/ martes 12 de marzo de 2019

Doña Dea, con perfil discreto

El rol de las Primeras Damas, aunque valorado en el pasado, por su innegable labor humanitaria; hoy genera controversia, por el abuso en el cargo de algunas de ellas, tanto a nivel federal, como estatal.

De las esposas de los gobernadores más recordadas en Tabasco, sobresalen, la labor de Doña Dolores Llovera, cónyuge del Sagitario Rojo, Don Tomás Garrido Canabal.

También Doña Graciela Pintado, esposa del Ciclón del Sureste, Don Carlos Alberto Madrazo Becerra.

Igualmente, brilló la labor cultural de Doña Julieta Campos, cuando gobernó Don Enrique González Pedrero. Empero, ahí ya se vislumbró alguna inquietud política-mediática de ella.

Mismo caso de Doña Isabel de la Parra, quién luchó por grupos vulnerables, aunque por los planes políticos de su marido, hubo de sumarse al necesario escenario mediático requerido.

Muchos, aún recuerdan, aquella reyerta silenciosa, pero ampliamente divulgada por “Radio Pasillo”, donde por una Posada Roja, se disputaron el Poder, la señora de Madrazo y la esposa del entonces aspirante a la gubernatura, Martha Lilia López.

Las esposas de los gobernadores Leandro Rovirosa Wade y Salvador J. Neme Castillo; Doña Celia González y Doña Celia Sastré, brillaron intensamente en el trabajo asistencial y ambas sobresalieron por su dinamismo y son bien recordadas entre la ciudadanía.

En cambio, fueron sumamente discretas, Doña Carmen de Mora; Doña Beatriz Zentella de Trujillo; Doña Soledad Hernández de Gurría; Doña Mercedes Segura de Priego; Doña Elvira Pola de Andrade; y Doña Tere Calles de Granier. Cumplieron, pero sin hacer ruido.

Llegó la primera alternancia y desde el principio, se sintió el protagonismo de Doña Martha López Aguilera, a quien su esposo validó al declarar que “gobernarían juntos”, poniendo de moda, aquello de la pareja gubernamental, que lo mismo querían subirla al presídium donde debería reinar el protocolo formal, como era el caso de las reuniones del Congreso local, como en las visitas de funcionarios federales.

Ahora toca el turno de Doña Dea Isabel Estrada Rodríguez, quien de manera natural, es una esposa discreta y ella misma afirma que el protagonista debe ser el gobernador, no ella.

Nació en Villahermosa, Tabasco, el 8 de octubre de 1966. Hija de la Señora Delia Rodríguez de Estrada y del Señor Andrés Estrada Cornelio integrante del Consejo de Fundadores de la Universidad Olmeca, ganadero, charro, comerciante, quién administró la Casa Estrada, sita en la Calle Constitución, en el mero centro de Villahermosa.

Hermana de: Andrés, Adriana, Delia y Jesús Vicente. Casada, desde un 17 de mayo, con el Lic. Adán Augusto López Hernández. Madre de Adán Payambé, Augusto Andrés y Adrián Jesús.

Su abuelo paterno fue Don Juan Estrada Torre, español de origen, quien llegó muy joven a la ahora llamada CDMX, avecindándose en Tabasco, donde casó con la teapaneca Delia Cornelio Acosta.

Doña Dea está emparentada con Don Matías León Vidal, ya que la hermana de su padre, Doña Rita, casó con él.

De dicho matrimonio, nacieron: Juan José, María de la Luz Dea (Lucita, esposa de Don David Gustavo Gutiérrez Ruiz), y, Jesús Arcadio León Estrada.

Dea es Licenciada en Administración, egresada de la UAG, donde estuvo hospedada durante toda la carrera, en una casa de asistencia administrada por monjas.

Antes, hizo sus estudios de Primaria, en el Instituto Luis Gil Pérez y los de Secundaria y Preparatoria, en el Colegio Tabasco. En los primeros, fue condiscípula de Rosalinda López Hernández; Sabrina Sastré Collado, entre otras.

De carácter fuerte, prefiere el bajo perfil.

Definitivamente, creo que descansaremos del protagonismo del Marthiacado y tendremos una Primera Dama, tradicionalista.


