/ sábado 23 de octubre de 2021

Democracia virtual | Los demonios del PRI

¿De dónde saca Fabián Granier que Katia Ornelas Gil es un activo muy fuerte dentro del priismo tabasqueño? La secretaria general del PRI ha tenido el membrete de algunos cargos partidistas y fue funcionaria del ayuntamiento de Centro en el gobierno de Florizel Medina Perezineto, hace 17 años; ha sido diputada local dos veces por el sistema de representación proporcional (plurinominal) y nunca ha ganado una elección por mayoría. Si preguntan en las comunidades por ella es seguro que nadie la conoce, a pesar de haber hecho campaña, este 2021, junto a Andrés Granier Melo (El químico).

Desafortunadamente en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) entre ellos mismos se dan cuerda. Se empeñan en reconocer liderazgos que no tienen, viven solo de fantasías, y, por esa razón, esta (des) organización no solo sigue en caída libre sino que está en peligro de extinción. Nada más pregúntense mis fieles y leales cinco lectores ¿ven a alguien como candidato fuerte a gobernador para las elecciones de 2024 en ese instituto político?

Veamos los fríos números: en 2012 su candidato Jesús Alí de la Torre perdió la gubernatura frente a Arturo Núñez Jiménez, el peor gobernador de Tabasco; sin embargo, tan solo en esa elección logró juntar 466 mil 500 sufragios a favor. En 2015 sostuvo unos 250 mil votos y cuatro posiciones de mayoría en el Congreso del Estado (cuatro “pluris” también); en 2018, con Georgina Trujillo Zentella, candidata al gobierno del estado, obtuvo 138 mil papeletas y, en la intermedia del 6 de junio de 2021, alcanzó en promedio unos 85 mil sufragios.

Esto nos lleva a creer que en el PRI ya no hay activos fuertes, importantes, como dice Fabián Granier; al contrario, todos están caducados, son cartuchos quemados que al ver la realidad del tricolor y la falta de liderazgo en Dagoberto Lara Sedas, mejor deciden agarrar sus cosas y emigrar al PVEM, al PRD o a Morena, o a donde consideran que pueden tener futuro político.

Qué tristeza debe causar a la militancia priista tabasqueña ver que haya diferencias entre el presidente y la secretaria general del CDE del PRI, Dagoberto Lara Sedas y Katia Ornelas Gil, así como que Fabián Granier, tenga que exigir a su compañera de bancada que defina “qué quiere y dónde quiere estar”. O sea, prácticamente le dijo que si no se siente a gusto en el tricolor, pues que ya oficialice su afiliación a Morena.

Esa es la realidad en el PRI de Tabasco; a simple vista se nota un partido totalmente desmejorado y sin cabeza, con algunos grupos sobrevivientes que en vez de atenderlo y medicarlo para que se recupere, procuran su muerte y sepultura para ver si logran heredar algo de su antigua riqueza.

La caída de ese nonagenario partido en la entidad contrasta con el esfuerzo que realiza Alejandro Moreno Cárdenas, pues, desde el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del y tricolor y la bancada en la Cámara de Diputados federal, Alito busca acuerdos y consensos con empresarios, técnicos, intelectuales, obreros, sector productivo en general, y procura sostener una alianza opositora con posibilidades de ganar en el 2024. Pareciera que los priistas tabasqueños, sobre todo quienes ocupan cargos partidistas y aquellos que han conquistado puestos de elección popular, le juegan las contras al campechano.

Sassón

El corte de energía eléctrica en el ayuntamiento de Centro es solo una de las consecuencias que tiene que pagar Yolanda Osuna Huerta a causa del mal gobierno de Evaristo Hernández Cruz ¿Así se pasará los tres años de su administración? ¿Pagará secuelas de cosas mayores? La nueva alcaldesa de Centro debe deslindarse lo más pronto posible de su antecesor o, de lo contrario, su imagen y buena fama terminará perdida en unos meses más.

