/ sábado 19 de diciembre de 2020

Democracia virtual | El calvario y la limosna

Juan Carlos vive en Gaviotas Sur sector Valle Verde, su casa se inundó tres veces: dos en octubre por encharcamientos al no funcionar el cárcamo y una por el desborde del río Grijalva en noviembre.

El miércoles 16 de diciembre la Secretaría de Bienestar publicó en la lista la letra de su apellido y se alistó para ser de los primeros en llegar al Parque Tabasco.

Se despertó a las 3:00 AM y llegó a la sede a las cuatro de la madrugada. Sin ' censado por los "siervos de la nación", el nombre de Juan Carlos Hernandez no apareció en la pila de documentos que estaba en la mesa. Lo buscaron en el sistema y le dijeron: "le toca ir a cobrar el próximo viernes 18 a la Universidad Tecnológica".

Cansado, desmañanado, adolorido de los pies por permanecer parado 16 horas salió totalmente molestó y frustrado. Juan Carlos había sido una víctima más de la desorganización, desorden e irresponsabilidad de quienes gobiernan y operan ese programa de apoyo.

En su tiempo de espera hizo plática con sus vecinos de fila y por lo menos cinco personas le comentaron que estaban extremadamente cansados porque en días anteriores habían asistido a la Universidad Tecnológica y, desafortunadamente, les había pasado lo mismo que a él; es decir, "de allá los mandaron para acá y de acá los enviaron para allá".

En este programa el desorden es perfectamente bien organizado, y a López Obrador, de quienes miles de tabasqueños se sentían orgullosos porque había llegado a la presidencia de México, no le interesa que sus paisanos hayan perdido todo en sus casas por la decisión que tomó de inundarlos por un error de cálculo de Manuel Bartlett, director de la CFE, en el sistema de presas hidroeléctricas del Alto Grijalva.

A Javier May tampoco le preocupa, al igual que al presidente, que sus paisanos en desgracia sean expuestos tantas horas a las inclemencias del tiempo, y, en época de pandemia, a un potencial contagio de coronavirus Covid-19 que pondría en riesgo sus vidas y la de su familia.

Como la historia de Juan Carlos se escriben miles al día en Tabasco desde el domingo que inició la entrega de apoyos a damnificados por inundación, y, para colmo de males, quienes hablan al número de teléfono 800 639 4264 terminan más confundidos, porque allá les dan una informacion y en los centros de pago les tienen otros datos.

Juan Carlos vive en Gaviotas Sur sector Valle Verde, su casa se inundó tres veces: dos en octubre por encharcamientos al no funcionar el cárcamo y una por el desborde del río Grijalva en noviembre.

El miércoles 16 de diciembre la Secretaría de Bienestar publicó en la lista la letra de su apellido y se alistó para ser de los primeros en llegar al Parque Tabasco.

Se despertó a las 3:00 AM y llegó a la sede a las cuatro de la madrugada. Sin ' censado por los "siervos de la nación", el nombre de Juan Carlos Hernandez no apareció en la pila de documentos que estaba en la mesa. Lo buscaron en el sistema y le dijeron: "le toca ir a cobrar el próximo viernes 18 a la Universidad Tecnológica".

Cansado, desmañanado, adolorido de los pies por permanecer parado 16 horas salió totalmente molestó y frustrado. Juan Carlos había sido una víctima más de la desorganización, desorden e irresponsabilidad de quienes gobiernan y operan ese programa de apoyo.

En su tiempo de espera hizo plática con sus vecinos de fila y por lo menos cinco personas le comentaron que estaban extremadamente cansados porque en días anteriores habían asistido a la Universidad Tecnológica y, desafortunadamente, les había pasado lo mismo que a él; es decir, "de allá los mandaron para acá y de acá los enviaron para allá".

En este programa el desorden es perfectamente bien organizado, y a López Obrador, de quienes miles de tabasqueños se sentían orgullosos porque había llegado a la presidencia de México, no le interesa que sus paisanos hayan perdido todo en sus casas por la decisión que tomó de inundarlos por un error de cálculo de Manuel Bartlett, director de la CFE, en el sistema de presas hidroeléctricas del Alto Grijalva.

A Javier May tampoco le preocupa, al igual que al presidente, que sus paisanos en desgracia sean expuestos tantas horas a las inclemencias del tiempo, y, en época de pandemia, a un potencial contagio de coronavirus Covid-19 que pondría en riesgo sus vidas y la de su familia.

Como la historia de Juan Carlos se escriben miles al día en Tabasco desde el domingo que inició la entrega de apoyos a damnificados por inundación, y, para colmo de males, quienes hablan al número de teléfono 800 639 4264 terminan más confundidos, porque allá les dan una informacion y en los centros de pago les tienen otros datos.