/ jueves 12 de mayo de 2022

Ejes Ambientales | ¿Tabasco, del Edén al ex Edén?

“La pérdida de biodiversidad como reflejo de la pérdida de

ecosistemas naturales terrestres y marinos, es por lo menos de igual

si no es que de mayor importancia que el cambio climático“

José Sarukhán, junio de 2009.

.

El 22 de mayo es el día de la diversidad biológica por ello, durante este mes estaré comentando con ustedes diferentes temas relacionados directamente con la biodiversidad o diversidad biológica, que es uno de los tres temas que Naciones Unidas a declarado como temas ambientales críticos que requieren la mayor atención de todos los países en este siglo XXI, pues es impostergable detener la pérdida de la biodiversidad en el afán del desarrollo insustentable en el que vivimos en la actualidad.

Naciones Unidas define la biodiversidad como la amplia variedad de plantas, animales y microrganismos existentes, pero también incluye las diferencias genéticas dentro de cada especie, así como la variedad de ecosistemas (lagos, bosques, selvas, desiertos, mares, manglares, entre otros muchos más) que en su totalidad albergan múltiples interacciones entre toda forma de vida y su entorno natural en el agua, aire, suelo.

Esta interacción e interdependencia, como lo he venido señalando en mis conferencias, significa que si tenemos una naturaleza sana entonces la humanidad gozará de mejores indicadores de salud. Incisito, los microrganismos, baterías y virus han vivido por millones de años en la naturaleza, pero si continuamos destruyendo “su casa”, en el afán del desarrollo económico equivocado, entonces estos pequeños organismos que son parte de la biodiversidad, transitarán con mayor frecuencia e intensidad al ser humano. Ya es hora de que dejemos de fragmentar y contaminar a la naturaleza.

Solo basta recordar que el coronavirus (Covid 19) desde hace poco mas de dos años nos encontró sin el conocimiento ni la infraestructura de salud suficiente y adecuada. Pero ahora que estamos empezando a vivir una nueva realidad, pareciera que ello no nos importa, que no murieran lamentablemente cientos de miles de personas, se trastornara la economía mundial y otras muchas consecuencias; sin embargo, seguimos alterando los ecosistemas y su biodiversidad con tenacidad desmedida, por ignorancia, por razones económicas o políticas, pretendiendo no darnos cuenta o incluso con conocimiento de las consecuencias seguimos deforestando, emitiendo gases contaminantes a la atmósfera, aguas y suelo sin importarnos que estamos atentando contra nuestras propias vidas y de las generaciones de mañana.

Sólo a manera de recordatorio, el 5 de junio de 1992, ciento 168 países firmaron el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB); el cual, fue el primer acuerdo a nivel mundial para abordar todos los aspectos de la biodiversidad: recursos genéticos, especies y ecosistemas, y fue el primero de los documentos en reconocer que la conservación de la diversidad biológica es "una preocupación común de la humanidad", y una parte integral del proceso de desarrollo, estamos hablando de hace 30 años y seguimos sin hacer lo suficiente para revertir el deterioro de la biodiversidad, es mas, me atrevo a afirmar que, cada vez más, estamos haciendo lo posible para terminar con nuestros recursos naturales.

México firmó y ratifico este acuerdo, pero desde ese entonces hasta nuestros días seguimos apostándole al petróleo, gas y carbón como si no existieran otras alternativas energéticas menos dañinas para toda forma de vida; seguimos alterando a naturaleza con la construcción de presas, trasvases o hidroeléctricas; al igual que las vías de comunicación, dígase carreteras y vías férreas y el crecimiento desordenado de las ciudades; todo ello, se pudiera hacer sin frenar el desarrollo del país, pero ¿Por qué no hacer esas grandes obras en armonía con la naturaleza, con respeto a los ecosistemas y su biodiversidad?.

Considero que deberíamos aprender de nuestras anteriores generaciones y pueblos originarios que afirmaban y siguen afirmando de manera sencilla, que “atentar contra la naturaleza sería atentar contra nosotros mismos”. Caramba!!! Cuanto trabajo nos cuesta entender esta simple idea de vida.

Tabasco “no canta mal las rancheras”. En menos de 100 años hemos agotado casi en su totalidad nuestra riqueza de vegetación original (dígase selvas, acahuales, pantanos, etcétera); hemos alterado cauces de ríos; seguimos contaminando nuestra abundante riqueza hídrica, nuestro suelo cada vez mas pierde sus nutrientes y estamos terminando con la pureza del aire que disfrutaron nuestros abuelos; hemos convertido nuestras aguas en verdaderos “basureros a cielo abierto”; continuamos proyectando nuestras ciudades medias y pequeñas sin ningún orden, arrasando contra todo lo que nos estorbe, no importando si son manglares, vasos reguladores, costas u otros ecosistemas con toda y su biodiversidad; hemos tirado selva para el desarrollo de la ganadería extensiva, incluso para programas sociales como sembrando vida. Nos estamos acabando el “Edén” o como un político la llamó “Esmeralda del Sureste”.

