/ lunes 20 de mayo de 2019

Derrota anunciada

No sé si realmente el ex rector y exsecretario de Salud, José Ramón Narro Robles, sea el candidato de la nomenklatura del PRI, para relevar a Claudia Ruiz Massieu en la dirigencia nacional, lo que sí es un hecho, es que sus adversarios (léase: Ivonne Ortega Pacheco Aracely, Alejandro Moreno Cárdenas y Ulises Ruiz Ortiz) han logrado hacer creer a la mayoría de la militancia y de los simpatizantes priistas de que es el abanderado de la línea.

No creo que a esta altura de la contienda interna vaya a sacudírselo. La creencia está bien arraigada.

Y lo que es tantito peor, la misma percepción los lleva también a pensar convencidamente que el grupo mexiquense está detrás del galeno, concretamente, Enrique Peña Nieto.

Más allá de que el grueso de los priistas no se identifica plenamente con Narro Robles, pues la base no lo ve como uno de los suyos, el que se le perciba como el candidato de la línea, hace casi imposible que supla a la sobrina del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

Es una de las causas principales, si no es que la sustancial, de que las expectativas políticas estén a favor del todavía gobernador de Campeche Alejandro Moreno Cárdenas.

La reunión el pasado fin de semana, allá en la tierra del campechano, de los diputados priistas tabasqueños con el candidato priista a relevar a Claudia Ruiz Massieu es una muestra de lo que políticamente está ocurriendo en los demás estados del país.

Si las elecciones domésticas no se salen de los cauces legales y democráticos, no habrá nada que detenga el arribo del gobernador campechano a Insurgentes norte.

Vaya! Ni una remota alianza política entre Ulises Ruiz Ortiz y Narro Robles evitaría su ascenso. Y no mencionó como aliada a la ex gobernadora yucateca Pacheco Aracely, porque por obvias y sobradas razones va a sumarse a Moreno Cárdenas.

Los gobernadores priistas subrepticiamente y algunos abiertamente están operando política y económicamente a favor de su par, si no todos, sí un buen número de ellos.

Y en el Congreso de la Unión pasa lo mismo con los senadores y diputados emanados de las filas del tricolor. Y las dirigencias estatales hacen lo mismo.

Por donde usted lo analice, no hay forma de evitar legalmente el triunfo de “Alito”, y menos cuando hasta tiene -se dice en círculos políticos nacionales- el visto bueno del paisanoAndrés Manuel López Obrador.

En este asunto, como en algunos otros, no hay hoja de vuelta: la victoria de Alejandro Moreno Cárdenas es inevitable.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Quien tiene motivos de sobra para estar feliz, y no dudo que esté, es el experimentado y eficiente legislador del PRI, Nicolás Bellizia Aboaft.

Fue una semana en términos políticos extraordinaria, ni mandada a hacer.

En la cámara de diputados brilló. Chamaqueó a sus homólogos opositores en el tema del “borrón y cuenta nueva” y Tarifa 1F.

El virtual dirigente del PRI nacional, el famoso Alito, lo sumó para que también opere su campaña en otras latitudes.

Y para cerrar con broche de oro, anteayer en Chilapa, Centla, en donde acompañó al gobernador Adán Augusto López Hernández y al titular de la secretaría de Bienestar, Sustentabilidad y Cambio Climático, Mario Rafael Llergo Latournerie, demostró a propios y extraños, no solo que continúa siendo un conocedor profundo de la problemática centleca, sino de que fue un edil competitivo y eficaz.

Literalmente, la gente lo ovacionó cuando el mandatario lo presentó.

Lujo que no cualquiera puede verse, y menos en estos tiempos, en donde la mayoría de los ex alcaldes son repudiados por el mal gobierno que hicieron.

Entonces, díganme, si no hay motivos de sobra, para estar contento.

Sin lugar a duda, fue una semana exitosa para el representante popular priista.

No sé si realmente el ex rector y exsecretario de Salud, José Ramón Narro Robles, sea el candidato de la nomenklatura del PRI, para relevar a Claudia Ruiz Massieu en la dirigencia nacional, lo que sí es un hecho, es que sus adversarios (léase: Ivonne Ortega Pacheco Aracely, Alejandro Moreno Cárdenas y Ulises Ruiz Ortiz) han logrado hacer creer a la mayoría de la militancia y de los simpatizantes priistas de que es el abanderado de la línea.

No creo que a esta altura de la contienda interna vaya a sacudírselo. La creencia está bien arraigada.

Y lo que es tantito peor, la misma percepción los lleva también a pensar convencidamente que el grupo mexiquense está detrás del galeno, concretamente, Enrique Peña Nieto.

Más allá de que el grueso de los priistas no se identifica plenamente con Narro Robles, pues la base no lo ve como uno de los suyos, el que se le perciba como el candidato de la línea, hace casi imposible que supla a la sobrina del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

Es una de las causas principales, si no es que la sustancial, de que las expectativas políticas estén a favor del todavía gobernador de Campeche Alejandro Moreno Cárdenas.

La reunión el pasado fin de semana, allá en la tierra del campechano, de los diputados priistas tabasqueños con el candidato priista a relevar a Claudia Ruiz Massieu es una muestra de lo que políticamente está ocurriendo en los demás estados del país.

Si las elecciones domésticas no se salen de los cauces legales y democráticos, no habrá nada que detenga el arribo del gobernador campechano a Insurgentes norte.

Vaya! Ni una remota alianza política entre Ulises Ruiz Ortiz y Narro Robles evitaría su ascenso. Y no mencionó como aliada a la ex gobernadora yucateca Pacheco Aracely, porque por obvias y sobradas razones va a sumarse a Moreno Cárdenas.

Los gobernadores priistas subrepticiamente y algunos abiertamente están operando política y económicamente a favor de su par, si no todos, sí un buen número de ellos.

Y en el Congreso de la Unión pasa lo mismo con los senadores y diputados emanados de las filas del tricolor. Y las dirigencias estatales hacen lo mismo.

Por donde usted lo analice, no hay forma de evitar legalmente el triunfo de “Alito”, y menos cuando hasta tiene -se dice en círculos políticos nacionales- el visto bueno del paisanoAndrés Manuel López Obrador.

En este asunto, como en algunos otros, no hay hoja de vuelta: la victoria de Alejandro Moreno Cárdenas es inevitable.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Quien tiene motivos de sobra para estar feliz, y no dudo que esté, es el experimentado y eficiente legislador del PRI, Nicolás Bellizia Aboaft.

Fue una semana en términos políticos extraordinaria, ni mandada a hacer.

En la cámara de diputados brilló. Chamaqueó a sus homólogos opositores en el tema del “borrón y cuenta nueva” y Tarifa 1F.

El virtual dirigente del PRI nacional, el famoso Alito, lo sumó para que también opere su campaña en otras latitudes.

Y para cerrar con broche de oro, anteayer en Chilapa, Centla, en donde acompañó al gobernador Adán Augusto López Hernández y al titular de la secretaría de Bienestar, Sustentabilidad y Cambio Climático, Mario Rafael Llergo Latournerie, demostró a propios y extraños, no solo que continúa siendo un conocedor profundo de la problemática centleca, sino de que fue un edil competitivo y eficaz.

Literalmente, la gente lo ovacionó cuando el mandatario lo presentó.

Lujo que no cualquiera puede verse, y menos en estos tiempos, en donde la mayoría de los ex alcaldes son repudiados por el mal gobierno que hicieron.

Entonces, díganme, si no hay motivos de sobra, para estar contento.

Sin lugar a duda, fue una semana exitosa para el representante popular priista.