obra pública el siguiente año. Incluso, la refinería de Dos Bocas, sufre un recorte de 8,744 millones, al destinarse 41,300 millones y no los 50 mil millones prometidos cada uno de los primeros tres años.

Hay dudas razonables para que el gobierno pueda cumplir con sus compromisos. En casi todas las áreas de la administración pública federal, ha incumplido en tiempos y metas.

El presupuesto para el año 2020 será de 6.1 billones de pesos, cuyas prioridades son seguridad, programas sociales del gobierno federal y subsidiar a PEMEX, que sumados equivalen al 60% de todo el gasto.

El pasado 8 de septiembre se entregó ante el Congreso de la Unión los Criterios Generales de Política Económica, la Iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2020. A ello se agregó una iniciativa que reforma diversas disposiciones fiscales, con el objetivo de aumentar la recaudación mediante el combate a la evasión fiscal y ajustes a las tasas de retención de impuestos y de IEPS.

El paquete económico propuesto, aunque mantiene el compromiso de la administración en el manejo prudente y finanzas públicas sanas, es muy parecido al del 2019, en el que se privilegia la política asistencial, sacrificando el crecimiento económico. Continúa proponiendo ahorros para varios ramos administrativos (29 mil 700 millones de pesos menos) y un incremento del 11% al presupuesto de la Secretaría del Bienestar, lo que no combate a las causas de la pobreza, sino conforma clientelas político-electorales.

Con los números disponibles en la iniciativa del Paquete Económico para el 2020, si el recorte en salud ha sido terrible en 2019, para 2020 se reducirá 100 millones de pesos más. A la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural se le recorta el 19.33% de su presupuesto en comparación con 2019 (de 57 mil 343 millones pasa a 46 mil, 253 millones su presupuesto). De igual modo, se reducen los fondos a la agricultura, pesca y ganadería, mientras que al fomento a la agricultura se le quita 96.53% casi todo el presupuesto a ejercer durante este año.

Al programa de fomento a la productividad pesquera y acuícola se le recorta un 51%, pasando de 1,217 millones que tuvo en el 2019 a sólo 593 millones en el 2020, mientras que, al sector ganadero, el programa de crédito ganadero a la palabra se propone una reducción del 75% pasando de 4 mil millones en el 2019, a mil millones en el 2020. Por si fuese poco, en el sector agropecuario desaparecen cinco programas restando con ello la aplicación de 13 mil millones de pesos al campo.

Se castiga a estados y municipios, pues la transferencia de recursos federales a los gobiernos locales suma 1.97 billones, monto menor en un 0.5% al destinado en el 2019. En ese rubro hay una disminución del 0.9% en las participaciones y recursos que pueden ser ejercidos de manera libre por estados y municipios.

El ramo 33, la segunda partida más importante de las transferencias a estados y municipios, que tienen como prioridad atender la educación básica y normal, combatir la pobreza, asistencia social, infraestructura educativa, seguridad pública, educación tecnológica y de adultos se propone un recorte del 0.2%.

Esta reducción del presupuesto a los gobiernos locales es una mala noticia para Tabasco, dificultando la realización de obra pública el siguiente año. Incluso, la refinería de Dos Bocas, sufre un recorte de 8,744 millones, al destinarse 41,300 millones y no los 50 mil millones prometidos cada uno de los primeros tres años.

Hay dudas razonables para que el gobierno pueda cumplir con sus compromisos. En casi todas las áreas de la administración pública federal, ha incumplido en tiempos y metas.