/ viernes 23 de agosto de 2019

El carnicero de Balancán: y la economía social

Teapa, Tab., miércoles 21 de agosto. 9:15 am

Sudorosos, apretujados y desesperados más de cien personas entre mujeres y hombres acompañados de niños y hasta de la tercera edad, esperan turno en una institución bancaria para ser atendidos en un par de ventanillas especiales que, notoriamente, no alcanzan a satisfacer la demanda de manera diligente.

Esa larga fila llega hasta la calle, la sucursal financiera está ubicada en la cabecera municipal a unos metros de la iglesia principal y de la sede del Ayuntamiento.

En las inmediaciones se aprecian los negocios pequeños, medianos y grandes que concentran ahí la mayor parte de la actividad comercial en esa pequeña urbe.

Música estridente se alterna con perifoneo callejero y con las promociones y ofertas que algunas de estas tiendas anuncian para enganchar a sus potenciales clientes.

Las tiendas de zapatos, además de las muestras de aparador, tienen piezas estibadas hasta en el piso, las tiendas de abarrotes sorprendentemente se ven completamente abastecidas, frutas y verduras con amplia variedad y sobre todo con productos frescos, una simple observación del reportero provoca una hipótesis personal sobre ese atípico panorama.

Mientras, en el banco, a esa hora contrario a lo que se podría creer, los cajeros automáticos están vacíos, no hay fila.

Alguien confirma que la enorme línea humana está conformada por personas que van a recoger una tarjeta por primera vez o que acuden a cobrar alguno de los programas sociales; implementados por el gobierno federal.

“unos 10 días o menos de cada mes así están las filas y hay de todo, personas de aquí del municipio y muchos de los que están ahorita vienen de municipios vecinos de Chiapas donde no hay bancos y aquí hacen sus movimientos”.

Alrededor de las 10 de la mañana dejo la cabecera municipal para asistir a la Villa Juan Aldama, regreso de nuevo poco después de la una de la tarde, la fila en el banco ya es menor y los tres cajeros automáticos tienen personas formadas.

En los locales comerciales deambulan muchas personas, algunos esperan camión o una combi y llevan consigo desde una pequeña bolsa de compras y otros con el “morral lleno”.

En la cabecera municipal de Teapa –no es necesario- preguntar a alguno de los dueños de esos locales que “tampoco tienen tiempo para responder” lo evidente es, que existe un consumo importante, a menor escala, pero consumo al fin que está reactivando la economía del lugar y al mismo tiempo generando empleos.

Y ayer aquí en Villahermosa en el marco de la firma de un convenio de colaboración para la producción social de vivienda, que suscribieron los titulares del Gobierno de Tabasco, Secretaría del Bienestar y CONAVI, el gobernador Adán Augusto López Hernández destacó que en las comunidades de Tabasco ya comienzan a sentirse los beneficios de los programas sociales del gobierno federal y recordó que la entidad es una de las dos o tres que mayores apoyos recibe y lo ejemplificó asi:

“El otro día, en una gira por Balancán, se me acercó un señor que se dedica a la venta de carne para agradecer los apoyos que está dando el gobierno y que a él lo está beneficiando, porque antes de eso mataba una res y tardaba hasta una semana o más para venderla completa, de manera que tenía que salar la carne y todo un proceso agregado, pero, actualmente está sacrificando dos vacas a la semana y todo se vende”.

La secretaria de Bienestar, María Luisa Albores en su oportunidad señaló que esa referencia del mandatario es un claro ejemplo de economía local, pero también de economía solidaria, como las 100 casas que anunció serán construidas en comunidades rurales de Tabasco, porque siempre se priorizó la construcción en zonas urbanas dejando para lo último a los más pobres.

En la campaña electoral presidencial de 2018, en un foro de televisión los coordinadores económicos de Andrés Manuel López Obrador, José Antonio Meade y Ricardo Anaya –los tres economistas formados académicamente en México y con posgrados en el extranjero- al hablar sobre –los programas sociales- coincidían en señalar que estos serían una “buena medida para impulsar el crecimiento y con ello alcanzar el desarrollo económico”. En esa parte, no se equivocaron.


