/ sábado 5 de diciembre de 2020

Democracia Virtual | Censo del malestar

Es increíble cómo la corrupción está al nivel más bajo, a nivel de tierra, con los de a pie, que en este censo y entrega de despensas muchos integrantes del pueblo demostraron que son capaces de “agandallarse” la ayuda sin importarles la necesidad de otros.

También delegados, diputados y alcaldes han sido capaces de corromper el apoyo y desviarlo hacia quienes ni siquiera se inundaron y, dejar fuera, como siempre, a los que verdaderamente lo merecían.

Por razones obvias me reservo el nombre de una familia que vive en la ranchería Río Tinto primera sección, Centro, carretera Villahermosa-Reforma, de la cual el jefe es "amlover" de hueso colorado, es capaz de golpear a alguien que hable mal de su presidente López Obrador o Morena. ¿Y qué creen ustedes mis fieles cinco lectores? Lo dejaron fuera del censo, junto con 87 familias (viviendas) más, y habita precisamente a la orilla del río.

En las redes sociales han circulado quejas al por mayor. Además, se ha evidenciado que algunos alcaldes como Mauro Winzig Negrín, de Macuspana, tierra del presidente López Obrador, almacenaron la ayuda humanitaria que fue donada por empresarios, organizaciones civiles, nacionales e internacionales, para proporcionárselas a quienes tienen aspiraciones políticas para el 2021

¡Que barbaridad! Ni siquiera fueron ellos quienes compraron las despensas y se apropian de ellas para usarlas con fines políticos. ¿Cómo se le puede llamar a ese tipo de rapiña?

Los delegados, de acuerdo a publicaciones del pueblo sabio, han torcido el curso de la ayuda prometida por el presidente de México, para beneficiar a familiares y amigos o simpatizantes de las organizaciones políticas a las que pertenecen, y han perjudicado a muchos.

Es más se han dedicado a expedir constancias a personas donde supuestamente habitan dos familias para que les den ayuda doble, cuando Javier May declaró desde un principio que solo un vale por vivienda, no por familia.

En Río Tinto dejaron a 68 familias sin ayuda. En el fraccionamiento las Margaritas y Floresta, no censaron a nadie, a pesar de que esas comunidades salieron anunciadas en la lista que la Secretaría de Bienestar emite diariamente, que iban a ser censadas el pasado 28 de noviembre, y lo peor de todo es que no las dan ninguna explicación. A eso sumémosle que dejaron pendientes parte de La Lima, Las mercedes, La Venta y sector La Escoba.

Javier May Rodríguez, titular de esa dependencia presume la foto, videos, declaraciones en los medios de comunicación, tradicionales y en las redes sociales, donde se para el cuello al decir que cumple a cabalidad la instrucción del presidente López Obrador y reconoce la labor de los siervos de la nación.

Ni quien dude que el trabajo de las personas que van casa por casa es digna de reconocimiento. Esa gente se parte el alma para hacer su trabajo entre el agua, bajo el sol, en la condición que sea, pero los delegados y uno que otro lidercillo mañosón, se encargan de enturbiar la pulcritud de su labor.

Si el presidente dijo que no habría intermediarios, y Javier May y el gobernador de Tabasco Adán Augusto López Hernández confirmaron tal cosa, ¿qué hacen esas personas metiéndole la mano a una estrategia que en verdad es de lo más eficiente para censar a quienes se inundaron? ¿Quiénes son los culpables de que luego el pueblo se manifieste con plantones y bloqueos, dañe a terceros y el gobierno tenga que reprimirlos con la fuerza pública?

Por eso hasta los amlovers están desanimados ya de Morena, de Andrés Manuel, y empiezan a reconsiderar la decisión que tomaron en 2018. Ya empiezan a reconocer que los malos no son los partidos, sino los corruptos de siempre que se han cambiado del PRI al PAN, al PVEM, al PRD, a Movimiento Ciudadano y últimamente a Morena, pero que nunca dejarán el mal hábito de la cleptomanía, mitomanía y manipulación.

Sassón

Si Morena tiene dos dirigentes estatales en Tabasco, me imagino que en cada municipio va a competir con dos candidatos a las alcaldías, diputaciones locales y diputaciones federales.