El rol de las Primeras Damas, aunque valorado en el pasado, por su innegable labor humanitaria; hoy genera controversia, por el abuso en el cargo de algunas de ellas, tanto a nivel federal, como estatal.

De las esposas de los gobernadores más recordadas en Tabasco, sobresalen, la labor de Doña Dolores Llovera, cónyuge del Sagitario Rojo, Don Tomás Garrido Canabal.

También Doña Graciela Pintado, esposa del Ciclón del Sureste, Don Carlos Alberto Madrazo Becerra.

Igualmente, brilló la labor cultural de Doña Julieta Campos, cuando gobernó Don Enrique González Pedrero. Empero, ahí ya se vislumbró alguna inquietud política-mediática de ella.

Mismo caso de Doña Isabel de la Parra, quién luchó por grupos vulnerables, aunque por los planes políticos de su marido, hubo de sumarse al necesario escenario mediático requerido.

Muchos, aún recuerdan, aquella reyerta silenciosa, pero ampliamente divulgada por “Radio Pasillo”, donde por una Posada Roja, se disputaron el Poder, la señora de Madrazo y la esposa del entonces aspirante a la gubernatura, Martha Lilia López.

Las esposas de los gobernadores Leandro Rovirosa Wade y Salvador J. Neme Castillo; Doña Celia González y Doña Celia Sastré, brillaron intensamente en el trabajo asistencial y ambas sobresalieron por su dinamismo y son bien recordadas entre la ciudadanía.

En cambio, fueron sumamente discretas, Doña Carmen de Mora; Doña Beatriz Zentella de Trujillo; Doña Soledad Hernández de Gurría; Doña Mercedes Segura de Priego; Doña Elvira Pola de Andrade; y Doña Tere Calles de Granier. Cumplieron, pero sin hacer ruido.

Llegó la primera alternancia y desde el principio, se sintió el protagonismo de Doña Martha López Aguilera, a quien su esposo validó al declarar que “gobernarían juntos”, poniendo de moda, aquello de la pareja gubernamental, que lo mismo querían subirla al presídium donde debería reinar el protocolo formal, como era el caso de las reuniones del Congreso local, como en las visitas de funcionarios federales.

Ahora toca el turno de Doña Dea Isabel Estrada Rodríguez, quien de manera natural, es una esposa discreta y ella misma afirma que el protagonista debe ser el gobernador, no ella.

Nació en Villahermosa, Tabasco, el 8 de octubre de 1966. Hija de la Señora Delia Rodríguez de Estrada y del Señor Andrés Estrada Cornelio integrante del Consejo de Fundadores de la Universidad Olmeca, ganadero, charro, comerciante, quién administró la Casa Estrada, sita en la Calle Constitución, en el mero centro de Villahermosa.

Hermana de: Andrés, Adriana, Delia y Jesús Vicente. Casada, desde un 17 de mayo, con el Lic. Adán Augusto López Hernández. Madre de Adán Payambé, Augusto Andrés y Adrián Jesús.

Su abuelo paterno fue Don Juan Estrada Torre, español de origen, quien llegó muy joven a la ahora llamada CDMX, avecindándose en Tabasco, donde casó con la teapaneca Delia Cornelio Acosta.

Doña Dea está emparentada con Don Matías León Vidal, ya que la hermana de su padre, Doña Rita, casó con él.

De dicho matrimonio, nacieron: Juan José, María de la Luz Dea (Lucita, esposa de Don David Gustavo Gutiérrez Ruiz), y, Jesús Arcadio León Estrada.

Dea es Licenciada en Administración, egresada de la UAG, donde estuvo hospedada durante toda la carrera, en una casa de asistencia administrada por monjas.

Antes, hizo sus estudios de Primaria, en el Instituto Luis Gil Pérez y los de Secundaria y Preparatoria, en el Colegio Tabasco. En los primeros, fue condiscípula de Rosalinda López Hernández; Sabrina Sastré Collado, entre otras.

De carácter fuerte, prefiere el bajo perfil.

Definitivamente, creo que descansaremos del protagonismo del Marthiacado y tendremos una Primera Dama, tradicionalista.