CONTORNO


La primera mañanera…

Teapa, Tab., miércoles 21 de agosto. 9:15 am

Sudorosos, apretujados y desesperados más de cien personas entre mujeres y hombres acompañados de niños y hasta de la tercera edad, esperan turno en una institución bancaria para ser atendidos en un par de ventanillas especiales que, notoriamente, no alcanzan a satisfacer la demanda de manera diligente.

Esa larga fila llega hasta la calle, la sucursal financiera está ubicada en la cabecera municipal a unos metros de la iglesia principal y de la sede del Ayuntamiento.

En las inmediaciones se aprecian los negocios pequeños, medianos y grandes que concentran ahí la mayor parte de la actividad comercial en esa pequeña urbe.

Música estridente se alterna con perifoneo callejero y con las promociones y ofertas que algunas de estas tiendas anuncian para enganchar a sus potenciales clientes.

Las tiendas de zapatos, además de las muestras de aparador, tienen piezas estibadas hasta en el piso, las tiendas de abarrotes sorprendentemente se ven completamente abastecidas, frutas y verduras con amplia variedad y sobre todo con productos frescos, una simple observación del reportero provoca una hipótesis personal sobre ese atípico panorama.

Mientras, en el banco, a esa hora contrario a lo que se podría creer, los cajeros automáticos están vacíos, no hay fila.

Alguien confirma que la enorme línea humana está conformada por personas que van a recoger una tarjeta por primera vez o que acuden a cobrar alguno de los programas sociales; implementados por el gobierno federal.

“unos 10 días o menos de cada mes así están las filas y hay de todo, personas de aquí del municipio y muchos de los que están ahorita vienen de municipios vecinos de Chiapas donde no hay bancos y aquí hacen sus movimientos”.

Alrededor de las 10 de la mañana dejo la cabecera municipal para asistir a la Villa Juan Aldama, regreso de nuevo poco después de la una de la tarde, la fila en el banco ya es menor y los tres cajeros automáticos tienen personas formadas.

En los locales comerciales deambulan muchas personas, algunos esperan camión o una combi y llevan consigo desde una pequeña bolsa de compras y otros con el “morral lleno”.

En la cabecera municipal de Teapa –no es necesario- preguntar a alguno de los dueños de esos locales que “tampoco tienen tiempo para responder” lo evidente es, que existe un consumo importante, a menor escala, pero consumo al fin que está reactivando la economía del lugar y al mismo tiempo generando empleos.

Y ayer aquí en Villahermosa en el marco de la firma de un convenio de colaboración para la producción social de vivienda, que suscribieron los titulares del Gobierno de Tabasco, Secretaría del Bienestar y CONAVI, el gobernador Adán Augusto López Hernández destacó que en las comunidades de Tabasco ya comienzan a sentirse los beneficios de los programas sociales del gobierno federal y recordó que la entidad es una de las dos o tres que mayores apoyos recibe y lo ejemplificó asi:

“El otro día, en una gira por Balancán, se me acercó un señor que se dedica a la venta de carne para agradecer los apoyos que está dando el gobierno y que a él lo está beneficiando, porque antes de eso mataba una res y tardaba hasta una semana o más para venderla completa, de manera que tenía que salar la carne y todo un proceso agregado, pero, actualmente está sacrificando dos vacas a la semana y todo se vende”.

La secretaria de Bienestar, María Luisa Albores en su oportunidad señaló que esa referencia del mandatario es un claro ejemplo de economía local, pero también de economía solidaria, como las 100 casas que anunció serán construidas en comunidades rurales de Tabasco, porque siempre se priorizó la construcción en zonas urbanas dejando para lo último a los más pobres.

En la campaña electoral presidencial de 2018, en un foro de televisión los coordinadores económicos de Andrés Manuel López Obrador, José Antonio Meade y Ricardo Anaya –los tres economistas formados académicamente en México y con posgrados en el extranjero- al hablar sobre –los programas sociales- coincidían en señalar que estos serían una “buena medida para impulsar el crecimiento y con ello alcanzar el desarrollo económico”. En esa parte, no se equivocaron.


CONTORNO


La primera mañanera…