/ jueves 12 de diciembre de 2019

De Primera Mano |  Seguridad Pública: reemplazo sorpresivo

El relevo de Ángel Mario Martínez Balcázar en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana fue inesperado. A menos que el ahora exfuncionario haya dimitido por razones de índole estrictamente personal, no se entiende ese movimiento.

Y es que Balcázar Martínez pertenece al equipo que acompañó a principios de los noventa al mandatario interino Manuel Gurría Ordóñez y que ahora vuelve a gobernar Tabasco.

Aunque en su lugar llega Hernán Bermúdez Requena, otro miembro conspicuo de esa fraternidad en la que se fogueó el actual jefe del Ejecutivo, Adán Augusto López Hernández, no son claras las razones del cambio.

Oficialmente sólo se sabe que Ángel Mario presentó su dimisión. De ser cierto, debe existir alguna causa grave que lo haya orillado a ello, pues, de acuerdo con las reglas no escritas de la política a la mexicana, "nadie le puede renunciar a un presidente o a un gobernador".

En la lógica del análisis sería simple decir que Balcázar se va porque tampoco pudo con el paquete, pero ello sería cargarle la mano porque cuando llegó, la pesadilla ya estaba ahí.

¿Quién es Hernán?

Del nuevo jefe policíaco puede decirse, hasta eso con generosidad, que su paso por la administración ha sido polémico, aunque a su favor coexiste la versión de que conoce el ambiente policiaco de principio a fin y que tiene la resonancia magnética de ese monstruo de mil cabezas que en los últimos años ha acabado con la tranquilidad de los tabasqueños.

Cuando llegó Ángel Mario a la SSyPC se creyó que enderezaría el rumbo, ya que había sido procurador de Justicia en la administración de Manuel Andrade Diaz, cuyo eslogan de gobierno fue que Tabasco era "el mejor lugar para vivir".

El tema de la inseguridad es más complejo de lo que parece: lo que acontece en la tierra del presidente Andrés Manuel López Obrador es producto de la errática estrategia federal contra los criminales.

Ahora mismo hay datos duros que muestran que la Fiscalía General del estado, a cargo de Jaime Lastra Bastar, ha logrado reducir la incidencia de algunos delitos, pero el régimen tabasqueño no ha sabido comunicárselo a la sociedad.

Bermúdez Requena era el responsable de la Policía de investigación de la Fiscalía, lo que indica que estaba dando resultados; y ha ocupado diversos cargos en el mismo ámbito, como las direcciones de Prevención del Delito y del Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (CRESET).

Durante la toma de protesta del nuevo funcionario, el gobernador agradeció el desempeño de Balcázar Martínez por su firme propósito de garantizar la paz y tranquilidad de las familias tabasqueñas.

Asimismo, llamó al flamante jefe policíaco a mantener la política de seguridad y darle continuidad a las acciones estratégicas que en la materia impulsa el Gobierno estatal.

El arribo de Hernán Bermúdez robustece la presencia del grupo de los actuales notarios que tuvo su auge en el trienio de Manuel Gurría, toda vez que desde entonces fue subalterno del ahora fiscal.

A favor de esto quizá haya que confiar en que la Secretaría de Seguridad Pública y la institución asentada en la avenida Usumacinta van a actuar hombro a hombro, aunque también Balcázar Martínez formaba parte de los colaboradores de Gurría, si bien la coordinación en temas de seguridad debe darse entre las instancias federales y locales.

Falta ver qué opinión tiene de estos movimientos el general Audomaro Martínez, director del Centro Nacional de Inteligencia.

El relevo de Ángel Mario Martínez Balcázar en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana fue inesperado. A menos que el ahora exfuncionario haya dimitido por razones de índole estrictamente personal, no se entiende ese movimiento.

Y es que Balcázar Martínez pertenece al equipo que acompañó a principios de los noventa al mandatario interino Manuel Gurría Ordóñez y que ahora vuelve a gobernar Tabasco.

Aunque en su lugar llega Hernán Bermúdez Requena, otro miembro conspicuo de esa fraternidad en la que se fogueó el actual jefe del Ejecutivo, Adán Augusto López Hernández, no son claras las razones del cambio.

Oficialmente sólo se sabe que Ángel Mario presentó su dimisión. De ser cierto, debe existir alguna causa grave que lo haya orillado a ello, pues, de acuerdo con las reglas no escritas de la política a la mexicana, "nadie le puede renunciar a un presidente o a un gobernador".

En la lógica del análisis sería simple decir que Balcázar se va porque tampoco pudo con el paquete, pero ello sería cargarle la mano porque cuando llegó, la pesadilla ya estaba ahí.

¿Quién es Hernán?

Del nuevo jefe policíaco puede decirse, hasta eso con generosidad, que su paso por la administración ha sido polémico, aunque a su favor coexiste la versión de que conoce el ambiente policiaco de principio a fin y que tiene la resonancia magnética de ese monstruo de mil cabezas que en los últimos años ha acabado con la tranquilidad de los tabasqueños.

Cuando llegó Ángel Mario a la SSyPC se creyó que enderezaría el rumbo, ya que había sido procurador de Justicia en la administración de Manuel Andrade Diaz, cuyo eslogan de gobierno fue que Tabasco era "el mejor lugar para vivir".

El tema de la inseguridad es más complejo de lo que parece: lo que acontece en la tierra del presidente Andrés Manuel López Obrador es producto de la errática estrategia federal contra los criminales.

Ahora mismo hay datos duros que muestran que la Fiscalía General del estado, a cargo de Jaime Lastra Bastar, ha logrado reducir la incidencia de algunos delitos, pero el régimen tabasqueño no ha sabido comunicárselo a la sociedad.

Bermúdez Requena era el responsable de la Policía de investigación de la Fiscalía, lo que indica que estaba dando resultados; y ha ocupado diversos cargos en el mismo ámbito, como las direcciones de Prevención del Delito y del Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (CRESET).

Durante la toma de protesta del nuevo funcionario, el gobernador agradeció el desempeño de Balcázar Martínez por su firme propósito de garantizar la paz y tranquilidad de las familias tabasqueñas.

Asimismo, llamó al flamante jefe policíaco a mantener la política de seguridad y darle continuidad a las acciones estratégicas que en la materia impulsa el Gobierno estatal.

El arribo de Hernán Bermúdez robustece la presencia del grupo de los actuales notarios que tuvo su auge en el trienio de Manuel Gurría, toda vez que desde entonces fue subalterno del ahora fiscal.

A favor de esto quizá haya que confiar en que la Secretaría de Seguridad Pública y la institución asentada en la avenida Usumacinta van a actuar hombro a hombro, aunque también Balcázar Martínez formaba parte de los colaboradores de Gurría, si bien la coordinación en temas de seguridad debe darse entre las instancias federales y locales.

Falta ver qué opinión tiene de estos movimientos el general Audomaro Martínez, director del Centro Nacional de Inteligencia.