¿De dónde saca Fabián Granier que Katia Ornelas Gil es un activo muy fuerte dentro del priismo tabasqueño? La secretaria general del PRI ha tenido el membrete de algunos cargos partidistas y fue funcionaria del ayuntamiento de Centro en el gobierno de Florizel Medina Perezineto, hace 17 años; ha sido diputada local dos veces por el sistema de representación proporcional (plurinominal) y nunca ha ganado una elección por mayoría. Si preguntan en las comunidades por ella es seguro que nadie la conoce, a pesar de haber hecho campaña, este 2021, junto a Andrés Granier Melo (El químico).

Desafortunadamente en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) entre ellos mismos se dan cuerda. Se empeñan en reconocer liderazgos que no tienen, viven solo de fantasías, y, por esa razón, esta (des) organización no solo sigue en caída libre sino que está en peligro de extinción. Nada más pregúntense mis fieles y leales cinco lectores ¿ven a alguien como candidato fuerte a gobernador para las elecciones de 2024 en ese instituto político?

Veamos los fríos números: en 2012 su candidato Jesús Alí de la Torre perdió la gubernatura frente a Arturo Núñez Jiménez, el peor gobernador de Tabasco; sin embargo, tan solo en esa elección logró juntar 466 mil 500 sufragios a favor. En 2015 sostuvo unos 250 mil votos y cuatro posiciones de mayoría en el Congreso del Estado (cuatro “pluris” también); en 2018, con Georgina Trujillo Zentella, candidata al gobierno del estado, obtuvo 138 mil papeletas y, en la intermedia del 6 de junio de 2021, alcanzó en promedio unos 85 mil sufragios.

Esto nos lleva a creer que en el PRI ya no hay activos fuertes, importantes, como dice Fabián Granier; al contrario, todos están caducados, son cartuchos quemados que al ver la realidad del tricolor y la falta de liderazgo en Dagoberto Lara Sedas, mejor deciden agarrar sus cosas y emigrar al PVEM, al PRD o a Morena, o a donde consideran que pueden tener futuro político.

Qué tristeza debe causar a la militancia priista tabasqueña ver que haya diferencias entre el presidente y la secretaria general del CDE del PRI, Dagoberto Lara Sedas y Katia Ornelas Gil, así como que Fabián Granier, tenga que exigir a su compañera de bancada que defina “qué quiere y dónde quiere estar”. O sea, prácticamente le dijo que si no se siente a gusto en el tricolor, pues que ya oficialice su afiliación a Morena.

Esa es la realidad en el PRI de Tabasco; a simple vista se nota un partido totalmente desmejorado y sin cabeza, con algunos grupos sobrevivientes que en vez de atenderlo y medicarlo para que se recupere, procuran su muerte y sepultura para ver si logran heredar algo de su antigua riqueza.

La caída de ese nonagenario partido en la entidad contrasta con el esfuerzo que realiza Alejandro Moreno Cárdenas, pues, desde el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del y tricolor y la bancada en la Cámara de Diputados federal, Alito busca acuerdos y consensos con empresarios, técnicos, intelectuales, obreros, sector productivo en general, y procura sostener una alianza opositora con posibilidades de ganar en el 2024. Pareciera que los priistas tabasqueños, sobre todo quienes ocupan cargos partidistas y aquellos que han conquistado puestos de elección popular, le juegan las contras al campechano.

Sassón

El corte de energía eléctrica en el ayuntamiento de Centro es solo una de las consecuencias que tiene que pagar Yolanda Osuna Huerta a causa del mal gobierno de Evaristo Hernández Cruz ¿Así se pasará los tres años de su administración? ¿Pagará secuelas de cosas mayores? La nueva alcaldesa de Centro debe deslindarse lo más pronto posible de su antecesor o, de lo contrario, su imagen y buena fama terminará perdida en unos meses más.