/ sábado 5 de marzo de 2022

Democracia virtual | Estado sin gobierno

La crisis en Tabasco es verdaderamente preocupante. Los gobiernos municipales son pésimos y las quejas constantes así lo confirman, la inseguridad en todo el territorio no tiene límites, la economía es cada vez más débil, la atención a la salud es cotidianamente deplorable, el gobierno estatal no tiene obras y las pocas en proceso están atrasadas y se le caen, el (des) gobernador Carlos Manuel Merino permanece ausente y, por si fuera poco, la entidad ocupa el primer lugar en corrupción, en desempleo y en feminicidios.


En la campaña de 2018 los candidatos de Morena, la nueva opción, la esperanza de México, el partido que vendría a salvar al país en lo general y a Tabasco en lo particular, escupían una lluvia de promesas, de las cuales ninguna se ha cumplido a tres años de haber asumido el gobierno, empezando con la distribución equitativa de la riqueza que ahora se concentra en la familia gobernante y sus aliados. Es decir, volveremos a ver una nueva camada de ricos al terminar el sexenio de la Cuarta Transformación.


Los gobernantes emanados del partido vinotinto se han dedicado a adoctrinar a la gente, a manipular al pueblo, pero no a resolver los problemas de fondo que diariamente viven todos los habitantes de la república mexicana.


Con encuestas cuchareadas los hombres y mujeres que ostentan el poder salen a decir que tienen una gran aceptación del pueblo, aunque el país se les esté deshaciendo en las manos y la gran mayoría ya no soporte la carestía de las cosas y la escasez de bienestar.


A esta estrategia se le podría llamar, psicológicamente, "Gaslighting" que traducido al español es “iluminación de gas”. ¿Qué significa esto? Es un patrón de abuso emocional en el que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria, y, si somos tantito observadores, nos daremos cuenta que esto es lo que pasa todos los días en México.


Desde las prédicas mañaneras se manipula totalmente a la gente, hasta en el sentido de hacerle creer a los pobres que no deben aspirar a salir de su condición, conformarse con las migajas que les da el gobierno, tener un par de zapatos si bien les va, y comer frijoles y arroz diariamente. Y lo peor de todo es que muchos le aplauden el discurso al dictador que se apoderó del palacio nacional.


Pero volvamos al tema de Tabasco. En el estado natal del presidente Andrés Manuel López Obrador aparecen subejercicios recurridamente y el gobierno quiere hacer creer a los pobladores que son ahorros; pero no se entiende, por otra parte, ¿por qué han pedido 15 préstamos que suman más de 3 mil millones de pesos en lo que va de esta administración? Como que la realidad no concuerda.


Apenas esta semana nos enteramos que Tabasco volvió en el mes de enero a ocupar el primer lugar en desempleo, y, como por consigna, hasta el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Edgar Garduño Paz, descalificó las cifras del INEGI. Todos quieren tapar el sol con un dedo, pero es imposible. La realidad supera la ficción que existe solo en la mente de los negligentes gobernantes.


En materia de feminicidios las mujeres se han cansado de pedir la Alerta de Género y el gobernador ha soslayado su responsabilidad en ese sentido. Digamos que en Tabasco las mujeres están indefensas y solo el pueblo puede salvar al pueblo. Necesitan organizarse, planear una estrategia y luchar pacíficamente, sin violencia, porque las respeten.


En obras, tenemos los distribuidores viales de avenida Universidad y de la glorieta de Seguridad Pública que ya se volvieron eternos. De hecho, la ciudad de Villahermosa es un caos porque no hay planeación vial para aliviar el congestionamiento por esas atrasadísimas edificaciones. Es tan grave este asunto que hasta los pochimovileros protestaron este jueves en Gaviotas Norte, porque no pueden circular debido a la destrucción masiva de calles por parte de Sedatu.

La crisis en Tabasco es verdaderamente preocupante. Los gobiernos municipales son pésimos y las quejas constantes así lo confirman, la inseguridad en todo el territorio no tiene límites, la economía es cada vez más débil, la atención a la salud es cotidianamente deplorable, el gobierno estatal no tiene obras y las pocas en proceso están atrasadas y se le caen, el (des) gobernador Carlos Manuel Merino permanece ausente y, por si fuera poco, la entidad ocupa el primer lugar en corrupción, en desempleo y en feminicidios.


En la campaña de 2018 los candidatos de Morena, la nueva opción, la esperanza de México, el partido que vendría a salvar al país en lo general y a Tabasco en lo particular, escupían una lluvia de promesas, de las cuales ninguna se ha cumplido a tres años de haber asumido el gobierno, empezando con la distribución equitativa de la riqueza que ahora se concentra en la familia gobernante y sus aliados. Es decir, volveremos a ver una nueva camada de ricos al terminar el sexenio de la Cuarta Transformación.


Los gobernantes emanados del partido vinotinto se han dedicado a adoctrinar a la gente, a manipular al pueblo, pero no a resolver los problemas de fondo que diariamente viven todos los habitantes de la república mexicana.


Con encuestas cuchareadas los hombres y mujeres que ostentan el poder salen a decir que tienen una gran aceptación del pueblo, aunque el país se les esté deshaciendo en las manos y la gran mayoría ya no soporte la carestía de las cosas y la escasez de bienestar.


A esta estrategia se le podría llamar, psicológicamente, "Gaslighting" que traducido al español es “iluminación de gas”. ¿Qué significa esto? Es un patrón de abuso emocional en el que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria, y, si somos tantito observadores, nos daremos cuenta que esto es lo que pasa todos los días en México.


Desde las prédicas mañaneras se manipula totalmente a la gente, hasta en el sentido de hacerle creer a los pobres que no deben aspirar a salir de su condición, conformarse con las migajas que les da el gobierno, tener un par de zapatos si bien les va, y comer frijoles y arroz diariamente. Y lo peor de todo es que muchos le aplauden el discurso al dictador que se apoderó del palacio nacional.


Pero volvamos al tema de Tabasco. En el estado natal del presidente Andrés Manuel López Obrador aparecen subejercicios recurridamente y el gobierno quiere hacer creer a los pobladores que son ahorros; pero no se entiende, por otra parte, ¿por qué han pedido 15 préstamos que suman más de 3 mil millones de pesos en lo que va de esta administración? Como que la realidad no concuerda.


Apenas esta semana nos enteramos que Tabasco volvió en el mes de enero a ocupar el primer lugar en desempleo, y, como por consigna, hasta el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Edgar Garduño Paz, descalificó las cifras del INEGI. Todos quieren tapar el sol con un dedo, pero es imposible. La realidad supera la ficción que existe solo en la mente de los negligentes gobernantes.


En materia de feminicidios las mujeres se han cansado de pedir la Alerta de Género y el gobernador ha soslayado su responsabilidad en ese sentido. Digamos que en Tabasco las mujeres están indefensas y solo el pueblo puede salvar al pueblo. Necesitan organizarse, planear una estrategia y luchar pacíficamente, sin violencia, porque las respeten.


En obras, tenemos los distribuidores viales de avenida Universidad y de la glorieta de Seguridad Pública que ya se volvieron eternos. De hecho, la ciudad de Villahermosa es un caos porque no hay planeación vial para aliviar el congestionamiento por esas atrasadísimas edificaciones. Es tan grave este asunto que hasta los pochimovileros protestaron este jueves en Gaviotas Norte, porque no pueden circular debido a la destrucción masiva de calles por parte de Sedatu.