Pero… ¿Qué podemos hacer para el cuidado de nuestros ecosistemas con su biodiversidad? El primer paso para cuidar la biodiversidad, al igual que como todo, es conocerla. No es algo ajeno o lejano a nosotros, debemos dar una significado a cada elemento de la naturaleza y comprender que es esencial para la vida. Si continuamos sin darnos cuenta de su importancia en nuestra la alimentación, salud, bienestar social y equilibrio económico. La biodiversidad tiene una variedad de enemigos; uno de ellos es el contrabando de especies exóticas, un negocio ilegal que no ha parado de crecer en los últimos años. Como ejemplo solo tenemos que transitar en la carretera de Villahermosa a Frontera, que entre los kilómetros 40 a 45, hay grupos de personas con ensartas de 5 a 10 tortugas que venden a quienes transitan por esa carretera; lo mismo sucede entre os limites de Tabasco y Veracruz en donde están a la venta tortugas y loro cabeza amarilla o bien en la zona entre Teapa y Tacotalpa, que hasta crías de saraguato al pie de carretera ¿será que las autoridades desconocen estos puntos de venta ilegal de especies o es que son algo así como los triángulos de las Bermudas?,

En quince días comentaré con ustedes sobre los espacios olvidados de la naturaleza en Tabasco, conocidos como áreas naturales protegidas, que deberían ser orgullo de todas y todos nosotros. Sin embargo, la mayoría no cumplen con el objetivo por el que fueron declaradas. En fin, hay mucho por decir sobre ellas, pero sobre todo, hay más por hacer ya que son las áreas que aún tienen mayor biodiversidad y que requieren de un mayor cuidado. Lo cual, sólo se cumple en el papel.

Por último, nuevamente les invito a que como sociedad dejemos de ser sólo espectadores de este grave problema de biodiversidad en Tabasco. Actuemos con la denuncia responsable como ciudadanos y ya dejemos de alterar a la naturaleza que aún nos queda. Este tema, como otros muchos, es de responsabilidad compartida de autoridades y sociedad. Si la autoridad no actúa, hagámoslo nosotros, hay mucho por hacer, convoco a su conciencia y a la acción para que dejemos de guardar silencio ante la cotidiana avalancha de pérdida de nuestros ecosistemas y su diversidad biológica, porque ello nos convierte en cómplices.

“La pérdida de biodiversidad como reflejo de la pérdida de

ecosistemas naturales terrestres y marinos, es por lo menos de igual

si no es que de mayor importancia que el cambio climático“

José Sarukhán, junio de 2009.

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El 22 de mayo es el día de la diversidad biológica por ello, durante este mes estaré comentando con ustedes diferentes temas relacionados directamente con la biodiversidad o diversidad biológica, que es uno de los tres temas que Naciones Unidas a declarado como temas ambientales críticos que requieren la mayor atención de todos los países en este siglo XXI, pues es impostergable detener la pérdida de la biodiversidad en el afán del desarrollo insustentable en el que vivimos en la actualidad.

Naciones Unidas define la biodiversidad como la amplia variedad de plantas, animales y microrganismos existentes, pero también incluye las diferencias genéticas dentro de cada especie, así como la variedad de ecosistemas (lagos, bosques, selvas, desiertos, mares, manglares, entre otros muchos más) que en su totalidad albergan múltiples interacciones entre toda forma de vida y su entorno natural en el agua, aire, suelo.

Esta interacción e interdependencia, como lo he venido señalando en mis conferencias, significa que si tenemos una naturaleza sana entonces la humanidad gozará de mejores indicadores de salud. Incisito, los microrganismos, baterías y virus han vivido por millones de años en la naturaleza, pero si continuamos destruyendo “su casa”, en el afán del desarrollo económico equivocado, entonces estos pequeños organismos que son parte de la biodiversidad, transitarán con mayor frecuencia e intensidad al ser humano. Ya es hora de que dejemos de fragmentar y contaminar a la naturaleza.

Solo basta recordar que el coronavirus (Covid 19) desde hace poco mas de dos años nos encontró sin el conocimiento ni la infraestructura de salud suficiente y adecuada. Pero ahora que estamos empezando a vivir una nueva realidad, pareciera que ello no nos importa, que no murieran lamentablemente cientos de miles de personas, se trastornara la economía mundial y otras muchas consecuencias; sin embargo, seguimos alterando los ecosistemas y su biodiversidad con tenacidad desmedida, por ignorancia, por razones económicas o políticas, pretendiendo no darnos cuenta o incluso con conocimiento de las consecuencias seguimos deforestando, emitiendo gases contaminantes a la atmósfera, aguas y suelo sin importarnos que estamos atentando contra nuestras propias vidas y de las generaciones de mañana.

