/ viernes 5 de octubre de 2018

Desde el Centro inicia prosperidad en Tabasco

De la toma ser de protesta de Evaristo Hernández Cruz como alcalde de Centro destaca la asistencia de representantes de diferentes corrientes de distintos partidos políticos. Algunos, inclusive, un tanto retirados de la actividad, y otros, enemistados. Sin embargo, el nuevo administrador del ayuntamiento logró juntarlos en un acto que demuestra no solo la necesidad sino la urgencia de reconciliar a todos los tabasqueños para impulsar, sin topes, el progreso de la gente.

Evaristo es, de acuerdo a la memoria histórica de Arturo Núñez, el primer político que logra ser alcalde dos veces en el municipio de Centro (una por el PRI en 2006 y otra por Morena en 2018). La segunda, hay que subrayar, con una copiosa votación jamás alcanzada por sus antecesores de casi 240 mil sufragios. El mensaje de reconciliación, entonces, fue claro para la clase política, pues ahí estuvieron el gobernador Arturo Núñez, los ex gobernadores Manuel Andrade y Enrique Priego, el gobernador electo Adán Augusto López, los ex alcaldes Florizel Medina, Jesús Alí, Francisco Peralta, Edgar Azcuaga, empresarios de todos los ramos y sociedad en general. Mostró también el nuevo alcalde que no vino a jugar, pues al terminar el acto protocolario de toma de protesta el jueves en la mañana y despedir a todos sus invitados, a mediodía dio a conocer su gabinete y, desde las 7 de la mañana del viernes, inició su trabajo con intensidad. Todos sus colaboradores, por cierto, son gente con experiencia; algunos jóvenes y otros no tanto, pero eso sí, todos con habilidad en el desempeño de la función pública. Lo primero en el gobierno de Evaristo Hernández será atacar la inseguridad, no con violencia sino con inteligencia, porque conoce el origen: “descuido de nuestros jóvenes, deterioro del tejido social y desintegración de la familia”. Por ello, el mismo viernes sostuvo una reunión con Francisco Rivas Rodríguez, director general del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad A.C. con el propósito de emprender una gran labor en nueve colonias donde se focaliza la mayor incidencia delictiva. Algo digno de reconocimiento en su discurso, que tiene mucho que ver con la reconciliación de Tabasco, es que contratará sociólogos para diagnosticar la situación que prevalece ante el flagelo de la delincuencia, psicólogos para atender las causas y, además, invitará a la iglesia en sus diferentes denominaciones, con el propósito de que aporten lo correspondiente en la parte interna de la sociedad, en tanto el ayuntamiento resuelve el aspecto social. Las congregaciones cristianas, hay que subrayarlo, hacen una función relevante en la restauración de las familias en el estado, así como para ayudar a las personas a salir de adicciones. Otro punto muy importante para el Centro es que con el gobierno de Hernández Cruz ya se le dijo adiós a los abultados salarios y a la corrupción imperante. Se acabaron los moches y el tráfico de influencias. Ahora sí va a rendir el presupuesto y se verá reflejado en obras. Los únicos que van a ganar alrededor de 60 mil pesos mensuales serán los síndicos de Hacienda. Nadie más. Para resolver una de las demandas más apremiantes, tal como la del agua, creará nuevas plantas potabilizadoras que permitirán abastecer a la población que carece del líquido; y, asimismo, construirá el drenaje pluvial para que en temporada de lluvias se desalojen las precipitaciones con facilidad y se terminen las inundaciones urbanas que frecuentemente lesionan la economía y el patrimonio de los habitantes de Centro. Su experiencia, seguramente, le permitirá atraer recursos adicionales al presupuesto, a fin de trabajar por encima de las limitantes que implican su arranque en el último trimestre del trienio y el primero de las nuevas administraciones federal y estatal. Si lo hizo con Andrés Granier en su contra, ahora que tendrá a su favor al gobernador Adán Augusto López y al presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, que no quede duda que trabajará con eficiencia, eficacia y excelencia.

