/ sábado 4 de junio de 2022

Democracia virtual | Oposición a prueba

Dos cosas caracterizarán la elección de este domingo 5 de junio en los estados de Aguascalientes, Durango, Quintana Roo, Oaxaca, Hidalgo y Tamaulipas: el desmantelamiento del PRI y sus aliados y la evidencia de que los operadores de Morena son integrantes del crimen organizado.


Las encuestas que promueve el partido oficial le dan el triunfo en los seis estados en disputa al Movimiento de Regeneración Nacional; sin embargo, algunas otras circuladas por el bloque opositor auguran que la coalición podría alzarse con la victoria en Durango y Aguascalientes.


Uno de los propósitos del régimen actual de la Cuarta Transformación es desmantelar por completo al PRI, PAN y PRD. De esa manera conseguiría aniquilar a la posición gobernar en la mayoría de los 32 estados de la república mexicana y, en 2024, conquistar también una arrasadora mayoría en el Congreso del Unión para modificar las leyes que le estorben al presidente de la república.


Hasta ahora, la coalición opositora integrada por PAN, PRI y PRD logró contener la reforma eléctrica y amenaza con no dejar pasar la iniciativa electoral que envió el presidente López Obrador recientemente a la Cámara de Diputados federal, la cual busca a toda costa desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE).


Por otra parte, se ha generalizado ya la especie de que Andrés Manuel López Obrador tiene pacto con el cartel de Sinaloa. Así lo mencionó el excandidato presidencial del PRI Francisco Labastida Ochoa y el izquierdista Porfirio Muñoz Ledo, independientemente de algunos analistas críticos al sistema.


En su descargo, el jefe del Ejecutivo mexicano calificó de "muy corriente” y “muy vulgar” los dichos de que tiene alguna relación con miembros del crimen organizado y pidió que le comprueben los dichos.


Porfirio Muñoz Ledo, quien estuvo muy cerca de Andrés Manuel López Obrador desde 1988 en el Frente Democrático Nacional, aseguró que el presidente pretende heredar a un sucesor el pacto que tiene con los delincuentes.


“Él piensa que puede heredar el próximo gobierno su asociación con los delincuentes y que eso le otorga mayor poder, porque además de tener autoridad, recursos del gobierno federal, esto se suman a los de narcotráfico, entonces que no hay nada que se le pueda oponer. A esto llamamos en México el maximato”, dijo en la plenaria de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), realizada este jueves, en la que se eligió por un nuevo período al líder del PRI Alejandro Moreno Cárdenas.


Este domingo, entonces, los mexicanos podrán observar si los cárteles operan a favor del partido en el poder, como presuntamente lo hicieron durante el proceso y la jornada electoral de 2021, en el que muchos actores se quejaron de haber sido presionados por delincuentes e, incluso, “levantados” el día de los comicios. Otros fueron aseinados.


Quedó registrada, en ese entonces, la protesta de Silvano Aureoles, quien recurrió a organismos internacionales de derechos humanos para quejarse de la intervención del narco en los comicios en el estado de Michoacán. Sin embargo, ninguna de sus demandas se sabe que hayan prosperado.


También los mexicanos serán testigos de la derrota de la oposición si no ganan en ninguna de las entidades en disputa, y eso podría ser el principio del fin para los partidos que gobernaron el país durante décadas anteriores.

Dos cosas caracterizarán la elección de este domingo 5 de junio en los estados de Aguascalientes, Durango, Quintana Roo, Oaxaca, Hidalgo y Tamaulipas: el desmantelamiento del PRI y sus aliados y la evidencia de que los operadores de Morena son integrantes del crimen organizado.


Las encuestas que promueve el partido oficial le dan el triunfo en los seis estados en disputa al Movimiento de Regeneración Nacional; sin embargo, algunas otras circuladas por el bloque opositor auguran que la coalición podría alzarse con la victoria en Durango y Aguascalientes.


Uno de los propósitos del régimen actual de la Cuarta Transformación es desmantelar por completo al PRI, PAN y PRD. De esa manera conseguiría aniquilar a la posición gobernar en la mayoría de los 32 estados de la república mexicana y, en 2024, conquistar también una arrasadora mayoría en el Congreso del Unión para modificar las leyes que le estorben al presidente de la república.


Hasta ahora, la coalición opositora integrada por PAN, PRI y PRD logró contener la reforma eléctrica y amenaza con no dejar pasar la iniciativa electoral que envió el presidente López Obrador recientemente a la Cámara de Diputados federal, la cual busca a toda costa desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE).


Por otra parte, se ha generalizado ya la especie de que Andrés Manuel López Obrador tiene pacto con el cartel de Sinaloa. Así lo mencionó el excandidato presidencial del PRI Francisco Labastida Ochoa y el izquierdista Porfirio Muñoz Ledo, independientemente de algunos analistas críticos al sistema.


En su descargo, el jefe del Ejecutivo mexicano calificó de "muy corriente” y “muy vulgar” los dichos de que tiene alguna relación con miembros del crimen organizado y pidió que le comprueben los dichos.


Porfirio Muñoz Ledo, quien estuvo muy cerca de Andrés Manuel López Obrador desde 1988 en el Frente Democrático Nacional, aseguró que el presidente pretende heredar a un sucesor el pacto que tiene con los delincuentes.


“Él piensa que puede heredar el próximo gobierno su asociación con los delincuentes y que eso le otorga mayor poder, porque además de tener autoridad, recursos del gobierno federal, esto se suman a los de narcotráfico, entonces que no hay nada que se le pueda oponer. A esto llamamos en México el maximato”, dijo en la plenaria de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), realizada este jueves, en la que se eligió por un nuevo período al líder del PRI Alejandro Moreno Cárdenas.


Este domingo, entonces, los mexicanos podrán observar si los cárteles operan a favor del partido en el poder, como presuntamente lo hicieron durante el proceso y la jornada electoral de 2021, en el que muchos actores se quejaron de haber sido presionados por delincuentes e, incluso, “levantados” el día de los comicios. Otros fueron aseinados.


Quedó registrada, en ese entonces, la protesta de Silvano Aureoles, quien recurrió a organismos internacionales de derechos humanos para quejarse de la intervención del narco en los comicios en el estado de Michoacán. Sin embargo, ninguna de sus demandas se sabe que hayan prosperado.


También los mexicanos serán testigos de la derrota de la oposición si no ganan en ninguna de las entidades en disputa, y eso podría ser el principio del fin para los partidos que gobernaron el país durante décadas anteriores.