Es increíble cómo la corrupción está al nivel más bajo, a nivel de tierra, con los de a pie, que en este censo y entrega de despensas muchos integrantes del pueblo demostraron que son capaces de “agandallarse” la ayuda sin importarles la necesidad de otros.

También delegados, diputados y alcaldes han sido capaces de corromper el apoyo y desviarlo hacia quienes ni siquiera se inundaron y, dejar fuera, como siempre, a los que verdaderamente lo merecían.

Por razones obvias me reservo el nombre de una familia que vive en la ranchería Río Tinto primera sección, Centro, carretera Villahermosa-Reforma, de la cual el jefe es "amlover" de hueso colorado, es capaz de golpear a alguien que hable mal de su presidente López Obrador o Morena. ¿Y qué creen ustedes mis fieles cinco lectores? Lo dejaron fuera del censo, junto con 87 familias (viviendas) más, y habita precisamente a la orilla del río.

En las redes sociales han circulado quejas al por mayor. Además, se ha evidenciado que algunos alcaldes como Mauro Winzig Negrín, de Macuspana, tierra del presidente López Obrador, almacenaron la ayuda humanitaria que fue donada por empresarios, organizaciones civiles, nacionales e internacionales, para proporcionárselas a quienes tienen aspiraciones políticas para el 2021

¡Que barbaridad! Ni siquiera fueron ellos quienes compraron las despensas y se apropian de ellas para usarlas con fines políticos. ¿Cómo se le puede llamar a ese tipo de rapiña?

Los delegados, de acuerdo a publicaciones del pueblo sabio, han torcido el curso de la ayuda prometida por el presidente de México, para beneficiar a familiares y amigos o simpatizantes de las organizaciones políticas a las que pertenecen, y han perjudicado a muchos.

Es más se han dedicado a expedir constancias a personas donde supuestamente habitan dos familias para que les den ayuda doble, cuando Javier May declaró desde un principio que solo un vale por vivienda, no por familia.

En Río Tinto dejaron a 68 familias sin ayuda. En el fraccionamiento las Margaritas y Floresta, no censaron a nadie, a pesar de que esas comunidades salieron anunciadas en la lista que la Secretaría de Bienestar emite diariamente, que iban a ser censadas el pasado 28 de noviembre, y lo peor de todo es que no las dan ninguna explicación. A eso sumémosle que dejaron pendientes parte de La Lima, Las mercedes, La Venta y sector La Escoba.

Javier May Rodríguez, titular de esa dependencia presume la foto, videos, declaraciones en los medios de comunicación, tradicionales y en las redes sociales, donde se para el cuello al decir que cumple a cabalidad la instrucción del presidente López Obrador y reconoce la labor de los siervos de la nación.

Ni quien dude que el trabajo de las personas que van casa por casa es digna de reconocimiento. Esa gente se parte el alma para hacer su trabajo entre el agua, bajo el sol, en la condición que sea, pero los delegados y uno que otro lidercillo mañosón, se encargan de enturbiar la pulcritud de su labor.

Si el presidente dijo que no habría intermediarios, y Javier May y el gobernador de Tabasco Adán Augusto López Hernández confirmaron tal cosa, ¿qué hacen esas personas metiéndole la mano a una estrategia que en verdad es de lo más eficiente para censar a quienes se inundaron? ¿Quiénes son los culpables de que luego el pueblo se manifieste con plantones y bloqueos, dañe a terceros y el gobierno tenga que reprimirlos con la fuerza pública?

Por eso hasta los amlovers están desanimados ya de Morena, de Andrés Manuel, y empiezan a reconsiderar la decisión que tomaron en 2018. Ya empiezan a reconocer que los malos no son los partidos, sino los corruptos de siempre que se han cambiado del PRI al PAN, al PVEM, al PRD, a Movimiento Ciudadano y últimamente a Morena, pero que nunca dejarán el mal hábito de la cleptomanía, mitomanía y manipulación.

Sassón

Si Morena tiene dos dirigentes estatales en Tabasco, me imagino que en cada municipio va a competir con dos candidatos a las alcaldías, diputaciones locales y diputaciones federales.