De la toma ser de protesta de Evaristo Hernández Cruz como alcalde de Centro destaca la asistencia de representantes de diferentes corrientes de distintos partidos políticos. Algunos, inclusive, un tanto retirados de la actividad, y otros, enemistados. Sin embargo, el nuevo administrador del ayuntamiento logró juntarlos en un acto que demuestra no solo la necesidad sino la urgencia de reconciliar a todos los tabasqueños para impulsar, sin topes, el progreso de la gente.

Evaristo es, de acuerdo a la memoria histórica de Arturo Núñez, el primer político que logra ser alcalde dos veces en el municipio de Centro (una por el PRI en 2006 y otra por Morena en 2018). La segunda, hay que subrayar, con una copiosa votación jamás alcanzada por sus antecesores de casi 240 mil sufragios. El mensaje de reconciliación, entonces, fue claro para la clase política, pues ahí estuvieron el gobernador Arturo Núñez, los ex gobernadores Manuel Andrade y Enrique Priego, el gobernador electo Adán Augusto López, los ex alcaldes Florizel Medina, Jesús Alí, Francisco Peralta, Edgar Azcuaga, empresarios de todos los ramos y sociedad en general. Mostró también el nuevo alcalde que no vino a jugar, pues al terminar el acto protocolario de toma de protesta el jueves en la mañana y despedir a todos sus invitados, a mediodía dio a conocer su gabinete y, desde las 7 de la mañana del viernes, inició su trabajo con intensidad. Todos sus colaboradores, por cierto, son gente con experiencia; algunos jóvenes y otros no tanto, pero eso sí, todos con habilidad en el desempeño de la función pública. Lo primero en el gobierno de Evaristo Hernández será atacar la inseguridad, no con violencia sino con inteligencia, porque conoce el origen: “descuido de nuestros jóvenes, deterioro del tejido social y desintegración de la familia”. Por ello, el mismo viernes sostuvo una reunión con Francisco Rivas Rodríguez, director general del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad A.C. con el propósito de emprender una gran labor en nueve colonias donde se focaliza la mayor incidencia delictiva. Algo digno de reconocimiento en su discurso, que tiene mucho que ver con la reconciliación de Tabasco, es que contratará sociólogos para diagnosticar la situación que prevalece ante el flagelo de la delincuencia, psicólogos para atender las causas y, además, invitará a la iglesia en sus diferentes denominaciones, con el propósito de que aporten lo correspondiente en la parte interna de la sociedad, en tanto el ayuntamiento resuelve el aspecto social. Las congregaciones cristianas, hay que subrayarlo, hacen una función relevante en la restauración de las familias en el estado, así como para ayudar a las personas a salir de adicciones. Otro punto muy importante para el Centro es que con el gobierno de Hernández Cruz ya se le dijo adiós a los abultados salarios y a la corrupción imperante. Se acabaron los moches y el tráfico de influencias. Ahora sí va a rendir el presupuesto y se verá reflejado en obras. Los únicos que van a ganar alrededor de 60 mil pesos mensuales serán los síndicos de Hacienda. Nadie más. Para resolver una de las demandas más apremiantes, tal como la del agua, creará nuevas plantas potabilizadoras que permitirán abastecer a la población que carece del líquido; y, asimismo, construirá el drenaje pluvial para que en temporada de lluvias se desalojen las precipitaciones con facilidad y se terminen las inundaciones urbanas que frecuentemente lesionan la economía y el patrimonio de los habitantes de Centro. Su experiencia, seguramente, le permitirá atraer recursos adicionales al presupuesto, a fin de trabajar por encima de las limitantes que implican su arranque en el último trimestre del trienio y el primero de las nuevas administraciones federal y estatal. Si lo hizo con Andrés Granier en su contra, ahora que tendrá a su favor al gobernador Adán Augusto López y al presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, que no quede duda que trabajará con eficiencia, eficacia y excelencia.