Sólo a manera de recordatorio, el 5 de junio de 1992, ciento 168 países firmaron el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB); el cual, fue el primer acuerdo a nivel mundial para abordar todos los aspectos de la biodiversidad: recursos genéticos, especies y ecosistemas, y fue el primero de los documentos en reconocer que la conservación de la diversidad biológica es "una preocupación común de la humanidad", y una parte integral del proceso de desarrollo, estamos hablando de hace 30 años y seguimos sin hacer lo suficiente para revertir el deterioro de la biodiversidad, es mas, me atrevo a afirmar que, cada vez más, estamos haciendo lo posible para terminar con nuestros recursos naturales.

México firmó y ratifico este acuerdo, pero desde ese entonces hasta nuestros días seguimos apostándole al petróleo, gas y carbón como si no existieran otras alternativas energéticas menos dañinas para toda forma de vida; seguimos alterando a naturaleza con la construcción de presas, trasvases o hidroeléctricas; al igual que las vías de comunicación, dígase carreteras y vías férreas y el crecimiento desordenado de las ciudades; todo ello, se pudiera hacer sin frenar el desarrollo del país, pero ¿Por qué no hacer esas grandes obras en armonía con la naturaleza, con respeto a los ecosistemas y su biodiversidad?.

Considero que deberíamos aprender de nuestras anteriores generaciones y pueblos originarios que afirmaban y siguen afirmando de manera sencilla, que “atentar contra la naturaleza sería atentar contra nosotros mismos”. Caramba!!! Cuanto trabajo nos cuesta entender esta simple idea de vida.

Tabasco “no canta mal las rancheras”. En menos de 100 años hemos agotado casi en su totalidad nuestra riqueza de vegetación original (dígase selvas, acahuales, pantanos, etcétera); hemos alterado cauces de ríos; seguimos contaminando nuestra abundante riqueza hídrica, nuestro suelo cada vez mas pierde sus nutrientes y estamos terminando con la pureza del aire que disfrutaron nuestros abuelos; hemos convertido nuestras aguas en verdaderos “basureros a cielo abierto”; continuamos proyectando nuestras ciudades medias y pequeñas sin ningún orden, arrasando contra todo lo que nos estorbe, no importando si son manglares, vasos reguladores, costas u otros ecosistemas con toda y su biodiversidad; hemos tirado selva para el desarrollo de la ganadería extensiva, incluso para programas sociales como sembrando vida. Nos estamos acabando el “Edén” o como un político la llamó “Esmeralda del Sureste”.

Pero… ¿Qué podemos hacer para el cuidado de nuestros ecosistemas con su biodiversidad? El primer paso para cuidar la biodiversidad, al igual que como todo, es conocerla. No es algo ajeno o lejano a nosotros, debemos dar una significado a cada elemento de la naturaleza y comprender que es esencial para la vida. Si continuamos sin darnos cuenta de su importancia en nuestra la alimentación, salud, bienestar social y equilibrio económico. La biodiversidad tiene una variedad de enemigos; uno de ellos es el contrabando de especies exóticas, un negocio ilegal que no ha parado de crecer en los últimos años. Como ejemplo solo tenemos que transitar en la carretera de Villahermosa a Frontera, que entre los kilómetros 40 a 45, hay grupos de personas con ensartas de 5 a 10 tortugas que venden a quienes transitan por esa carretera; lo mismo sucede entre os limites de Tabasco y Veracruz en donde están a la venta tortugas y loro cabeza amarilla o bien en la zona entre Teapa y Tacotalpa, que hasta crías de saraguato al pie de carretera ¿será que las autoridades desconocen estos puntos de venta ilegal de especies o es que son algo así como los triángulos de las Bermudas?,

En quince días comentaré con ustedes sobre los espacios olvidados de la naturaleza en Tabasco, conocidos como áreas naturales protegidas, que deberían ser orgullo de todas y todos nosotros. Sin embargo, la mayoría no cumplen con el objetivo por el que fueron declaradas. En fin, hay mucho por decir sobre ellas, pero sobre todo, hay más por hacer ya que son las áreas que aún tienen mayor biodiversidad y que requieren de un mayor cuidado. Lo cual, sólo se cumple en el papel.

Por último, nuevamente les invito a que como sociedad dejemos de ser sólo espectadores de este grave problema de biodiversidad en Tabasco. Actuemos con la denuncia responsable como ciudadanos y ya dejemos de alterar a la naturaleza que aún nos queda. Este tema, como otros muchos, es de responsabilidad compartida de autoridades y sociedad. Si la autoridad no actúa, hagámoslo nosotros, hay mucho por hacer, convoco a su conciencia y a la acción para que dejemos de guardar silencio ante la cotidiana avalancha de pérdida de nuestros ecosistemas y su diversidad biológica, porque ello nos convierte en cómplices.