/ martes 25 de agosto de 2020

De Primera Mano | ¿Pruebas de que se manipulan cifras de Covid-19?

A las seis de la tarde del domingo pasado la Secretaría de Salud de Tabasco emitió un comunicado en sus redes sociales para “rectificar” sobre el número de contagios y decesos diarios por coronavirus del que había informado minutos antes.

“Fe de errata: Se precisa que en las últimas 24 horas se registraron 161 nuevos (casos) confirmados de Covid-19 y no 247”, indicó vía Twitter la dependencia y borró su parte informativo subido poco antes, que indicaba que entre sábado y domingo se habían infectado 247 personas y nueve más habían fallecido.

En la “rectificación” se mantenían los nueve fallecimientos.

De un momento a otro fueran “rasurados” 86 registros. Hasta ayer no había ninguna explicación del suceso.

No es que las cifras que presenta el gobierno sean muy creíbles para la población, pero el yerro informativo alimentó las críticas en redes sociales por la presunción de que las autoridades manipulan cifras.

En números fríos 86 no representa nada, pero si partimos del hecho de que ya son varios días que las nuevas infecciones se mantienen abajo del rango de las 200 diarias, entonces reportar 161 en vez de 247 fue un aliciente para seguir soportando la crisis sanitaria.

En el despacho de prensa de antier sobre la incidencia de coronavirus en el estado, el gobierno no explicó las razones por las que corrigió la cifra.

Quizá la causa haya sido lo que sostiene en su entrada el boletín del domingo: “La Secretaría de Salud informó que la cifra de tabasqueños hospitalizados por padecimientos respiratorios asociados con el COVID-19 continúa en descenso (…)”.

De haberse mantenido la cantidad de 247, las autoridades no hubieran podido presumir el “descenso”, si bien la referencia era para los tabasqueños que se encuentran internados.

En un estado donde hay más de 27 mil positivos y arriba de dos mil muertes, la “desaparición” de 86 contagios no es representativa.

Pero mantener la cifra abajo de 200 significó una inyección de ánimo a los tabasqueños, que tienen días recibiendo la noticia buena de que parece que ya está terminando la negra noche.

Tal vez la mejor estadística de que la crisis está disminuyendo sea que hasta el domingo había 320 pacientes hospitalizados, cuando en algún momento ese dato sobrepasó de 700.

Si en realidad fueron 247 y no 161 los contagios, los 86 que fueron “rasurados” se irán acomodando en los próximos días, pues no hay manera de que se excluyan de los registros oficiales.

Por lo pronto, el incidente protagonizado por la Secretaría de Salud al “equivocarse” con el número de casos detectados del sábado al domingo, aumentó la percepción de que el gobierno miente a la hora de dar a conocer sus datos.

Pero no hay manera de pedirle a la administración un buen manejo de la información que suministra a la ciudadanía, ya que el régimen apenas puede enfrentar la pandemia, la cual en apariencia no ha rebasado al sistema de salud porque se tuvo el cuidado de aumentar el número de camas de hospital.

PARA SU INFORMACIÓN…

DE PRONTO TODO el morenismo tabasqueño está con Mario Delgado para que sea el dirigente nacional del partido del mandamás Andrés Manuel López Obrador. Aquí en Tabasco la mayor aceptación para ponerse al frente del vinotinto la tiene César Burelo, quien fue separado como ‘delegado con funciones de presidente’ por la cúpula a cargo de Alfonso Ramírez Cuéllar y Bertha Luján, quienes tienen como su personero a José Eduardo Beltrán Hernández.

A las seis de la tarde del domingo pasado la Secretaría de Salud de Tabasco emitió un comunicado en sus redes sociales para “rectificar” sobre el número de contagios y decesos diarios por coronavirus del que había informado minutos antes.

“Fe de errata: Se precisa que en las últimas 24 horas se registraron 161 nuevos (casos) confirmados de Covid-19 y no 247”, indicó vía Twitter la dependencia y borró su parte informativo subido poco antes, que indicaba que entre sábado y domingo se habían infectado 247 personas y nueve más habían fallecido.

En la “rectificación” se mantenían los nueve fallecimientos.

De un momento a otro fueran “rasurados” 86 registros. Hasta ayer no había ninguna explicación del suceso.

No es que las cifras que presenta el gobierno sean muy creíbles para la población, pero el yerro informativo alimentó las críticas en redes sociales por la presunción de que las autoridades manipulan cifras.

En números fríos 86 no representa nada, pero si partimos del hecho de que ya son varios días que las nuevas infecciones se mantienen abajo del rango de las 200 diarias, entonces reportar 161 en vez de 247 fue un aliciente para seguir soportando la crisis sanitaria.

En el despacho de prensa de antier sobre la incidencia de coronavirus en el estado, el gobierno no explicó las razones por las que corrigió la cifra.

Quizá la causa haya sido lo que sostiene en su entrada el boletín del domingo: “La Secretaría de Salud informó que la cifra de tabasqueños hospitalizados por padecimientos respiratorios asociados con el COVID-19 continúa en descenso (…)”.

De haberse mantenido la cantidad de 247, las autoridades no hubieran podido presumir el “descenso”, si bien la referencia era para los tabasqueños que se encuentran internados.

En un estado donde hay más de 27 mil positivos y arriba de dos mil muertes, la “desaparición” de 86 contagios no es representativa.

Pero mantener la cifra abajo de 200 significó una inyección de ánimo a los tabasqueños, que tienen días recibiendo la noticia buena de que parece que ya está terminando la negra noche.

Tal vez la mejor estadística de que la crisis está disminuyendo sea que hasta el domingo había 320 pacientes hospitalizados, cuando en algún momento ese dato sobrepasó de 700.

Si en realidad fueron 247 y no 161 los contagios, los 86 que fueron “rasurados” se irán acomodando en los próximos días, pues no hay manera de que se excluyan de los registros oficiales.

Por lo pronto, el incidente protagonizado por la Secretaría de Salud al “equivocarse” con el número de casos detectados del sábado al domingo, aumentó la percepción de que el gobierno miente a la hora de dar a conocer sus datos.

Pero no hay manera de pedirle a la administración un buen manejo de la información que suministra a la ciudadanía, ya que el régimen apenas puede enfrentar la pandemia, la cual en apariencia no ha rebasado al sistema de salud porque se tuvo el cuidado de aumentar el número de camas de hospital.

PARA SU INFORMACIÓN…

DE PRONTO TODO el morenismo tabasqueño está con Mario Delgado para que sea el dirigente nacional del partido del mandamás Andrés Manuel López Obrador. Aquí en Tabasco la mayor aceptación para ponerse al frente del vinotinto la tiene César Burelo, quien fue separado como ‘delegado con funciones de presidente’ por la cúpula a cargo de Alfonso Ramírez Cuéllar y Bertha Luján, quienes tienen como su personero a José Eduardo Beltrán Hernández.