Ni parece que Tabasco esté en color rojo en el semáforo epidemiológico y que dentro de una semana deba pasar a naranja: si no fuera porque las grandes tiendas departamentales se mantienen cerradas, la actividad productiva estaría casi en todo su esplendor, pese a que se ha anunciado que se podría presentar un rebrote de coronavirus exactamente dentro de un mes.
La buena noticia sigue siendo que los contagios diarios por Covid-19 se mantienen por debajo de los 200, cuando hubo días en que arañaron los 500.
También el número de pacientes hospitalizados va a la baja, pues hasta el domingo se registraron 256; en su peor momento llegaron a 700.
El problema es que las autoridades sanitarias del país continúan dando palos de ciego: el fin de semana pasado, el subsecretario de Salud federal, Hugo López-Gatell, anunció que Tabasco entraba al “semáforo amarillo”.
Estar en “amarillo” es la antesala al “verde”, color que tendrá el país cuando ya todo esté bajo control.
El gobernador Adán Augusto López Hernández trató de corregir al zar anticovid: el Edén pasará de rojo a anaranjado, no a amarillo, hasta dentro de15 días, lo que se cumple el 7 de septiembre, el próximo lunes.
¿Qué hubiera pasado si el tabasqueño se rigiera por las políticas sanitarias del gobierno de Andrés Manuel López Obrador: Desde ayer Tabasco tendría abierta sus actividades económicas, deportivas y hasta religiosas, lo que conllevaría un alto riesgo por no guardarse la distancia.
El anuncio de López-Gatell ha provocado que muchos crean que ya estamos a un paso de exterminar al virus que llegó de China, cuando la realidad es que se trata de una enfermad que va a continuar viva.
La mejor prueba se da en Francia, España e Italia, países europeos en los que han resurgido los casos, pese a que ya se había decrecido la incidencia a cero.
Ayer, en una entrevista de radio, la secretaria de Salud, Silvia Roldán Fernández, señaló que la entidad podría pasar a amarillo a mediados de septiembre, pero –ojo– ‘solo sí la población ayuda con las medidas de contención para que no haya más brotes’.
La funcionaria fue más allá e informó que de las mil 54 camas de hospital para pacientes Covid, 500 serás “desconvertidas” el 14 de septiembre, y que a partir de octubre los hospitales Dr. Juan Graham Casasús y Dr. Gustavo A. Rovirosa podrán recibir pacientes con otros padecimientos urgentes operando al 100 por ciento de capacidad.
Roldán Fernández sostuvo que en octubre Tabasco pudiera enfrentar un rebrote si la ciudadanía no toma las medidas necesarias, y no descartó que puedan darse “mil muertes más” (hasta el domingo había dos mil 560 fallecidos).
Peor aún: la secretaria aseveró que en Tabasco hay “casos sospechosos” de reinfección por SARS-CoV-2, los cuales aún están en estudio.
La responsable contra el Covid no se cerró a la posibilidad de que en el estado haya “inmunidad de rebaño”, ya que –expuso– las estimaciones sugieren que ha habido poco más de 800 mil contagios.
Esa cifra surge de la estadística de que cada positivo se debe multiplicar por 30.
En octubre, expuso, empezará la campaña de vacunación contra la influenza, la cual tiene síntomas muy parecidos a los del coronavirus, padecimientos a los que habría que agregarle el dengue por la temporada de lluvias.
PARA SU INFORMACIÓN…
REAPARECIÓ LA SECRETARIA de Salud, pero solo para ofrecer una entrevista exclusiva con un medio electrónico. La conferencia virtual con la prensa local sigue pendiente.
