/ sábado 19 de marzo de 2022

Democracia virtual | Noveno feminicidio 

Este viernes una mujer de 87 años de edad fue detectada sin vida en el interior de su casa. De acuerdo a los primeros informes de la policía, la golpearon hasta matarla. El motivo: vivía sola y al parecer quisieron despojarla de sus pertenencias, ya entrada la noche.

Las mujeres en Tabasco viven con miedo, pues debido a la deficiente educación que los hombres reciben en sus casas, la ineptitud de las autoridades para combatir la impunidad, la negligencia en la aplicación de las leyes, pero principalmente la falta de temor de Dios en el corazón del ser humano, son factores preponderantes para agredirlas y matarlas.

Los colectivos se han cansado de pedir la Alerta de Género y no se les ha proporcionado por dos razones: la primera, porque el gobierno no quiere invertir mayores recursos financieros en centros de atención; la segunda, porque no quiere reconocer que en la entidad existe un problema grave en torno al odio hacia la mujer.

Recordemos que la misma directora del Instituto Estatal de la Mujer (IEM) declaró que Tabasco es un estado misógino. Eso, de plano, hace ver muy mal a todos sus habitantes, pues el mismo gobierno, en boca de Nelly Vargas Pérez, reconoce que es una entidad machista.

Por otra parte, Ady García López, quien es una activista fundadora del Colectivo 50+1 a nivel nacional, calificó el miércoles pasado de “monstruoso” que hasta ese día del año 2022 se tuvieran registrados ocho feminicidios en Tabasco; sin embargo, este viernes los tabasqueños se desayunaron con la noticia de que las estadísticas subieron a nueve.

De los culpables es mejor ni preguntar, porque de esa casi decena de crímenes de odio hacia las mujeres en los primeros 77 días del año, no hay ningún caso resuelto, no se ha arrestado a nadie y, al haber un alto grado de impunidad, es casi seguro que inconscientemente se promueva este flagelo.

No hay respeto para las mujeres en las calles. Cuando una mujer camina no falta el patán que le diga una serie de majaderías e, incluso, hay barbajanes que se atreven hasta a tocarlas, y las féminas solo se tienen que quedar con el coraje porque no pueden hacer nada en contra del o los agresores, ni siquiera quienes ven estas falta les dicen que se abstengan de tales actos.

Ady García dijo que Tabasco no es un estado muy grande como para que las autoridades no sepan dónde están los feminicidas, y lanzó una advertencia: “ahí tenemos que presionar mucho a la policía, a la Fiscalía, y decirles: o actúan ustedes o actuamos nosotras”.

Pero desafortunadamente las agresiones no solo se dan en la calle o cuando las mujeres están solas, existen también instituciones educativas como el Colegio de Bachilleres de Tabasco, donde los maestros acosan a las estudiantes, menores de edad, y les sugieren sexo por calificaciones.

El caso más reciente fue denunciado por la abogada Landy Carolina Luna Morales, presidenta del Colectivo 50+1, capítulo Cunduacán, pues en el plantel número seis de esa localidad, media docena de alumnas revelaron ser víctimas de molestia por parte de sus mentores.

La dirección de la escuela procedió a encubrir a los agresores y a cambiar a las víctimas de plantel. Esto quiere decir que no hay educación en la casa para inculcar el respeto a las mujeres, y menos en las escuelas. Así es que tanto familia como sociedad y gobierno, tienen que poner de su parte para evitar que más adelante haya una confrontación que pueda llegar a resolverse con más violencia.

Este viernes una mujer de 87 años de edad fue detectada sin vida en el interior de su casa. De acuerdo a los primeros informes de la policía, la golpearon hasta matarla. El motivo: vivía sola y al parecer quisieron despojarla de sus pertenencias, ya entrada la noche.

Las mujeres en Tabasco viven con miedo, pues debido a la deficiente educación que los hombres reciben en sus casas, la ineptitud de las autoridades para combatir la impunidad, la negligencia en la aplicación de las leyes, pero principalmente la falta de temor de Dios en el corazón del ser humano, son factores preponderantes para agredirlas y matarlas.

Los colectivos se han cansado de pedir la Alerta de Género y no se les ha proporcionado por dos razones: la primera, porque el gobierno no quiere invertir mayores recursos financieros en centros de atención; la segunda, porque no quiere reconocer que en la entidad existe un problema grave en torno al odio hacia la mujer.

Recordemos que la misma directora del Instituto Estatal de la Mujer (IEM) declaró que Tabasco es un estado misógino. Eso, de plano, hace ver muy mal a todos sus habitantes, pues el mismo gobierno, en boca de Nelly Vargas Pérez, reconoce que es una entidad machista.

Por otra parte, Ady García López, quien es una activista fundadora del Colectivo 50+1 a nivel nacional, calificó el miércoles pasado de “monstruoso” que hasta ese día del año 2022 se tuvieran registrados ocho feminicidios en Tabasco; sin embargo, este viernes los tabasqueños se desayunaron con la noticia de que las estadísticas subieron a nueve.

De los culpables es mejor ni preguntar, porque de esa casi decena de crímenes de odio hacia las mujeres en los primeros 77 días del año, no hay ningún caso resuelto, no se ha arrestado a nadie y, al haber un alto grado de impunidad, es casi seguro que inconscientemente se promueva este flagelo.

No hay respeto para las mujeres en las calles. Cuando una mujer camina no falta el patán que le diga una serie de majaderías e, incluso, hay barbajanes que se atreven hasta a tocarlas, y las féminas solo se tienen que quedar con el coraje porque no pueden hacer nada en contra del o los agresores, ni siquiera quienes ven estas falta les dicen que se abstengan de tales actos.

Ady García dijo que Tabasco no es un estado muy grande como para que las autoridades no sepan dónde están los feminicidas, y lanzó una advertencia: “ahí tenemos que presionar mucho a la policía, a la Fiscalía, y decirles: o actúan ustedes o actuamos nosotras”.

Pero desafortunadamente las agresiones no solo se dan en la calle o cuando las mujeres están solas, existen también instituciones educativas como el Colegio de Bachilleres de Tabasco, donde los maestros acosan a las estudiantes, menores de edad, y les sugieren sexo por calificaciones.

El caso más reciente fue denunciado por la abogada Landy Carolina Luna Morales, presidenta del Colectivo 50+1, capítulo Cunduacán, pues en el plantel número seis de esa localidad, media docena de alumnas revelaron ser víctimas de molestia por parte de sus mentores.

La dirección de la escuela procedió a encubrir a los agresores y a cambiar a las víctimas de plantel. Esto quiere decir que no hay educación en la casa para inculcar el respeto a las mujeres, y menos en las escuelas. Así es que tanto familia como sociedad y gobierno, tienen que poner de su parte para evitar que más adelante haya una confrontación que pueda llegar a resolverse con más violencia.